Las huellas del servicio
La vejez conduce a una Anatole France La vida es un cúmulo de experiencias que llenan de valor y fuerza al individuo. Desde el nacimiento, surge un proceso evolutivo que, paulatinamente, forma a los seres hasta llegar a la cúspide del éxito de todo el desarrollo: la vejez. Para celebrar y honrar a un grupo de ciudadanos que alcanzó esa etapa, el pasado viernes, 13 de abril, la organización Huella Colegial del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), inauguró un espacio que se dedicará a personas de edad avanzada de la Sultana del Oeste. Se trata de Huella Dorada, una iniciativa que busca cumplir con los propósitos de servicios de la entidad ubicada en el centro del pueblo, donde se pueden adquirir artículos y memorabilia alusivos al Colegio, y que además lleva a cabo diferentes actividades en su café teatro. “Es un proyecto que sirve a la comunidad de envejecientes de Mayagüez. Queremos atenderlos ofreciéndoles talleres, charlas y conferencias”, indicó Norma Ortiz, catedrática de ADEM y creadora de Huella Colegial. Asimismo, el cuerpo de alumnos que trabaja en el lugar, se mostró muy entusiasmado con esta iniciativa. Así lo dejó saber el joven Christopher Santiago, estudiante de Mercadeo y gerencial de la tienda, al expresar que le resulta fascinante “dar un servicio a las personas que en un futuro visitarán nuestros locales e integrarlos al quehacer colegial”. La primera actividad constó de un taller de repostería, en el que los presentes aprendieron a preparar una receta sencilla. La empresaria Adriana Vega, gestora de la compañía AdriDulce, estuvo a cargo de esta cápsula en la que enseñó cómo confeccionar una tarta de crema de limón con melocotón. Por su parte, Lucy Flores, agente interina de Asuntos del Ciudadano de Mayagüez, expresó su satisfacción con el esfuerzo, y espera que las expectativas se cumplan a lo largo de los eventos que se dedicarán a fomentar la diversión y el entretenimiento para los miembros de esa generación. Entretanto, el amor por el servicio fue lo que inspiró a la profesora Norma Ortiz, quien indicó que es por “tenerle pasión” a su trabajo que estos proyectos se hacen posibles, ya que “no hay nada que pueda hacerse” sin ese ímpetu. “Yo hago esto para que los estudiantes aprendan a servir a otros, y que sepan lo maravilloso que es”, concluyó. Huella Dorada tendrá su espacio todos los viernes, en Huella Colegial, desde las 10:00 a.m. hasta el mediodía. Si desea recibir más información acerca del proyecto, escriba a: norma.ortiz@upr.edu. Video reportajes disponibles en: Las huellas del servicio SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=2207 |