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1950: La clase eterna del Colegio

Por Mariam Ludim Rosa Vélez (mariamludim@uprm.edu)
PRENSA RUM

viernes, 16 de noviembre de 2012

Como buenos caminantes, hemos dejado huellas
imborrables al pasar que perduran para siempre.
CAAM-50 debe perdurar para siempre.

Alfredo Casta Vélez
Presidente CAAM-50

"La clase del 1950 fue desde sus principios una organización de empuje incontrolable... es sin dudas una de las clases más entusiastas que ha pasado por esta institución".

Estas palabras, que están plasmadas en la Aristotelia de 1950 del otrora Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas (CAAM), parecían proféticas, pues aún luego de transcurridos 62 años desde su graduación, los miembros de este peculiar colectivo siguen dejando su huella.

En una reunión, que se llevó a cabo el pasado, 30 de octubre de 2012 en la Residencia Oficial del Rector del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), un grupo, de la autodenominada "clase entusiasta de ayer, hoy... y siempre", compartió un sinfín de imborrables experiencias de esa época y de su gesta desde que se organizaron como una corporación sin fines de lucro en el 1993.

La delegación, encabezada por el ingeniero Roberto Torres Zayas, estuvo compuesta por el licenciado José Antonio Olivieri Rodríguez, los agrónomos Héctor Loyola y Efraín Torres Vélez;  el ingeniero Carlos Medina y la colegial por adopción Rosa Colón de Arrufat.

"La fraternidad ha sido el factor variable pero preponderante porque hemos hecho una asociación en la que la amistad nos une muy estrechamente en hermandad", sostuvo Torres Zayas, en un aparte con Prensa RUM.

De hecho, ese especial vínculo de camaradería, comenzó a mediados de la década del cuarenta, cuando estos jovencitos, que ahora rondan entre los 84 a 91 años, comenzaron estudios en el CAAM.

Según se relata en un documento que recoge los logros de esta singular clase, "la terminación de la Segunda Guerra Mundial fue el preámbulo para el ingreso al Colegio de una mayoría de veteranos de guerra que constituyeron el 80 por ciento de la matrícula en el 1946".

El reencuentro en el 1993, que sirvió como punta de lanza para producir nuevas memorias, respondió al deseo de dejar un legado permanente en la institución así como apadrinar a la Clase del 2000.

"Nuestro apadrinamiento a la clase RUM del 2000 fue un acontecimiento único e histórico. Asistimos 103 egresados, más de una tercera parte de la clase CAAM-50", se detalla en el documento que resume la historia de estos incansables colegiales.

Asimismo, les llena de orgullo y satisfacción haber contribuido con una escultura denominada Monumento Histórico 2000, una obra de arte contemporánea creada por el artista  Julio Suárez. La iniciativa, dirigida por Torres Zayas, quien también se destacó durante su jornada laboral como planificador, ahora es parte del entorno colegial y está ubicada al costado del edificio Josefina Torres Torres.

Mientras, en el 2006 dejaron otro legado histórico: la Aristotelia clase graduada año 1950 en su aniversario de oro. La emblemática publicación, editada por el licenciado Antonio Rivera, representó una exhaustiva investigación de ocho años que culminó en el "antes y ahora" fotográfico de un gran número de los pertenecientes a la clase.

La obra está custodiada por la Colección de Puerto Rico, lugar donde quedó luego de una simpática ceremonia que documentó Prensa RUM.

El legado de don Chago

El motor y alma de esta clase fue el ingeniero Santiago Quesada, quien presidió con su chispa y dinamismo el singular grupo. Lamentablemente, Quesada falleció a principios del 2012, mas su memoria sigue inquebrantable a través de la documentación de las iniciativas de CAAM 50.

Una de las formas en que se dejaron plasmadas las diversas actividades y esfuerzos de la agrupación fue su boletín, editado por el ingeniero Antonio Frontera.  En abril del 2012, emitieron su publicación final dedicada al recuerdo de Chago, como le llamaban sus compañeros.

"Chago merece junto al grupo que ideó y aglutinó CAAM 50 que se sepa, que este movimiento es vida. Es eternizar la palabra 'gracias' al Colegio que nos formó. Debe ser la bujía que encienda eternamente en el corazón y en el alma de cada egresado del RUM", sostuvo Tato Miranda, en un In Memoriam publicado en el mencionado boletín.

"Al final del camino, hemos logrado destacar nuestra sociedad estudiantil como la de más impacto en todos los anales universitarios. No hay históricamente clase alguna de egresados universitarios de Puerto Rico que compare nuestro haber. ¡Somos únicos! Todo esto se lo debemos a Chago Quesada", expresó, por su parte, también en el boletín Torres Zayas.

Prensa RUM tuvo la oportunidad de entrevistar a Quesada en el 2006 con motivo de la presentación de la Aristotelia-Edición de Oro.  En ese entonces tenía 78 años y explicó lo que constituía la razón de ser del particular ejemplar.

“El propósito principal es que este libro pase a manos de los herederos porque nosotros no vamos a estar mucho tiempo. Ya la clase está entre los 75 y 89 años… How do you like that?”, expresó entonces en tono jocoso.

En el 2010, la clase celebró su sesenta aniversario con una gran actividad en la que se reunió un centenar de personas.

"En los diecisiete años de existencia de nuestra asociación, es la mayor cantidad de personas que hemos tenido en una actividad de CAAM 50. La verdad fue que el 60 aniversario de nuestra clase resultó en un gran acontecimiento”, dijo Quesada a Prensa RUM en aquella ocasión.

Antes de su deceso, Quesada planificaba la decimoctava asamblea de CAAM 50. La actividad que no se pudo llevar a cabo debido al deteriorado estado de salud de su líder.

Sin embargo, a través de una misiva que se circuló entre los miembros de esta entidad, el ingeniero les dejo unas palabras de aliento.

"Sin lugar a dudas, los años de estudio en el Colegio nos han brindado el terreno para obtener los conocimientos que hemos necesitado en nuestras carreras profesionales. Por lo tanto, una vez más CAAM 50, a través de esta Asamblea #18, nos quitamos el sombrero para honrar el ¡antes, ahora y siempre... Colegio!", leía su carta.

Un inventario de memorias

Los miembros de esta clase nunca han olvidado lo que representa ser un colegial. Cada uno tiene un gran inventario de memorias que dibujan la época estudiantil y ese especial reencuentro después de la madurez.

El mayor de la clase es el agrónomo Loyola, quien tiene 91 años, que no aparenta. Prensa RUM le preguntó el secreto para mantenerse tan renovado y expresó "comer poco y hacer ejercicio".

Loyola fue deportista en sus años universitarios y es una de las memorias que más atesora. "Los mejores años de mi vida los pasé en el Colegio, no porque yo estuviera aquí sino porque yo era atleta y nos trataban como reyes", recordó con una amplia sonrisa.

Del otro lado, el ingeniero Soto Medina es el benjamín del grupo con 84 años de edad.  Estudió Ingeniería Mecánica becado por pertenecer a la Banda, que en ese entonces dirigía don Celso Torres.

"El hecho fue que, como yo tocaba un poco el clarinete,  me enteré que la Banda existía y fui donde el profesor Torres, me admitió y para bien.  Yo no sabía que iba a tener la matrícula gratis. Estrenamos el uniforme oficial verde y blanco, aquello era una belleza y fuimos a muchas paradas con ese uniforme", relató.

Por su parte, el agrónomo Torres Vélez, quien luego de estar en las Fuerzas Armadas y estudiar en Lousiana concluyó su bachillerato en el Colegio, rememoró que él era uno de los pocos que tenía un vehículo. Se trataba de un Chevrolet del 1936, con el que se transportaba desde Cabo Rojo a Mayagüez con 25 centavos de gasolina. Luego en el 48 se compró un Kaiser nuevo por $ 800, un auto no muy frecuente en la Isla.

"Uno no  puede olvidarse de las cosas buenas de la vida y aquí estudiamos, nunca hubo problemas y nos educamos bien", dijo, de su parte, el licenciado Rivera Rodríguez.

Mientras, la clase cuenta con una integrante muy especial, no es graduada del Recinto, pero es de la CAAM 50 por adopción. Y es que su esposo César Arrufat, ya fallecido, fue egresado de ese año y ella se involucró en todas las actividades del grupo.

"Cuando se comenzó a reorganizar la clase del 50 fue por el proyecto del padrinaje de la clase del 2000. Mi esposo conservó siempre las direcciones de los graduados de Ciencias... La reverenda Myriam Visot, hoy fallecida, y yo comenzamos a enviar las cartas y  las invitaciones para que se reanudara la clase.  Eso fue en los años 93, 94 y 95...   digo que soy CAAM 50 de sentimientos, de corazón. Porque lo que me dijo mi esposo: 'Puruca copera con ellos, trabaja con ellos porque vas a estar recordándome y dondequiera que Dios decida enviarme vas a estar comunicándote conmigo'. Por eso, yo soy devota de la clase del 1950", detalló Colón de Arrufat.

En el encuentro participó el rector del RUM, doctor Jorge Rivera Santos, quien le dio la bienvenida a la delegación del CAAM 50. Asimismo, la Oficina de Exalumnos del Recinto les otorgó unos obsequios emblemáticos de la institución.

La próxima reunión de la clase que se graduó el 5 de junio del 1950, será durante el mes de enero de 2013 en San Germán. Ahora dirige el colectivo el doctor Alfredo Casta Vélez.

¡No hay duda que la profecía se cumplió, CAAM 50 es la clase más entusiasta del siempre Colegio!


  • Una delegación de la Clase de 1950 visitó recientemente el RUM. El rector Jorge Rivera Santos (al centro) les dio la bienvenida.<br>Carlos Díaz / Prensa RUM
  • El rector del RUM, Jorge Rivera Santos observa la Aristotelia del 1950, junto a un grupo de egresados de ese año.<br>Carlos Díaz / Prensa RUM
  • La Oficina de Exalumnos les obsequió a los invitados un prendedor emblemático del Centenario del Colegio.<br>Carlos Díaz / Prensa RUM
  • Uno de los legados de CAAM-50 es la escultura denominada Monumento Histórico 2000, que conmemora el cincuentenario del dinámico grupo. <br>Archivo
  • El ingeniero Santiago Quesada, fallecido a principios del 2012, fue el presidente de la clase y el gestor de varios esfuerzos, incluyendo la Aristotelia-Edición de Oro, que muestra.<br>Archivo
  • La clase se graduó el 5 de junio del 1950.<br>Archivo
Una delegación de la Clase de 1950 visitó recientemente el RUM. El rector Jorge Rivera Santos (al centro) les dio la bienvenida.<br>Carlos Díaz / Prensa RUMEl rector del RUM, Jorge Rivera Santos observa la Aristotelia del 1950, junto a un grupo de egresados de ese año.<br>Carlos Díaz / Prensa RUMLa Oficina de Exalumnos les obsequió a los invitados un prendedor emblemático del Centenario del Colegio.<br>Carlos Díaz / Prensa RUMUno de los legados de CAAM-50 es la escultura denominada Monumento Histórico 2000, que conmemora el cincuentenario del dinámico grupo. <br>ArchivoEl ingeniero Santiago Quesada, fallecido a principios del 2012, fue el presidente de la clase y el gestor de varios esfuerzos, incluyendo la Aristotelia-Edición de Oro, que muestra.<br>ArchivoLa clase se graduó el 5 de junio del 1950.<br>Archivo
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SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=2383