Dominar buenas técnicas de redacción es esencial para el futuro. No importa el campo en el que uno se desempeñe, es necesario tener un conocimiento amplio de la escritura, para así ser testigos del éxito. En esta ocasión, el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) fue sede del Young Writers Camp y Writing for Success, campamentos del proyecto MayaWest Writing Project, que tienen como propósito la integración de recursos con el fin de desarrollar en los jóvenes las destrezas para una buena escritura.
En el caso del primer campamento, que contó con la participación de 26 jóvenes que cursan desde el séptimo al noveno grado, los participantes tuvieron la oportunidad de cultivar diferentes categorías literarias y expandir su imaginación.
“Es un campamento de escritura en el que tratamos de integrar diferentes géneros literarios, tanto la poesía, el cuento, la memoria, y la escritura de guiones. Todo esto es integrado con el arte, el grafiti, la bomba y la música, para que exploren otros campos de su propia creatividad”, indicó Francheska Cruz, líder y maestra consultora.
Para lograr esto, los esfuerzos comienzan desde el mes de febrero con visitas a escuelas públicas y privadas. De esta forma, se buscan los estudiantes que se impactan desde hace tres años en este proyecto educativo, que contó con variadas agendas que cumplen con el propósito y los objetivos del MayaWest Writing Project.
“Tenemos una rutina diaria, la bienvenida, un calentamiento. Comenzamos con un taller en la mañana, donde contamos con invitados especiales. Luego, por la tarde, tenemos cuatro talleres consecutivos, donde los estudiantes se dividen en dos grupos, y los encargados de estas actividades somos nosotros, los maestros consultores”, manifestó Yazmín Méndez, también gestora de la propuesta.
Según las organizadoras, los participantes se mostraron muy complacidos con las actividades, y algunos de ellos tuvieron la oportunidad de compartir su experiencia con Prensa RUM.
“Me encantan los talleres porque uno se divierte con los maestros. Nos abre las puertas a aprender en inglés y español, y conocer el Colegio y lo que nos ofrece”, expresó Dakeisha Ramírez Lugo, quien cursa su octavo grado.
Mientras, Julián García Acosta, quien culminó su noveno grado, aseguró el éxito del campamento y dijo que participaría nuevamente por ser una excelente experiencia formativa.
El joven, gracias a la transición de grado, tuvo la oportunidad de ser parte del segundo esfuerzo, el Writing for Success, que se enfoca en la redacción técnica y en la preparación de documentos mayormente destinados al campo universitario.
“Este campamento, para alumnos desde décimo a duodécimo grado, tiene un enfoque más académico, para que desarrollen ese tipo de escritura. Por ejemplo, ensayos para conseguir becas, hacer un resumé, cartas de presentación, entre otras cosas”, acotó Yalitza Santos, miembro de ambos proyectos.
Entre los integrantes que recibieron el impacto de este segundo campamento, también se encuentran José Nelson Suárez y Claudia Irizarry Aponte.
Suárez, quien participó por segunda ocasión, manifestó que aprendió muchísimo, ya que adquirió destrezas para su preparación universitaria, por lo que instó a sus pares a formar parte del proyecto.
Por su parte, Irizarry Aponte, quien vislumbra continuar estudios en Inglés y Sociología, indicó que “es un buen ejercicio para reflexionar sobre las destrezas y los puntos fuertes para entrar a la universidad y ser parte de la competencia profesional”, hecho que recalcó con mucho ahínco para los que prevén realizar estudios de posgrado.
Entretanto, el enriquecimiento profesional de los encargados del proyecto es un baluarte que los motivó para alcanzar el éxito de ambas actividades.
“Desde que empecé aquí, siempre quería hacer algo para que los estudiantes se integraran y desarrollaran talentos durante su verano. Es el tercer año que hacemos esto, y es algo bien gratificante para uno como maestro, como persona, porque estamos haciendo algo por los niños, por la educación para nuestro País, y estas cosas así nos ayudan a lograrlo”, expresó Cruz.
“Es un modelo educativo, es alfabetización. Las herramientas se las damos aquí para que vean la escritura como algo educativo y medio de expresión para poder actuar en el mundo que vivimos hoy día. Ellos lo transforman a su manera y nosotros, como educadores, aprendemos también”, puntualizó Méndez.
