Kelianys Joann tiene tres semanas de nacida y ya es colegial. Abrió sus ojos por primera vez en territorio mayagüezano el pasado 17 de noviembre. Ataviada con un hermoso vestido azul y un lazo blanco asistió con su mamá, Tatiana Joany Torres Colón, a la graduación del proyecto Esperanza a la vida, del Departamento de Enfermería del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).
Esta iniciativa, que lleva realizándose durante cuatro años consecutivos, tiene como fin ofrecer herramientas de cuidado prenatal y de ayuda para que las jóvenes universitarias embarazadas puedan manejar el reto que representa ser mamá mientras estudian.
Así fue para Tatiana Joany, de 19 años, quien cursa su segundo año en Ingeniería de Computadoras y comenzó en el programa cuando tenía cinco meses de gestación.
"Desde el principio nos dieron muchas charlas, desde qué comer hasta cómo cuidar el bebé; qué hacer durante el embarazo, hasta el apoyo emocional con las clases y los estudios y cómo seguir. Para mí fue de mucha ayuda", dijo.
Precisamente, para la futura ingeniera, la parte más importante de esta iniciativa fue ese respaldo psicológico que recibió, a través de las orientaciones, para lidiar con sus múltiples roles.
Aunque es residente del Este, recibió su cuidado prenatal en Mayagüez, por lo que su pequeña nació en la Sultana del Oeste.
Luz Laboy, alumna de cuarto año de Biología, también se mostró muy agradecida por todo lo aprendido durante el programa, que forma parte del Curso de Maternidad, que toman los estudiantes de Enfermería.
"Es una muy buena idea que hagan este proyecto semestralmente, porque a mí me ayudó, estuve durante todo el embarazo recibiendo ayuda, charlas y aprendiendo de todas las cosas que puedo ir haciendo para cuando nazca el bebé", expresó la joven de 21 años.
Para ella también fue muy importante el apoyo que recibió de Sheila González Cruz, quien además de ser estudiante de Enfermería es amiga desde la niñez.
"Para mí fue una experiencia sumamente espectacular, porque uno aprende un montón y es impresionante coger los signos vitales del bebé y participar con ella. A la vez que ellas aprenden con nosotros, nosotras aprendemos con ellas", expresó.
"Este curso es de suma importancia, específicamente para las personas que están en Universidad, que no tienen mucho tiempo y quizás estén en una edad que no estén completamente preparadas. Es bien importante darles esa enseñanza a ellas para que estén listas al momento del parto", agregó Sheila.
Este año se estableció un precedente, cuando el estudiante Roldán González, quien también labora en el RUM como parte de la Guardia Universitaria, atendió a su hija durante el proyecto.
"Tuve la dicha y la oportunidad que Dios me dio de tener como paciente a mi hija que está en su segundo embarazo. Tiene en estos momentos cerca de seis meses y medio de gestación. Es algo que, no hay manera de describirlo, es una emoción, una bendición y algo muy bonito", aseguró el estudiante de tercer año.
Durante las 10 semanas que estuvo mano a mano en el proceso, le evaluó los fetales al bebé, le tomaba el peso, temperatura y sus signos vitales, lo que permitió que se involucrara de forma especial en el embarazo de su hija. "Nos ha unido más y ha fortalecido nuestra relación", puntualizó.
Este semestre participaron 30 embarazadas en la iniciativa liderada por las profesoras Ana Celia López, María del C. Cortina y Migdalia Ríos Morales, del Departamento de Enfermería.
“Todos los años hemos trabajado este proyecto con mucho amor con los estudiantes y ellos cumplen con todos los requisitos del curso brindándoles ese cuidado prenatal a la embarazada, certificándola junto a su pareja, en el curso de parto sin temor y ofreciéndole charlas de diversos temas. Las integrantes del equipo de maternidad que componemos el curso, nos sentimos sumamente contentas con nuestros estudiantes y con las embarazadas porque un año más se ha podido lograr el proyecto”, dijo en su mensaje de bienvenida Cortina.
Coincidió López, quien indicó que la propuesta ha sobrepasado las expectativas, ya que “ha sido muy acogida por la comunidad universitaria”.
Por su parte, Ríos Morales resaltó que parte del éxito del proyecto se debe a que las embarazadas pueden practicar los módulos que aprenden a través del semestre.
“Una vez terminada la demostración ellas nos dicen cómo se sienten, lo que aprendieron y les da seguridad para atender ese nuevo bebé”, indicó.
Durante la actividad, como ya es costumbre, se recordó a la profesora Esperanza Rivera García, ya fallecida y quien sirvió de inspiración para este esfuerzo que hoy lleva su nombre.
Asimismo, Hernán Méndez del Departamento de Servicios Médicos ofreció una charla motivacional. El evento también incluyó un despliegue artístico de los propios estudiantes del curso.
Video reportajes disponibles en:
Apoyo para jóvenes embarazadas
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