En un ambiente de fiesta en el que se plasmó en los rostros de los presentes una mezcla de entusiasmo, alegría y orgullo, dio inicio con un lucido desfile la tan esperada parada colegial, encabezada por la Banda y las Abanderadas, del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), como parte de la majestuosa celebración centenaria.
Al son de tambores, entonando melodiosas canciones, un sinnúmero de personas -que incluyó a estudiantes, profesores, empleados, exalumnos, representantes de las distintas asociaciones estudiantiles del Recinto así como miembros de la comunidad- engalanaron la Antigua Pista Atlética, para recorrer las principales calles mayagüezanas.
La multitud de personas, en su mayoría vestidas de verde y blanco, inundó la Calle Ramón Emeterio Betances, mejor conocida como la Post hasta llegar al centro de la ciudad donde se encendió la celebración colegial.
La Casa Alcaldía y la Plaza de Colón fueron el escenario perfecto, en el que la principal agrupación artística del Recinto deleitó a la comunidad colegial y mayagüezana con varias interpretaciones musicales, y el ya famoso Himno Colegial.
Durante el festejo, el Municipio de Mayagüez -que se unió a la celebración centenaria- aprovechó la ocasión para entregar una proclama en la que felicitaron al recinto mayagüezano de la Universidad de Puerto Rico (UPR) por conmemorar sus primeros 100 años de fundación.
Por su parte, el rector interino del RUM, doctor Jorge Rivera Santos, agradeció el apoyo de la comunidad, al tiempo que expresó el orgullo de que el Colegio sea parte importante de la Sultana del Oeste.
La parada, sirvió de punto de encuentro para que muchos exalumnos retornaran al siempre Colegio a recordar las vivencias de sus años de estudio como una huella intacta que ha perdurado a través de estos 100 años.
"Estamos celebrando, precisamente, aquí con el grupo de los egresados del Departamento de Ingeniería Civil de ese año (1963), que es un grupo que se ha conformado y que ha estado activo, unido, integrado, durante más de una década. Son profesionales bien especiales, bien particulares, y venimos aquí como regresando a la raíz. Esto ha sido bien nostálgico, bien importante para todos. Nos ha tocado de cerca el corazón, los recuerdos, esta cancha... nosotros jugábamos baloncesto aquí. Aquí estaban los grandes atletas de la historia del Colegio y del deporte puertorriqueño", recordó emocionado el colegial Rafael Bracero, comentarista deportivo de WAPA Televisión.
Bracero, ingeniero civil de profesión, aseguró que haber regresado a su alma máter le ha traído imborrables recuerdos. "Yo creo que ha sido uno de los grandes momentos en mucho tiempo en mi vida, y más aún que lo estoy compartiendo con mi esposa, con los compañeros que han estado conmigo en los últimos años".
Coincidió con él, Concepción Salas, egresado de la clase de 1971, también de Ingeniería Civil INCI. Salas, quien compró su losa como un recordatorio para la eternidad, catalogó como exitosa la celebración centenaria. "Yo entiendo que es igual que antes cuando yo estuve por este lugar estudiando, luego me fui a trabajar. He estado en diferentes actividades, siempre se ve el calor humano y la atención, cosas que se sienten con mucho agrado. He notado eso en todo momento que he asistido a todas las actividades del Colegio".
A estas remembranzas también se unió el doctor Manuel Rodríguez Peraza, profesor retirado de la Facultad de Ingeniería Eléctrica y de Computadoras (INEL) y miembro de la Asociación de Claustrales Jubilados (ACJ) del RUM, quien siempre ha participado en las actividades colegiales.
"Esto ha estado extraordinario. Esta mañana comencé yendo a ver las plaquitas con las pisadas, y ahí estaba el nombre mío y el de mis tres hijos que se graduaron del Colegio. Seguí de fiesta hasta ahora, que estoy aquí celebrando todavía junto con esta gente hermosa que está en el Colegio. Ahora los del pasado venimos acá y nos rejuvenecemos mirando a los más jóvenes", acotó.
El anhelo de este eterno colegial, que comenzó sus estudios en el 1960, es que el RUM continúe cosechando logros y éxitos como lo ha hecho hasta el presente.
Otro que no faltó a la celebración fue el también profesor jubilado, Orlando González Trabal, quien a pesar de su condición de salud, con bastón en mano, participó del gran evento. González recordó sus años en el otrora Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas (CAAM) cuando era estudiante de los departamentos de Ingeniería Mecánica (INME) e Ingeniería Industrial (ININ), y luego de cinco años regresó al Recinto como profesor en ININ.
"Cuando vine al Recinto me dijeron que me entrevistara con el Decano y pues fui, entonces me dice el Decano, que usted quiere estudiar, y le digo, yo voy a estudiar ingeniería de manufactura, entonces el Decano me dice, aquí no enseñamos eso. Entonces, yo le dije pues deberían tenerlo porque si quieren industrializar a Puerto Rico necesitan ingenieros industriales y no los hay. Entonces le di una pequeña charla al Decano para que se diera cuenta que eso hacía falta. Me fui y como a los cinco años de haberme graduado vine al Colegio, entonces me ofrecieron trabajo en el Departamento de Ingeniería Industrial que crearon porque no existía, entonces vine como profesor", abundó.
Asimismo, cuando Prensa RUM le preguntó cómo sentía el espíritu colegial, con gran alegría, aseguró que continúa firme. "Igual que al principio, el Colegio se le pega a uno". El educador, también, expresó el deseo de que los graduandos del Colegio utilicen más su profesión para ayudar a Puerto Rico, y no emigren a otros países a trabajar.
Sin duda, uno de los símbolos más recordados de todos los tiempos es el aclamado Himno Colegial que siempre aviva los ánimos de estos portadores de sangre verde, así lo aseguró Cruz Marcano Robles, egresado de INCI de la clase de 1963.
"El himno lo disfrutamos porque eso es parte de nuestras vidas, lo vimos crecer, lo vimos nacer. Y ahora la Banda cuando se presenta aquí nos acordó aquellos tiempos del ROTC cuando nos vestíamos todos de militar y subíamos esa loma que está ahí, vestidos de soldados con esa Banda, no con eso, pero con lo que significaba la Banda. Concordó con él, Bracero, colega y miembro de la misma clase graduada, quienes compartieron con Prensa RUM, las reuniones que realizan para recordar sus años de estudio en el Colegio.
"Tenemos nuestra propia versión que no se puede decir al público, pero que disfrutamos un montón", bromeó.
No obstante, son estas memorias las que hacen que los colegiales que van preparándose como profesionales, se entusiasmen y se sientan también orgullosos de ser parte de esta institución centenaria antes conocida como CAAM, ahora como RUM, pero para todos siempre, Colegio.
Así lo dejó sentir Natalia Irizarry, quien se apresta a concluir un Bachillerato en Administración de Empresas (ADEM) con una concentración en Recursos Humanos y otra en Mercadeo. "Ha sido fenomenal, me ha encantado. La Banda tuvo un espectáculo brutal. Me encantó que los profesores jubilados participaran de la actividad y el estudiantado que dijo presente, algo muy importante".
Tras el desfile, los asistentes regresaron al Recinto para continuar con la festividad, donde la Banda Colegial y las Abanderas realizaron una presentación artística poniendo a gozar a toda la multitud.
La celebración del Centenario comenzó el domingo, 18 de septiembre con una diana por las calles de Mayagüez, también encabezada por la Banda.