Al entrar al Coliseo Rafael A. Mangual del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) se respiraba un aire de alegría, satisfacción y ese orgullo que se desborda por los poros de las madres y los padres que ven las metas alcanzadas de sus hijos. No era para menos, se trataba de la celebración de los mejores del Colegio de Artes y Ciencias, entidad que honró a 600 estudiantes que integran su cuadro de honor.
“Formar parte del cuadro de honor no es fácil. Primero, se necesita un promedio de 3.30. Segundo, se necesita no haber sacado D o no haberse dado de baja en el último año. Lo que es increíble es que, el Colegio de Artes y Ciencias, la Facultad más grande dentro del Recinto de Mayagüez, tiene 600 estudiantes que están en el cuadro de honor. Eso representa un cinco por ciento de todos los estudiantes del Recinto. Por eso, es un honor estar aquí. Ustedes son los que en un futuro van a transformar la Universidad y este País”, expresó el doctor Juan López Garriga, decano de la mencionada facultad.
Por su parte, el doctor Carlos Ríos Velázquez, coordinador del Programa de Biotecnología Industrial y quien fue el orador principal del emocionante evento, compartió con los presentes algunos consejos a los que tituló “mis pequeños yo”.
“El deseo de aprender es uno de los pequeños yo: la llama viva, la llave, la luz divina, donde el qué y el cómo se vuelven cuándo y porqué”, indicó al exhortar a los universitarios a que continúen en la búsqueda del conocimiento que “permite ver y entender el mundo con mayor claridad, abandonar la ignorancia, hacer la diferencia, sembrar semillas de superación”.
Asimismo, destacó “el pequeño yo de la perseverancia” que, según explicó, “permite descubrir la ilimitada fuerza que habita en mi interior y sobrepasar la barrera de lo imaginable”.
“Es el soñar despierto otro de los pequeños yo, que me permite ser el arquitecto de mi destino”, agregó.
Concluyó esa parte de su mensaje con una reflexión sobre la importancia de autovalorarse y el respeto hacia la diversidad, al que denominó “el pequeño yo de amor a mí mismo y los demás”.
De esta forma, motivó a los talentosos colegiales a decir: “me miro al espejo y veo un lienzo presto a dar paso a la más extraordinaria pintura, veo al pentagrama donde la más hermosa de las canciones está presta a ser escrita”.
Tras el inspirador mensaje, que captó la reverente atención de los asistentes, el doctor Ríos Velázquez sacó un cofre en el que guardaba unos cascabeles. Se repartieron a los estudiantes con el fin de que hicieran un juramento junto a sus padres que rezaba: “hoy y aquí, quiero que tengas un pedacito de mi corazón. Siempre estaremos juntos, en los momentos de soledad, su sonido será música del alma, y notas de agradecimiento. Y pensaré en ti, y recordaré los mejores momentos que hemos compartido juntos. Y me dará fuerzas para seguir adelante. No importa dónde esté o lo que haga, estaremos juntos. Mi mundo y mi vida no sería la misma sin ti, te doy un pedacito de mí para que esté contigo siempre. Gracias por darme la vida y permitirme crecer para ser una persona de bien, un luchador por sus metas, un agente de cambio e impacto positivo, íntegro y responsable socialmente”.
El emotivo momento resonó en el Coliseo como testigo del regocijo familiar y el compromiso de seguir siendo los mejores.
La alumna Mariela Martínez Labayen, quien cursa su tercer año del Programa de Ciencias Políticas, en el Departamento de Ciencias Sociales ofreció, en nombre de todos los homenajeados, un mensaje de aceptación del reconocimiento.
“Es para mí un honor y un placer poder estar ante ustedes en tan grandioso día, donde se reconoce el talento y el trabajo arduo de nosotros los estudiantes. Ante todo agradezco, con particular emoción, el privilegio que se me concede, como un reconocimiento al mérito de los cientos de colegas universitarios académicamente talentosos. Más allá de expresarles mi gratitud, quiero también felicitarles”, expresó.
“No es casualidad que estemos reunidos en este día tan especial y significativo. Todos compartimos el sentir de crear una diferencia donde quiera que estemos presentes, representando dignamente los valores y virtudes de nuestra sociedad. Nuestro pueblo más que nunca necesita de hombres y mujeres, como nosotros, que entiendan la responsabilidad que tenemos con el pueblo puertorriqueño y las generaciones futuras”, agregó.
Por su parte, para Wilfredo J. Burgos Matos, quien cursa el tercer año del Departamento Estudios Hispánicos y además, forma parte del Taller de Estudiantes de Redacción de Prensa RUM, este logro representa un escalón adicional hacia el éxito en el camino universitario.
“Más allá de mantener un buen promedio, significa que vale la pena el sacrificio y el ímpetu con el que realizamos nuestras labores académicas”, sostuvo el colegial, quien disfrutó el homenaje junto a sus padres.
“Fue una actividad muy bonita, cargada de mucho sentimiento gracias al orador principal, el doctor Carlos Ríos”, destacó.
Programa
Homenaje a Estudiantes del Cuadro de Honor 2012 del Colegio de Artes y Ciencias
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