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Afianza el RUM su liderazgo en patentes

Por Idem Osorio De Jesús (idem.osorio@upr.edu)
PRENSA RUM

viernes, 19 de octubre de 2012

Dos nuevas patentes aumentan el acervo que posee el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), lo que consolida su liderazgo, en ese renglón, entre todas las unidades del sistema de la Universidad de Puerto Rico (UPR). La gesta se alcanzó este año cuando los doctores Yi Jia y David Serrano, ambos del Departamento de Ingeniería Mecánica (INME), junto a sus equipos de investigadores, obtuvieron el aval de la Oficina de Patentes y Marcas Registradas de Estados Unidos por sus respectivos inventos.

Asimismo, trascendió que con este logro, el RUM elevó a 24 su número de patentes, de las 43 que tiene en su totalidad el portafolio de la UPR. El doctor Oscar Perales, decano asociado de Investigación del Colegio de Ingeniería, comunicó la noticia que destaca a dos catedráticos de esa Facultad, en medio de un esfuerzo que impulsa, precisamente, que más profesores visualicen la comercialización de sus estudios y proyectos.

"Es motivo de alegría que nuestros colegas hayan recibido este reconocimiento porque el proceso es bastante riguroso. Evidentemente, la Universidad se destaca por su esfuerzo en la investigación tanto a nivel básico como aplicado, sin embargo, es de interés particular que muchas de las ideas de esos laboratorios tengan también un beneficio comercial. Consideramos que la mejor manera de mejorar las métricas en cuanto a patentes, es desarrollar una idea comercial, protegerla intelectualmente y, eventualmente, llevar a que se concrete en una pequeña empresa donde la Universidad pueda ofrecer su producto",  precisó Perales.

De hecho, según dio a conocer la licenciada Elvia M. Camayd Vélez, coordinadora de la Oficina de Propiedad Intelectual y Transferencia de Tecnología del Colegio de Ingeniería, diez de las 24 patentes del Recinto pertenecen a catedráticos de esa Facultad, una cifra que ha propiciado un mayor énfasis en esa área, de manera que la comunidad académica y científica pueda obtener la información y orientación adecuadas sobre los requisitos y pasos a seguir.

"En Mayagüez seguimos dominando, tenemos más patentes que los recintos de Río Piedras y Ciencias Médicas juntos. Entendemos que la investigación de avanzada se está dando aquí y es donde más fértil el campo está para adelantar esa agenda de protección de propiedad intelectual y eventual comercialización de la misma", apuntó Camayd Vélez.

Las invenciones que recibieron el reconocimiento este año pertenecen a dos equipos de trabajo: el primero es el que encabezó el doctor Jia, de INME, quien laboró junto a los doctores Manuel Toledo Quiñones, de Ingeniería Eléctrica y de Computadoras;  Serrano y Frederick Just, de INME, este último actual director asociado del Centro de Investigación y Desarrollo; y el estudiante graduado Ke Sun. Su proyecto, High Sensitivity Passive Wireless Strain Sensor Apparatus For Monitoring Electrically  Charged Particles, obtuvo la patente a finales de enero de 2012.

Según explicó su creador, este consta de un elemento sensorial, una unidad receptora de electricidad y una antena de comunicación sin cables, capaz de medir fuerza, velocidad, temperatura o vibración de objetos, estructuras o máquinas que están en movimiento. El aparato, que luce como un fino y pequeño parche, funciona como un sistema de transmisión de datos a uno con un sensor lector que recibe la información sin necesidad de estar conectado.

“Es un sensor pasivo que no requiere electricidad, un simple pedazo de papel que mide la tensión, por ejemplo, en una estructura como un avión, un carro o un puente. Se coloca el sensor y se puede leer la información sin necesidad de que esté físicamente conectado. Si existe una fuerza, se debe saber cuánta hay y este dispositivo lo provee en una forma sencilla”, detalló Jia, quien agregó que otra posible aplicación es en el área de la Biomédica, por ejemplo, para obtener la fuerza de un brazo artificial.

El profesor en el Recinto desde hace 12 años, ha sometido un total de ocho patentes (seis de ellas otorgadas y dos bajo revisión) a lo largo de su carrera académica, en la que ha recibido subvención económica de las principales agencias gubernamentales que financian proyectos de ciencia y tecnología de Estados Unidos. Una de sus mayores satisfacciones, según relató a Prensa RUM, es poder combinar las distintas facetas de la labor docente.

“Como investigadores estamos siempre felices cuando algo nuevo sale a la luz.  Como profesor, no se trata solo de enseñar, sino de desarrollar nueva e innovadora tecnología, así que tenemos que dar lo mejor para lograrlo. De igual modo, eso resulta en un beneficio para los estudiantes porque ven el proyecto con su patente y eso los inspira. Además, tiene un impacto en la institución y en la sociedad”, aseveró.

Por su parte, el doctor Serrano es el investigador principal de su colectivo, integrado por los doctores Gustavo E. Frank, de INME, y Néstor M. Martínez Toro, pasado colega también de Mecánica. Esta invención se realizó con la colaboración conjunta del doctor Mauricio Lizama del Instituto FILIUS del Recinto de Río Piedras de la UPR. Su invento, Integrated Showering and Body Support System, que recibió la patente en mayo de este año, forma parte del curso subgraduado de diseño Capstone que se ofrece a los estudiantes avanzados de Ingeniería Mecánica.

En esta ocasión, el grupo creó un sistema de ducha integrada en un asiento especial que tiene varios cabezales y una caja de control que permite graduar el flujo de agua, su temperatura y la cantidad de jabón necesarios para asear a pacientes que no pueden realizar esa faena por sí solos.

"Es una silla hecha en tubos PVC que ayuda a la persona a darse su baño completo. Muchos de estos equipos son para asistir al paciente y a su cuidador porque a veces es necesario transferirlos de un lugar a otro para bañarlos y es una tarea pesada para estos", destacó Serrano.

El catedrático explicó que esta patente es solo una de otras cinco que también ha obtenido en el curso de diseño que se ofrece todos los semestres en INME desde el 1995. La clase comienza con una necesidad específica que les presenta el Programa de Asistencia Tecnológica de Puerto Rico, adscrito a la Administración Central de la UPR, para fabricar un equipo o aparato que ayude o simplifique la vida de un paciente con un impedimento físico o una necesidad especial. A lo largo de los pasados 17 años, los alumnos han diseñado y construido más de 100 artefactos que incluyen juguetes, unidades deportivas, camillas, aditamentos para sillas de ruedas y accesorios para controlar las cerraduras de autos, entre otros.

"A ellos se les presenta el problema, pero tienen que hacer la parte de desarrollo conceptual, por eso les explico cómo pueden generar distintas ideas y dónde deben hacer la búsqueda para ver si el equipo es existente porque de lo contrario, no se puede solicitar una patente. Muchas veces tienen unas restricciones adicionales, ya que debe ser de bajo costo, hecho con materiales fácilmente accesibles y que se cree de manera que hasta un familiar lo pueda fabricar”, manifestó el profesor, al tiempo que agregó que, como requisito, sus estudiantes preparan un informe del proceso desde sus ideas preliminares, hasta el diseño final que incluye dibujos de planos del prototipo y un manual de cómo se ensambla.

"A mí me encanta porque primero estamos haciendo algo concreto, es dar un servicio a la comunidad y los estudiantes crean conciencia de las necesidades que existen en el País", enfatizó Serrano, cuya trayectoria académica y docente en el RUM se ha destacado por su asesoría a una diversidad de proyectos de energía solar, entre los que destaca la casa y el carro solar, así como el auto de circuito Fórmula SAE, el vehículo todo terreno SAE Mini Baja, y el avión de control remoto AeroDesign, entre otros.

El investigador opinó que resulta imperante lograr no solo que se obtengan más patentes en el Colegio, sino que se alcancen comercializar estas ideas que pudiesen representar un beneficio económico para la institución.

Sobre ese particular, continuó su reflexión el doctor Perales, quien agregó que muchos investigadores sienten la culminación del esfuerzo con la publicación de un artículo científico, no obstante, si esa idea se transformara en un prototipo, el impacto sería mayor.

“Queremos mostrar a la comunidad dentro y fuera del Recinto que es parte de la prioridad llevar los conceptos de laboratorio a la práctica y es parte de un adiestramiento también para que entiendan las diferentes etapas que debemos seguir para proteger las ideas. Que la facultad esté al tanto de que podemos publicar, pero bajo la estrategia adecuada de que eso no afecte lo que podría ser una idea de negocio o propiedad intelectual”, advirtió el Decano asociado.

Asimismo, la licenciada Camayd Vélez detalló cómo es el riguroso proceso desde que un investigador somete su invento a consideración hasta que unos tres años después, en promedio, recibe la patente, esto de acuerdo con la política vigente de desarrollo intelectual de la Universidad de Puerto Rico. Se trata, además, de un esfuerzo que conlleva gastos económicos, por lo que la Administración Central selecciona un escogido de entre todos los solicitantes.

“Es un prestigio para la Institución y para los investigadores porque una patente es un activo intelectual que se considera como un derecho propietario, que equivale a tener una casa y que puedes explotarlo comercialmente. Lo que te da ese derecho de propiedad intelectual es prevenir que otros hagan, reproduzcan o importen tu invención sin autorización”, abundó la licenciada.

De igual modo, Perales instó a toda la comunidad universitaria a utilizar los conocimientos y la experiencia de la coordinadora de esta Oficina para orientarse sobre este proceso. Agregó que anunciarán próximamente una serie de actividades dirigidas a la facultad sobre qué tipo de apoyo pueden recibir, charlas específicas sobre el protocolo, y lo que se debe y no se debe hacer desde el punto de vista de la protección de propiedad intelectual.
 


  • El doctor Yi Jia, al centro, en compañía de dos de sus estudiantes, muestra cómo luce el sensor por el cual recibió la patente.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM
  • El profesor Jia, quien labora en Recinto desde hace 12 años, ha sometido un total de ocho patentes (seis de ellas otorgadas y dos bajo revisión ) a lo largo de su carrera académica.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM
  • En el 2007, el doctor David Serrano (derecha) fue exaltado en el RUM por su apoyo a las personas con impedimentos. 
<br>Archivo/Prensa RUM
  • El doctor Serrano, primero a la izquierda, ha brindado su asesoría a una diversidad de proyectos, entre los que destaca el carro solar.<br>Archivo/Prensa RUM
El doctor Yi Jia, al centro, en compañía de dos de sus estudiantes, muestra cómo luce el sensor por el cual recibió la patente.<br>Carlos Díaz/Prensa RUMEl profesor Jia, quien labora en Recinto desde hace 12 años, ha sometido un total de ocho patentes (seis de ellas otorgadas y dos bajo revisión ) a lo largo de su carrera académica.<br>Carlos Díaz/Prensa RUMEn el 2007, el doctor David Serrano (derecha) fue exaltado en el RUM por su apoyo a las personas con impedimentos. 
<br>Archivo/Prensa RUMEl doctor Serrano, primero a la izquierda, ha brindado su asesoría a una diversidad de proyectos, entre los que destaca el carro solar.<br>Archivo/Prensa RUM

SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=2359