Dar a conocer los resultados de un trabajo científico, luego de una jornada extensa, ardua y comprometida, es lo que le da relevancia y completa un ciclo. Esa fue la meta principal del Tercer Simposio de Investigación Subgraduada del Departamento de Biología del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) que logró, el pasado 4 de mayo, una respuesta masiva a su convocatoria con una participación de 88 alumnos.
De hecho, el respaldo a esa misión consiguió que casi se duplicara el número de noveles investigadores desde su primera edición en el 2011. A juicio de su creador y coordinador principal, doctor David Logue, el éxito se debe en gran parte a que los mismos protagonistas se han dado cuenta de las ventajas que obtienen al exponer en un foro con la misma rigurosidad que exigen las conferencias nacionales e internacionales.
"El propósito inicial es tomar el trabajo que los estudiantes realizan todo el año en sus laboratorios, en sus respectivas disciplinas y compartir esos hallazgos con la comunidad. Ellos aprenden de eso a nivel personal, pero también enriquecen su conocimiento científico y académico", aseguró el catedrático auxiliar de Biología.
Asimismo, agregó que el evento aspira a fortalecer otras destrezas en los jóvenes para que aprendan a comunicar sus resultados, hablar en público, robustecer sus resumés y, al mismo tiempo, causar un impacto directo en su entorno.
"Pensamos que es importante contribuir a una sociedad dinámica e intelectual. A veces se da la impresión de que Puerto Rico y la región oeste están aislados y que la única oportunidad que tenemos de hablar sobre ciencia es en el salón de clases, así que esta es una buena coyuntura para que colegas, pares y personas de diversas disciplinas compartan sus ideas y experiencias. Se integran la ciencia y la comunidad", reiteró Logue.
Otro incentivo con el que contó la tercera edición del Simposio fue la subvención que este año recibió del Howard Hughes Medical Institute que auspició el trabajo de una tercera parte de los colegiales subgraduados y sus profesores, no tan solo para presentar sus trabajos a nivel local, sino en reuniones científicas fuera del País. Así lo constató la doctora Nanette Diffoot Carlo, directora del Departamento de Biología, quien destacó que los fondos permitieron además traer una serie de conferenciantes invitados.
"Algo que se ha establecido en las agencias de educación es que para ofrecer un programa en ciencias, tienes que desarrollar las destrezas de investigación. Un estudiante no debe graduarse con un bachillerato sin haber pasado por ese proceso y el Simposio cumple con esa meta. Me parece esencial que sea reconocido como importante, no solamente para Biología, sino para todas las disciplinas científicas. Nuestros alumnos han sido afortunados por esta iniciativa que nace del doctor Logue y al que hemos unido esfuerzos para aportar a que vaya creciendo", aseveró la Directora, al tiempo que agradeció a los integrantes de su Facultad y al personal no docente por la ayuda incondicional para realizar la actividad.
De hecho, la idea de que el Simposio trascienda a más departamentos, incluso a otras universidades es parte de los objetivos, que ya este año se comenzó a cumplir al contar con estudiantes invitados del Recinto de Ponce de la Universidad de Puerto Rico (UPR) y el Recinto de San Germán de la Universidad Interamericana.
"Queremos que esto continúe. Entendemos que a los alumnos y la comunidad en general les ha agradado mucho. Las evaluaciones son muy positivas, se nota en los jóvenes el interés y el deseo de participar; entienden y están aceptando el reto. Los estamos preparando para que sean exitosos en el futuro y que puedan hacer esto a nivel internacional. Esperamos realizarlo todos los años, que sea algo que toda la institución mire como una meta y que se promueva la ciencia", afirmó, por su parte, el doctor Luis Ríos Hernández, catedrático asociado de Biología y miembro del comité organizador.
Precisamente, el profesor explicó que todo el proceso de planificación que comenzaron desde principios de semestre, incluyó una logística que contempló la serie de conferenciantes invitados, la organización de las distintas sesiones por temáticas, la composición del jurado en cada una de estas para evaluar a los participantes, la elección de los moderadores y hasta la coordinación de los alimentos que se ofrecieron a todos los asistentes.
Demuestran su audacia
Wilmer Rodríguez Polanco, Kimberly Ruiz Rosado, Andrea Hernández e Isabel Rojas Ferrer fueron cuatro de los más de 80 colegiales que se dieron cita en el Edificio de Biología para medirse en buena lid ante sus pares y sus profesores, a quienes comunicaron los resultados de sus proyectos.
"Trabajo en el laboratorio del doctor Carlos Ríos Velázquez, buscando agentes microbianos para, por ejemplo, producir antibióticos, por el problema que tenemos hoy día en que las bacterias se están haciendo resistentes a estos y causando muchas infecciones. Es más difícil combatirlas, incluso hay casos de muerte", relató Wilmer, a punto de culminar su bachillerato en Microbiología Industrial.
El alumno, quien proseguirá estudios graduados en agosto, opinó que este foro le dio una valiosa ventana para mostrar las cualidades de los más jóvenes que se abren paso en el mundo científico.
"Es como dice el profesor, quizás alguien encuentra la cura del cáncer, pero si no se publica o se deja saber, de nada vale. Esta es una buena oportunidad de informarle al público lo que estamos haciendo sobre diferentes temas innovadores. Pienso que es gratificante para el estudiante, porque es capaz de demostrar sus talentos y cualidades, que estamos haciendo algo de utilidad".
Sin duda, esa exposición que obtienen es un denominador común para los participantes, pues es una excelente manera de que sus pares y mentores conozcan sus trabajos. Para Kimberly, por ejemplo, esta fue su primera vez en un Simposio, no obstante, le permitió desde ya crear una red de contactos con otros profesionales del campo.
"Además de practicar cómo presentar esta información a una comunidad científica, también se trata de diseminar los datos que generamos en el laboratorio que es uno de los objetivos principales, ya que si hacemos ciencia, tenemos que darla a conocer al mundo", aseguró la también discípula de Biotecnología Industrial.
Igualmente, para Andrea, en cuarto año de Biología, la experiencia le otorgó un pase directo a lo que será su próxima travesía académica, la escuela de veterinaria, a la que ya fue admitida para comenzar en agosto de este año.
La bióloga trabajó con el tema de la genética de los perros satos en Puerto Rico, con la aspiración de ofrecer en un futuro este servicio a los albergues y clínicas especializadas de la Isla.
"Este tema me encantó porque es algo que quiero seguir estudiando, ya que una de las cosas que más me preocupa de este País es la gran cantidad de animales que hay en la calle. Es un método que estamos analizando, que ayudaría mucho en el futuro a reducir esa cifra".
Coincidió Isabel, cuyo estudio también está relacionado con animales, pero en su caso, con aves, para estudiar específicamente la métrica rítmica del canto del turpial.
"Después de dedicar tanto tiempo a estas investigaciones, el Simposio fue esa oportunidad de por lo menos decir 'con esto es con lo que yo trabajo y me lo sé así de bien'. También para discutir otros proyectos, ver la capacidades que tiene el Departamento, no tan solo del que está presentando, sino de uno como estudiante que está escuchando y se hace preguntas de estos temas que quizás no ha visto anteriormente, pero le interesa o por lo menos le inspira curiosidad", puntualizó la alumna de Microbiología Industrial.
El Simposio incluyó dos conferencias plenarias a cargo de Julian Olden, del Freshwater Ecology & Conservation Lab del Olden Research Group de la Universidad de Washington; y Mostafa Elshahed, del Microbial Ecology and Environmental Genomics Laboratory de Oklahoma State University. Al final de la jornada, se reconocieron a los estudiantes más destacados en cada una de las categorías.