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Un visionario colegial

Por Idem Osorio De Jesús (idem.osorio@upr.edu)
PRENSA RUM

viernes, 15 de marzo de 2013

Su transparencia, intensidad, compromiso, sabiduría, pasión, audacia, afabilidad y franqueza, entre muchos otros atributos y elogios, marcaron a varias generaciones de colegiales que, de ser sus estudiantes se convirtieron en sus colegas y luego en sus amigos. Su arrojo lo llevó a ser uno de los pilares del Departamento de Ingeniería Industrial (ININ) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), lo que hace que su legado sea indiscutible.

Así recordaron y celebraron sus familiares, amigos, alumnos, catedráticos, profesores retirados, empleados e integrantes de la comunidad universitaria, en un tributo y una misa que se ofició en memoria del doctor Mario Padrón, catedrático de ININ, quien falleció el pasado 23 de febrero. Precisamente, su Departamento en conjunto con el Colegio de Administración de Empresas, en los que dictó cursos hasta el momento de su partida, organizaron el homenaje que logró un lleno total en el Anfiteatro de esa última Facultad.

"Se ha marchado un gran profesor, un excelente ser humano. El doctor Padrón se distinguía por estar disponible para sus estudiantes las 24 horas, especialmente los de proyecto final. Nos daba a todos cátedras sobre la ética y moral. Siempre estaba a la disposición para ayudar a quien lo necesitara. Extrañaremos eternamente su presencia", expresaron sus compañeros de ININ en un mensaje colocado en su página electrónica.

Oriundo de Cuba y puertorriqueño de corazón, comenzó su trayectoria colegial en el 1969 cuando se convirtió en el primer docente con doctorado de Ingeniería Industrial. Trabajó junto con el profesor Orlando González Trabal, director en ese periodo del mencionado departamento, para lograr la primera acreditación del programa en esa disciplina del RUM. Otro de sus más sobresalientes éxitos fue el Plan Coop del Colegio de Ingeniería, proyecto que ejecutó en 1976 con el doctor Flavio Acarón. Luego, dirigió el Departamento de manera interina en 1979.

El catedrático capitaneó los esfuerzos necesarios para desarrollar la maestría en Ingeniería Industrial, trabajó en la creación del Centro de Cómputos y, más adelante, instaló su primer servidor web.  Fue el gestor de la Fábrica Modelo y del Laboratorio de Automatización y Robótica e implementó, junto con otros profesores, el Certificado en Gerencia de Proyectos.

Padrón se doctoró en Sistemas de Ingeniería, con concentración en investigación de operaciones de la Universidad de Florida, de donde también obtuvo sus grados de bachiller y maestría. En el 1982, realizó un segundo doctorado en Psicología de la Universidad de Illinois, en Urbana Champaign. Aparte de su carrera docente, trabajó y fue asesor de un sinnúmero de empresas privadas.

La misa, que se celebró el pasado 7 de marzo con la colaboración de la entidad estudiantil Grupo Apostolado Católico Rumbos, sirvió de marco solemne para resaltar la vida de este insigne colegial. Las palabras del Padre José "Cheo" Aponte, recabaron la importancia de vivir con una gran fortaleza moral y conciencia ética profunda, algo que todos sus conocidos describieron en el doctor Padrón.

"Yo intuyo que Mario, por lo que he leído de él y por lo voy viendo aquí, era una persona bastante apasionada, de un carácter fuerte, pero bueno. Era la fortaleza que daba esa lucha por buscar un orden", reflexionó el sacerdote, al tiempo que aprovechó para enaltecer la labor docente que permite guiar y aportar al sentido de honestidad de nuevas generaciones. "Eso va incidiendo en la manera en que no tratamos de perder perspectiva de la belleza que nos rodea, de esta vida tan difícil, pero hermosa que tenemos. Por lo tanto, es un día que damos gracias por una vida especial, de trabajo, de sacrificio", agregó al referirse al legado de Padrón.  

Toda la gente que se congregó en el homenaje, dio fe de la existencia fructífera en el plano profesional, personal y espiritual del educador. Su sombrero, sus cenizas y sus fotos permanecieron indelebles ante la audiencia, como si se tratara de su presencia física en el auditorio.

Al concluir la misa, representantes de ININ y de ADEM ofrecieron breves mensajes de despedida en los que resaltaron el orgullo de conocerlo y trabajar con él. De igual forma, varios de sus amigos entrañables, su familia, sus colegas y alumnos entrevistados por Prensa RUM quisieron dejar plasmadas las historias y recuerdos de quien consideran su eterno mentor.  

"Él fue profesor de muchos de los que hoy somos docentes de Ingeniería Industrial y aunque sentimos mucha tristeza, podemos celebrar su vida", reiteró la doctora Sonia Bartolomei, su alumna entre el 1980 al 1981.

"El que haya decidido estudiar maestría y doctorado se lo debo a él que puso ese granito de arena para uno pensar si tenía esa vocación; él la encontró y hoy día estamos aquí. Siempre fue mi maestro, así que aunque era colega, yo lo veía como ese padre que en algún momento me faltó y siempre lo buscaba para tomar decisiones, para ver la luz. Agradezco la oportunidad que me dio siempre de ser su amiga", añadió Bartolomei, admiradora de su transparencia, sabiduría y pasión.

De hecho, la catedrática enfatizó en que la mayoría de los logros de ININ se deben al esfuerzo que dedicó a proyectos de gran envergadura y que lo convirtieron en un visionario.

Su amor desmedido por el Recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico era el motor que impulsaba ese ímpetu, opinó otro de sus colegas y discípulos, el también catedrático de ININ, doctor David González.

"Estaba bien orgulloso del Colegio; siempre decía que aquí se ofrecía el mejor servicio que le ha dado el estado a sus constituyentes", relató González, quien describió a Padrón como un verdadero académico y luchador incansable por salvaguardar su disciplina.

"En un momento determinado, a finales de los 70 y 80, hubo unas condiciones laborales que propiciaron una fuga masiva de cerebros boricuas. El Departamento de Ingeniería Industrial se quedó casi sin profesores y él prácticamente ofrecía la mayoría de los cursos, incluso por vídeo, corría todo, se quedó batallando y de lo contrario, quizás no estuviéramos aquí", contó.

El catedrático destacó la sinceridad y transparencia de Padrón, quien no vacilaba en decir la verdad de frente aunque eso implicara alguna fricción, pues lo hacía con la mejor de las intenciones de que la persona mejorara o aprendiera del proceso. "Era una persona intensa, directa y afable".

Lo mismo aplicaba con sus estudiantes, otra de sus grandes pasiones. De hecho, González y otros entrevistados coincidieron en que su vocación de educador trascendía fronteras, y aunque era muy estricto, siempre estaba disponible a ayudar a sus alumnos a cualquier hora. Esto, solo con los que mostraban interés verdadero y se esforzaban en sobresalir, aclararon.

Así también lo constataron otros dos de sus discípulos que ahora trabajan en la compañía Hewlett Packard, en gran medida gracias al empuje y la mentoría del profesor Padrón. Se trata de Lucy Crespo, gerente general y Luis Ángel Nieves, gerente de compras de esa empresa.

"Me gradué de la clase de 1981 y puedo decir que no solamente era un profesor extraordinario, sino un amigo. Siempre estaba con nosotros en todas las actividades, nos ayudaba, nos aconsejaba. Incluso a través de toda mi carrera profesional siempre estuve trabajando con él los proyectos de sus estudiantes. Era una inspiración, un hombre extraordinario, con un compromiso con la educación, con el País, siempre buscando echar a Puerto Rico hacia adelante", manifestó muy emocionada Crespo.

Por su parte, Nieves, quien completó su bachillerato y maestría en ININ de la mano de Padrón, también se siente afortunado de haber contado con su sabiduría y su amistad.

"Le gustaba sacar el máximo de los estudiantes y te retaba intelectualmente. Estaba siempre incentivando para que sobresalieras como alumno y persona, tratando de obtener lo mejor de cada uno. Si veía cierta destreza en ti, trataba de que te dirigieras por esa vía. Observaba y veía cuál era el don de cada cual y cómo lo podíamos desarrollar. Luego, se convirtió en un excelente amigo, nos visitábamos frecuentemente. Cuando tenía alguna duda, de lo que fuera, tenía la confianza de ir su casa y platicar".

Ese don de ir más allá por sus discípulos, lo practicó también con intensidad a través del Plan Coop, un proyecto que le entusiasmaba, pues era la plataforma ideal para que se pulieran, adquirieran experiencia profesional y fueran embajadores del RUM.

La directora del Programa por los pasados 12 años, Ellen Acarón, colaboró de cerca con el educador en este esfuerzo, ya que aparte de ser uno de los fundadores, junto a su suegro Flavio Acarón, era el coordinador de ININ. Su interés era tan grande que la llamaba y visitaba frecuentemente para compartir ideas nuevas o evaluaciones excelentes de parte de las empresas sobre el desempeño de los colegiales.

"Le encantaba hablar con los participantes de Coop y él era el favorito para ellos porque siempre tenía una anécdota jocosa, brindaba mucha energía. Así que como era y es nuestra misión que se trate bien a los alumnos y se les ofrezcan las mejores oportunidades, para mí es una pérdida increíble, no solamente como ser humano excepcional, sino para el Programa y el Colegio de Ingeniería. Nos va a hacer mucha falta aquí", reveló Acarón.

Su familia, representada por su viuda Mercedes, su hija Beatriz y su nieta Gabriela González Padrón, agradecieron todas las manifestaciones de cariño y respeto hacia su amado esposo, padre y abuelo.

"Esto ha sido parte del legado de esta institución a la que mi marido le dedicó tantos años. Me consta que Mario tocó muchas vidas y esta es una pequeña muestra de eso y vivirá siempre en mi corazón. Fueron 51 años de casados y tres de noviazgo, así que la pérdida es muy grande, el vacío es enorme y la tristeza, increíble", expresó Mercedes Padrón, al tiempo que describió a su compañero de vida como un "superpadre, esposo, buen proveedor, siempre malcriándonos, siempre al tanto de nuestras necesidades".

Al profesor Padrón también le sobreviven sus otras dos hijas Patricia y Cristina y sus nietos Alejandra Beharrii, Asif Beharrii, Radai José Mendoza, Mario Andrés García, Luis Daniel García y Sofía Thompson.

"Mi papá siempre decía 'yo no quiero nada, yo esto lo hago por ustedes y los nietos para que tengan una vida encaminada',  siempre pensando en la forma correcta, con palabras muy sabias. Él fue un pilar en mi vida", aseveró, por su parte Beatriz, la menor de las tres hijas, quien aseguró que su papá estuvo preocupado por sus discípulos hasta el último respiro de vida.  

"El Colegio era su segundo hogar. Era un amigo para todos aquellos que quisieran ser su amigo, una persona extremadamente moral y ética, desprendida, pensaba en encaminar a muchos a seguir estudiando, a buscar mejores trabajos, a superarse en su vida, los estudiantes iban a mi casa, tenían su número de celular, fue excepcional", abundó su esposa.

La nueva generación

José Oquendo, Marina Vega, Valerie Molina y Andrea McDougall son cuatro de sus más recientes alumnos que dijeron presente en la misa y homenaje al educador. De hecho, los jóvenes son parte de la Sociedad de Honor de Ingeniería Industrial, una entidad que también fundó Padrón.

"Fue uno de los pilares de esta organización y ciertamente hemos recibido el impacto de su pérdida. Decidimos venir como grupo en muestra de solidaridad porque todavía quedamos personas con esas cualidades, que él buscaba, estudiantes comprometidos con lo que es el desarrollo de esta ingeniería dentro del Colegio. Nosotros queremos continuar el legado que dejó en el Departamento", aseguró José, actual presidente de la Sociedad.

"Me uno a las palabras de mi compañero. Padrón impactó la Universidad, a nuestro Departamento y creó muchas de las iniciativas de las que nosotros nos beneficiamos como el Plan Coop en el que hemos participado, al igual que la Certificación en Gerencia de Proyectos. Toda esa influencia nos va a ayudar a desarrollarnos como profesionales, así que merece que estemos aquí rindiéndole respeto", expresó Marina.

El Departamento de Ingeniería Industrial celebrará un Homenaje póstumo al colegial el sábado, 20 de abril a la 1:30 p.m. en el Anfiteatro del Edificio de Enfermería. Para mayor información y confirmar asistencia, favor de llamar al 265-3819 o envíe un correo electrónico a: mayrai.colon@upr.edu.


  • El doctor Mario Padrón, primero a la izquierda, comparte en esta foto de archivo con sus colegas y compañeros David González, Sonia Bartolomei y Ellen Acarón.<br>Suministrada
  • La vocación docente de Padrón trascendía fronteras. Aquí ofrece una charla a los estudianates del Plan Coop.<br>Foto por Mariel Del Toro
  • El catedrático, segundo desde la izquierda, fue el autor de importantes logros del Departamento de Ingeniería Industrial, entre ellos su acreditación y programa de maestría.<br>Suministrada
  • La misa, a cargo del Padre José "Cheo" Aponte, sirvió de marco solemne para resaltar la vida del insigne colegial. <br>Carlos Díaz/Prensa RUM
  • Familiares, amigos, alumnos, catedráticos, profesores retirados, empleados e integrantes de la comunidad universitaria rindieron tributo al educador en el Anfiteatro de Administración de Empresas.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM
  • Su familia estuvo representada, desde la izquierda, por su hija Beatriz Padrón, su viuda Mercedes Padrón y su nieta Gabriela González Padrón, quienes agradecieron todas las muestras de cariño y respeto.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM
El doctor Mario Padrón, primero a la izquierda, comparte en esta foto de archivo con sus colegas y compañeros David González, Sonia Bartolomei y Ellen Acarón.<br>SuministradaLa vocación docente de Padrón trascendía fronteras. Aquí ofrece una charla a los estudianates del Plan Coop.<br>Foto por Mariel Del ToroEl catedrático, segundo desde la izquierda, fue el autor de importantes logros del Departamento de Ingeniería Industrial, entre ellos su acreditación y programa de maestría.<br>SuministradaLa misa, a cargo del Padre José "Cheo" Aponte, sirvió de marco solemne para resaltar la vida del insigne colegial. <br>Carlos Díaz/Prensa RUMFamiliares, amigos, alumnos, catedráticos, profesores retirados, empleados e integrantes de la comunidad universitaria rindieron tributo al educador en el Anfiteatro de Administración de Empresas.<br>Carlos Díaz/Prensa RUMSu familia estuvo representada, desde la izquierda, por su hija Beatriz Padrón, su viuda Mercedes Padrón y su nieta Gabriela González Padrón, quienes agradecieron todas las muestras de cariño y respeto.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM

SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=2478