Bajo el lema Un mundo, una fiesta, una esperanza, el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) se convirtió por sexta ocasión en anfitrión de Relevo por la Vida, evento organizado por la Sociedad Americana del Cáncer, que reúne a cientos de sobrevivientes y ciudadanos comprometidos con esta causa.
La actividad, que tuvo como escenario la pista sintética del Colegio, logró recaudar este año alrededor de $ 288 mil, que serán destinados a la realización de investigaciones sobre esta enfermedad.
Según expresó Juan Carlos Mejías Muñiz, director ejecutivo de la Unidad del Oeste de la entidad, el objetivo es llevar el mensaje a la ciudadanía de que “la prevención y detección temprana salva vidas”.
“Nos sentimos bien contentos de que nuestra comunidad y el Colegio de Mayagüez, siempre estén dispuestos a ayudar y colaborar con la Sociedad Americana del Cáncer. Relevo por la Vida se ha convertido en una fiesta de pueblo”, precisó Mejías.
Durante las 24 horas de celebración, los integrantes de los equipos se mantuvieron caminando, mientras apreciaban las vistosas áreas que, en esta ocasión, fueron decoradas en conmemoración de los días festivos puertorriqueños como el natalicio de Eugenio María de Hostos, el Día de las Madres y el Día de Reyes, entre otros.
Mejías también destacó las valiosas aportaciones que anualmente reciben como muestra de apoyo a la actividad. “Tenemos, desde familias que en su calle han decidido realizar un equipo y recolectar los fondos, hasta empresas como nuestro principal auspiciador este año, Mr. Special, que hizo un recaudo de más de $ 75 mil, gracias a todos sus clientes y empleados. También, agencias gubernamentales, escuelas, iglesias y comunidades que han decidido estar en un mismo canal, en una misma sintonía, que es traer beneficio a nuestros pacientes de cáncer”.
Coincidió con él, Carmen Ana Negrón Moure, presidenta de Relevo por la Vida, Evento de Mayagüez 2012, al destacar la gran acogida del público mayagüezano y de la región oeste.
“Aquí uno ve la unión de la comunidad. Ese calor humano definitivamente se vive en estas 24 horas, y nos hace saber que todavía nos quedan valores”, subrayó la directora de la Oficina de Compras del RUM.
Este año, además de llevar puesta la camiseta emblemática, los asistentes utilizaron un sombrero como símbolo de los distintos roles que se llevan a cabo en la lucha contra esta enfermedad.
“Queremos identificar el sombrero de cuidador, el de sobreviviente, el de voluntario, el de médico, el de un vecino… los distintos sombreros dentro de la organización, ya que estos son muy importantes en la vida de un paciente de cáncer”, aseguró Mejías, al tiempo que agradeció el esfuerzo y la colaboración de los colegiales con esta noble causa.
“Con toda seguridad, puedo decir que contamos con el mejor grupo de voluntarios de todo Puerto Rico. Nos sentimos bien orgullosos y contentos de tener un comité organizador que sabe lo que está haciendo, que trabaja de corazón porque los llena, y eso redunda en un evento muy exitoso”, aseveró.
De igual forma, el rector del RUM, doctor Jorge Rivera Santos, reiteró el compromiso del Recinto, que contó con la participación de varios equipos de los distintos departamentos académicos.
“Nosotros siempre decimos presente en este tipo de actividad, especialmente, esta que tiene que ver con el apoyo a todas aquellas personas que, de una u otra forma, han pasado por esta terrible enfermedad. Además, respaldando el desarrollo de nuevas técnicas de tratamiento”, resaltó.
En el evento, también se honró a la joven símbolo, Grecia Kamila Martínez Torres; a la madrina, Zamarie Ponce Fantauzzi; y, al padrino, Rafael Antonio Martínez Pantoja, quien es empleado de la Sección de Conservación de Energía del Departamento de Edificios y Terrenos del RUM.
Del mismo modo, se le entregó una placa al Rector como muestra de agradecimiento al siempre Colegio por, año tras año, abrir sus puertas para la celebración de este magno evento.
Luego de los actos protocolarios, los padrinos invitaron a todos los sobrevivientes de cáncer a dar una vuelta por la pista como una demostración de que la unión es necesaria en esta lucha. Ya entrada la noche, se efectuó la emotiva ceremonia de las luminarias por aquellos pacientes que aún luchan contra el cáncer y por los que han fallecido.