Un merengue de alegrķa, una salsa de amor
Hay una alegría del ser sano Fragmento de El placer de servir de Gabriela Mistral REPÚBLICA DOMINICANA – Enviado especial El avión aterrizó a las 6:30 de la mañana y una voz anunció la llegada al país donde todo se hace posible. “Bienvenidos al Aeropuerto de las Américas”, se escuchó, al tiempo que indicaron el clima de la capital de la tierra del merengue y la bachata, la vecina República Dominicana. Nos dirigió hasta ese destino la iniciativa Unidos por Jubey, cuyo fin cultural y humanitario se consumó al llevar efectos escolares y talleres educativos a niños dominicanos de la escuela de la comunidad que engalana el nombre de este esfuerzo. La delegación boricua la integró un grupo de estudiantes del Departamento de Estudios Hispánicos del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), que se dio a la tarea de brindar este regalo de amor al municipio de Boca Chica. “La mejor manera de darle gracias a la vida es teniendo la oportunidad de llevarle un poquito de lo que tenemos a personas menos afortunadas”, indicó Cristina Jiminián Ocasio, presidenta de la Asociación de Estudiantes Subgraduados de Estudios Hispánicos (AESEH) y líder del colectivo que visitó a Quisqueya. El evento se organizó por un enlace entre familiares de la joven, quienes se pusieron en contacto con Luz M. Marchese y Carine Delvaux, madre e hija, ambas encargadas de mantener en pie este centro educativo, que sufrió los embates del huracán Georges para el 1998, y pudo levantarse de esta catástrofe gracias a unos fondos del Gobierno de Japón. La líder colegial manifestó su regocijo ante la acogida del pueblo dominicano que recibió al colectivo con mucho entusiasmo y agradecimiento por la muestra de cariño que le brindó el grupo de ocho estudiantes puertorriqueños. “Es imposible describir el buen trato que recibimos y la sonrisa de los niños, que fue la mejor recompensa después de tantos meses de sacrificio”, acotó. Por su parte, Carlos E. Díaz García, vicepresidente de la AESEH, aprovechó para hacer un llamado e instar a sus pares a que realicen actividades como estas. “Les exhorto a todos y todas a salir de la rutina que siempre nos arropa y nos enajena de la realidad que se vive en el mundo. Hay que buscar, explorar, indagar y ayudar, ya que lo más insignificante para nosotros, puede ser un tesoro para otros”, puntualizó. Esfuerzo, dedicación y empeño La labor que realizaron los integrantes del colectivo conllevó un sinnúmero de ventas y esfuerzos en conjunto por varios meses, lo que les abrió las puertas para que la actividad benéfica en el vecino país fuera todo un éxito. “Durante este proceso colaboraron varias personas. La profesora Lizzette Ocasio, catedrática del Departamento de Historia; y el estudiante graduado Xavier A. Jiménez Cuba, del Departamento de Estudios Hispánicos, fueron los responsables de la recolección de artículos escolares, entre otras entidades que contribuyeron a que se consumara el viaje”, expresó Jiminián Ocasio. Tal fue el logro de esta travesía, que los alumnos vislumbran continuar la labor con la escuela de Jubey para el próximo año, esto con el fin de mantener vigente el compromiso con la comunidad dominicana. “Es muy importante que se sigan realizando actividades como estas, y más cuando se trata de un país tan cercano a nosotros. Con esta hazaña, resaltan los valores y la buena fe del estudiantado colegial. Es necesario que salgamos de nuestra burbuja de mundo perfecto, y veamos otra realidad que nos hará crecer como seres humanos”, aseguró la presidenta de la AESEH. Coincidieron los demás integrantes del proyecto, quienes advirtieron que el aspecto educativo es el que debe trabajarse con más ahínco en Quisqueya. “Durante nuestra estancia en la escuela, nos dimos cuenta que la deserción escolar empieza a partir del nivel intermedio. Esto ocurre por motivos legales. Si el estudiante está inscrito en el gobierno puede continuar su educación, de lo contrario, no”, expresó Díaz García, quien aprovechó para compartir su deseo de colaborar arduamente con “esos jóvenes que, por razones ajenas a su voluntad, no pueden educarse desde temprana edad”. Un país cargado de cultura La República Dominicana fue la puerta del Nuevo Mundo. Por tal razón, resulta imprescindible tratarla como un baluarte de la cultura caribeña. Así lo dejó saber la líder de este esfuerzo al momento de expresar la razón para visitar tierra dominicana. “Escogimos el país, ya que consideramos que es riquísimo en cultura, y que, a pesar de estar tan cercano a Puerto Rico, no nos damos a la tarea de descubrirlo. La República no es solo hoteles all-inclusive; su gente y lo que posee lo hacen ser un espacio perfecto para visitar y conocer”, destacó. Precisamente, durante la visita a Jubey, Prensa RUM constató cómo lo que representa al pueblo dominicano es la base formativa de cada generación. Por ejemplo, los anfitriones deleitaron a los colegiales con merengue típico al son de güira y tambora. Asimismo, tuvieron la oportunidad de dar una muestra del baile típico y pegajoso del merengue y la bachata. “La sonrisa de los niños de la comunidad y sus ocurrencias mostrándonos cuánto sabían de su música y su cultura, se quedarán grabados en mi corazón para siempre”, concluyó la alumna. También participaron del esfuerzo las estudiantes: Nechelmarie Fernández, Yasmarie Hernández, Roxanna Colón, Sherylin Ruiz, Viviana Ortiz y María Muñoz. Si desea colaborar con Jubey, puede escribir a Luz M. Marchese a lucymarchese@gmail.com, o a Carine Delvaux a cari_del_mar@hotmail.com. Video reportajes disponibles en: Unidos por Jubey 2012 SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=2234 |