Cuentan la historia de un profesor del Colegio que daba tantas y tantas pruebas cortas, que un día sus estudiantes se pusieron de acuerdo para hablar con él y cuestionarle sobre esta acción que, para ellos, parecía injusta y exagerada. Relatan que el educador les contestó: "No se preocupen, la próxima vez que entre por esa puerta, no les daré un quiz". Los colegiales, de ese entonces, se sintieron satisfechos con la respuesta, ya que finalmente el mismo catedrático reconocía la gran carga de trabajo académico al que los sometía. Añaden que, para su sorpresa, el profesor cumplió con lo que había declarado. En la siguiente clase, colocó una escalera por un ventanal del Edificio de Celis, por allí ingresó al salón, y por supuesto, tenía una examen corto en mano. Honró su promesa, no entró por la puerta, usó la ventana.
Anécdotas como esta forman parte de la variada, y hasta simpática, colección de la historia oral de la estructura que data de 1936, cuyos salones albergaban, en ese tiempo, las clases de Agricultura y posteriormente las de Química y Biología.
Esas innumerables vivencias, que han pasado, de generación en generación, miles de estudiantes así como cientos de profesores y recursos humanos, perviven hoy en la recién restaurada edificación.
"Celis es un edificio histórico maravilloso y es símbolo de lo que es nuestra cría colegial, de lo que fue el comienzo de una gran Universidad que es el Colegio de Mayagüez. Cuántas mentes privilegiadas caminaron por estos pasillos, y cuántas más que dará la historia, que sentirán la inspiración que da la Academia, la investigación, esa ansia de saber, de conocer y definitivamente, eso solo lo podemos disfrutar los que venimos a la Universidad, especialmente al Recinto Universitario de Mayagüez", expresó el doctor Miguel Muñoz, presidente de la Universidad de Puerto Rico (UPR), en el mensaje que compartió con los asistentes a los actos de reinauguración del inmueble.
Agregó que la estructura también es una pieza representativa de los albores del otrora Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas (CAAM) que ahora incorpora el elemento de servicio al estudiante. "Sé que la comunidad universitaria obtendrá muchos beneficios de estas instalaciones", sostuvo.
Por su parte, el doctor Jorge Rivera Santos, rector del RUM, destacó la importancia que tiene este edificio no solo como baluarte indiscutible de la centenaria institución, sino con miras a lo que representará para las generaciones futuras.
"Con este proyecto de restauración, nuestro Recinto revalida su misión de proveer a sus estudiantes y a toda la comunidad universitaria con una educación y servicios de excelencia en unas instalaciones modernas que salvaguardan nuestra historia y nuestro legado a Puerto Rico", afirmó.
La renovación se realizó con una inversión de aproximadamente $ 8 millones e incluyó una remodelación interior completa para acomodar todos los requisitos programáticos de las oficinas y servicios que ofrecen la Oficina del Registrador, el Decanato de Artes y Ciencias, el Departamento de Biotecnología, la Oficina de Investigación Institucional y Planificación, las Colecciones de Biología, la Oficina del Decano Asociado de Asuntos Académicos, la Oficina de Estudios Graduados y el Centro de Enriquecimiento Profesional.
"En esta remodelación hemos tenido cuidado de conservar esa historia y hacer una integración con los avances tecnológicos sin perder nuestra huella colegial. Ahora contamos con unos sistemas de comunicación de vanguardia con el fin de darle el mejor servicio a nuestros estudiantes", enfatizó el Rector del RUM.
Durante la ceremonia, el doctor Ángel Berríos, catedrático jubilado del Departamento de Biología, realizó un recuento histórico de la estructura diseñada por el arquitecto Rafael Carmoega.
"Se inauguró oficialmente en el año 1936, un año de eventos importantes en Ciencia... originalmente se diseñó y se construyó para la Facultad de Agricultura que lo usó por más de 10 años, y el nombre de Agricultura estuvo en su fachada para identificarlo. La construcción estuvo a cargo del contratista Aurelio Fior. El exterior se describe con elementos neoclásicos, con detalles reducidos, dando así una línea elegante, austera y formal de rigurosa simetría", describió Berríos, durante su detallada alocución.
Mientras, el doctor Noel Artiles, director de la Oficina de Investigación Institucional y Planificación (OIIP) ofreció información sobre el proceso de restauración de la estructura.
"La renovación del Edificio de Celis fue incluida en el Programa de Mejoras Permanentes de la Junta de Síndicos desde el 2002, y el diseño y construcción de este proyecto fue coordinado por la Oficina de Investigación Institucional y Planificación del Recinto, que aquel momento estaba bajo la dirección del doctor Antonio González Quevedo; y por la Oficina de Desarrollo Físico e Infraestructura de la Administración Central de la UPR. El diseño fue realizado por el arquitecto Enrique Figueroa y el proyecto de remodelación estuvo a cargo de la corporación Comas y Comas", explicó el director de OIIP.
Sobre Luis de Celis Pérez
En datos recopilados por la profesora Norma I. Sojo Ramos, directora interina de la Biblioteca del RUM, se desprende que en 1916, Luis de Celis Pérez, fue el primer estudiante en recibir un diploma en Agricultura y Ciencias Politécnicas en el CAAM. Más adelante, en 1918, obtuvo un bachillerato en Ciencias en Agricultura. Asimismo, recibió el premio Valedictory, por ser el más destacado en su clase.
Tanto su excelente desempeño académico como su trayectoria profesional, que incluyó aportaciones en la industria azucarera, le hicieron merecedor de que nombraran un edificio del Colegio en su memoria. De Celis Pérez nació en Ceiba en 1897 y falleció en 1937 a los 39 años de edad.