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Las Ciencias Sociales en acción

Por Idem Osorio De Jesús (idem.osorio@upr.edu)
PRENSA RUM

viernes, 30 de noviembre de 2012

Un grupo de científicos sociales del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) discutió, desde el punto de vista de su disciplina, el tema de la prevención de la violencia y la criminalidad en Puerto Rico en un foro que organizó la Asociación de Estudiantes de Psicología (AEPSIC) a principios de este mes.

Los expertos analizaron el complejo problema y brindaron estrategias para erradicarlo durante el evento denominado Las Ciencias Sociales en acción, en el que, precisamente, representaron las distintas concentraciones que alberga ese Departamento en el Recinto. El panel contó con la participación de los doctores Rafael Boglio, de Antropología; Carlos Hernández, de Historia; José Anazagasti, de Sociología; y Bernadette M. Delgado, de Psicología.

"Esta actividad surge como respuesta a una petición de que le diéramos un giro más educativo a la Asociación, que se basa en servir como guía a todos los estudiantes de Psicología o de Ciencias Sociales en general para que sean exitosos, para que conozcan más sobre su campo y para crear una red de apoyo con otras instituciones, con sus pares y profesores", relató Javier Arroyo Plaza, presidente de la AEPSIC, al tiempo que agregó que el colectivo proporciona diversas herramientas a sus miembros para obtener el máximo provecho a su carrera universitaria.

Motivados por esa solicitud y por su interés como futuros profesionales en aportar a la sociedad, la organización dio seguimiento a la sugerencia del profesor Boglio en convocar a los recursos con los que cuenta el RUM en un foro que arrojara luz sobre algún tema de manera interdisciplinaria.

De hecho, el primer turno correspondió al gestor de la idea, quien comenzó por definir la violencia y establecer que emerge como una conducta problemática que reprime la convivencia pacífica y productiva de la sociedad. El antropólogo precisó que su disciplina plantea este fenómeno como uno complejo que debe estudiarse desde diversas perspectivas. Como ejemplo, Boglio propuso entenderla dentro de un contexto cultural y unas variables sociales en las que se legitiman los roles de poder, se usa como forma de insubordinación o para construir identidades, entre otras instancias.

"Es necesario educar, pero no es suficiente, hace falta transformar el ambiente en el que se preparan los sujetos para que tenga algún tipo de sentido. Hay que comprometerse con la justicia social y la igualdad. Si la violencia implica desigualdad, hay que atender eso. Sin atenderlo, no podemos pensar en una sociedad libre de violencia", manifestó el catedrático.

Continuó el ciclo de ponencias, Hernández, quien abordó el tema con el rol que ha tenido su disciplina para documentar los hechos o sucesos de violencia y cómo ese proceso de recopilar el pasado ayuda a comprender el presente. Su propuesta específica contempla utilizar el relato oral como vehículo teórico para la prevención de este problema social, ya que es a través de esos testimonios que se puede llegar a conocer los sentimientos intrínsecos de quienes exponen sus vivencias.

"Considero de vital importancia, además de auscultar en los archivos históricos y los libros de la policía, internarnos en las cárceles y en las instituciones correccionales juveniles y preguntarle a los protagonistas las razones por las cuales han elegido esa vida. Lo que proponemos es revelar la dimensión humana detrás de los crímenes y sus posibles causas para construir una memoria histórica de los que han cometido delitos que nos conduzcan a una política preventiva", destacó Hernández, quien hizo hincapié en una estrategia salubrista y una agenda ciudadana inclusiva de todos los sectores del País.

Por su parte, Anazagasti brindó un panorama desde el campo de la Sociología, no sin antes advertir que la prevención de la violencia es muy ardua por su carácter heterogéneo y diverso. Coincidió con su colega Boglio al proponer concentrarse en un solo tipo de conducta a la vez.

El también director del Departamento de Ciencias Sociales, identificó y resumió su propuesta en varios puntos estratégicos que debe incluir un proyecto de prevención, como por ejemplo: que no sea estático ni inflexible, que tome en cuenta la complejidad y diversidad, que considere los actores o protagonistas, así como los problemas sociales, y que reflexione sobre el carácter utilitario de la violencia.

"Cualquier esfuerzo debe incluir una cultura de paz, no solo valores o principios éticos, sino prácticas que sustituyan las violentas de nuestra sociedad", aseguró.

Por último, tomó la palabra la profesora Delgado para compartir con la audiencia la manera en que la psicología escolar atiende los asuntos de la violencia y la criminalidad. Explicó que ese campo lo analiza desde la perspectiva científica practicante, que es la aplicación de la investigación para desarrollar estrategias de prevención, y la ecológica, que abarca los sistemas en los que se inserta el individuo, como su hogar o sus ambientes culturales.

Delgado reiteró que el psicólogo escolar sigue un proceso de cinco pasos para atajar el problema: en primer lugar, identificarlo (por ejemplo, si se trata de acoso escolar o bullying); luego, analizarlo y traducirlo en metas específicas; fomentar el diálogo entre los actores de ese contexto; crear iniciativas que consideren la idiosincrasia de cada escuela; y establecer esa respuesta de prevención.

“El desarrollo de programas ‘un tamaño sirve a todos’ no es efectivo”, opinó la catedrática al referirse a las distintas propuestas que no solo deben atemperarse a las necesidades de cada comunidad escolar, sino ser evaluadas continuamente para determinar qué funcionó y qué se puede mejorar.

El foro, que tuvo lugar en la Sala Eugene Francis del Edificio de Física, contó con la asistencia de casi un centenar de estudiantes, quienes hicieron preguntas a los ponentes. La AEPSIC planifica realizar futuras actividades para el semestre próximo cuando celebren el aniversario de los 50 años de su fundación. Esta entidad cuenta con alrededor de 25 miembros activos y está abierta a alumnos de todas las concentraciones.


  • En el panel: desde la izquierda, los doctores José Anazagasti, Bernadette M. Delgado, Rafael Boglio y Carlos Hernández. De pie en el podio, Javier Arroyo, presidente de la AEPSIC.<br>Suministrada
  • Integrantes de la Asociación de Estudiantes de Psicología compartieron con los científicos sociales al culminar el foro.<br>Suministrada
En el panel: desde la izquierda, los doctores José Anazagasti, Bernadette M. Delgado, Rafael Boglio y Carlos Hernández. De pie en el podio, Javier Arroyo, presidente de la AEPSIC.<br>SuministradaIntegrantes de la Asociación de Estudiantes de Psicología compartieron con los científicos sociales al culminar el foro.<br>Suministrada

SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=2389