Se le conoce como el poeta nacional de la vecina República Dominicana y pilar de la creación literaria de corte social que lo consagró como un eje trascendental de las letras caribeñas durante el siglo XX. Se trata de Pedro Mir, domador de palabras antillano, quien tuvo como padres a una puertorriqueña y un cubano, quienes concretaron el génesis de este creador en San Pedro de Macorís.
Precisamente, este corte de interrelación entre naciones del Caribe hispanoparlante se hizo presente en la conferencia en honor al centenario del escritor. El Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) y su Departamento de Estudios Hispánicos (ESHI), en conjunto con el Centro Cultural de Lajas y la iniciativa El Sur visita al Sur, recibió al profesor Rafael Pineda, ministro consejero del Consulado Dominicano en Uruguay, quien desde la tierra de Benedetti, llegó para ofrecer una charla sobre la vida y obra de Mir.
“Este autor nació en el interior de un ingenio azucarero en la Macorís del Mar, corazón del desarrollo económico durante el siglo pasado”, indicó el docente, quien, entre varias hazañas, fue gestor de la Secretaría de Cultura del vecino país, por sus esfuerzos con escritores de San Juan de la Maguana, su provincia natal.
El pedagogo transportó a la audiencia en una travesía de creación artística que inició con el impulso que lo otorgó Juan Bosch, otro de los principales literatos de Quisqueya, a Pedro Mir, cuando publicó sus escritos en el Listín Diario, uno de los rotativos más leídos de la Isla aledaña a Puerto Rico.
“¿Será este muchacho el esperado poeta social dominicano?, se preguntó este ser que impulsó su carrera, cuyo cuestionamiento fue profético”, manifestó Pineda.
Gracias a esta propulsión, Mir se comprometió a rescatar la lucha de los trabajadores, ya que había crecido en este espacio. Sin embargo, este aire de crítica que presentaba a través de sus escritos fue motivo de enojo para Rafael Leonidas Trujillo, quien se encontraba en el poder para aquel entonces, y quien lo obligó a marcharse.
El exiliado se radicó en Cuba y fue allí donde tuvo la oportunidad de dar paso al escrito que lo bautizó como un poeta de excelencia literaria: Hay un país en el mundo.
“Esta obra cumbre, a pesar de la pluralidad de interpretaciones que se le puede otorgar a cada verso del poema, cuenta con un aire de misterio porque puede tratarse de varios espacios territoriales y no únicamente de la tierra que lo vio nacer. En él se hizo evidente el poeta popular”, acotó el especialista.
Al mismo tiempo, compartió que, “además de buen poeta, era un excelente declamador”, hecho que confirmó Prensa RUM en el momento en que Pineda compartió un audio de la voz de Mir declamando Contracanto a Walt Whitman, otra de sus obras más importantes.
Este autor, además de sus poemas de corte social, escribió versos de amor, dedicó un libro a las hermanas Mirabal, así como a Julia de Burgos, y también se desempeñó como periodista.
Sobre la relación que tuvo el profesor Pineda con el vate dominicano, expresó que era muy accesible, escuchaba a todos sus alumnos, conversaba con fluidez y era muy comunicativo.
“Crecí escuchándolo intelectual y culturalmente”, dijo.
Por otro lado, y refiriéndose al evento que le posibilitó visitar a Puerto Rico para dictar su conferencia, Pineda se mostró muy complacido con la oportunidad que representó compartir las raíces caribeñas.
“Me parece que este tipo de alianza cultural es importante porque expresa lo que es ser antillano. Nuestra cultura se propaga y rompemos con el insularismo y el aislamiento. Es fundamental esta relación y debe seguir ampliándose”, aseguró.
La foto en portada se obtuvo de http://acento.com.do.
