Con el fin de recolectar unas 325 unidades de sangre para suplir los abastos de la Cruz Roja Americana, Capítulo de Puerto Rico, el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) celebró por sexto año consecutivo su Mega Sangría Colegial.
Según expresó Doris Bonilla, representante del Departamento de Recursos al Donante de la entidad, asistir al Recinto anualmente ya es parte esencial debido a la cantidad de alumnos que dicen presente y apoyan este tipo de causas, principalmente, cuando en la actualidad existe una escasez de sangre en Isla.
“La participación del estudiantado ha sido excelente. Siempre tenemos el respaldo de ellos y ya esperan esta donación. Llevamos seis años y siempre cooperan. Entiendo que ellos ya conocen la necesidad constante que hay de donar sangre”, puntualizó.
Precisamente, este año no fue la excepción, pues el evento tuvo una gran acogida por parte de la comunidad universitaria, tanto de los que anualmente participan, como de quienes decidieron regalar vida a otros por primera vez.
Tal fue el caso de Nechelmarie Fernández, estudiante del Departamento de Estudios Hispánicos, quien motivada por sus experiencias de vida, decidió dar el paso.
“Siempre he querido hacerlo, no sé si es simplemente el motivo filantrópico del asunto. Quisiera ayudar, me mueve ayudar". Además, cuando tenía cuatro años su papá confrontó problemas de salud y está vivo gracias a los donantes.
Para esta joven, quien en ocasiones anteriores había intentado llevar a cabo este gesto de humanidad, pero no le había sido posible por estar bajo peso, este tipo de iniciativa se debe continuar promoviendo.
“Me parece que es una de las actividades más importantes que se pueden hacer y que deja el nombre del Recinto en alto porque da a entender a las personas que también estamos pensando en la salud de la comunidad y que somos parte de este movimiento de ayudar al prójimo”, aseveró.
Con ella coincidió Miguel Rivera, técnico de laboratorio en el Colegio de Ciencias Agrícolas, quien aseguró que lleva alrededor de 20 años participando de la donación de sangre.
“Mientras esté saludable, quiero donar sangre porque siempre hay gente que necesita y observo que los niveles de sangre siempre están bajos. Además, creo que es un compromiso social que debemos tener”, manifestó, al tiempo que destacó que es importante que se continúe realizando la Mega Sangría Colegial.
“Entiendo que el Recinto, como institución, debe promover ofrecer vida a otras personas. Nosotros, los que estamos ahora mismo trabajando en el Recinto, estamos en buena condición física y saludables, sin embargo, hay gente que sufre un accidente o compañeros de trabajo que tienen alguna enfermedad y necesitan sangre, y qué mejor forma de venir y ayudar de forma anónima. Uno no sabe a quién va a parar la sangre y le estás dando vida”, insistió Rivera.
Asimismo, motivado por la satisfacción que se siente al saber que de esta forma ayudas a un sinnúmero de personas, fue que llegó a la donación Brian Rosario Cotto, estudiante de Industria Pecuaria.
“Es una actividad bien buena para muchas personas que necesitan sangre. Pienso que se debería hacer más a menudo aquí en la Universidad, al igual que en otros campus”, abundó.
Por su parte, Bonilla agregó que los donantes deben ser mayores de los 18 años; menores de 16 o 17 años, pueden hacerlo con el consentimiento de un adulto; presentar una identificación con foto; y haber ingerido alimentos antes del procedimiento.
Este año, las estaciones habilitadas como centros de abastecimiento en el RUM fueron los edificios de Biología, Ingeniería Civil, Administración de Empresas, Enfermería, y el Salón Tarzán.
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Unidos para dar vida
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