El Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) demostró, una vez más, que cuenta con los recursos para continuar consolidándose como un gran baluarte en educación e investigación, al conferir un total de 27 grados doctorales, la mayor cantidad hasta el momento en la historia colegial.
Este año, el más alto grado académico que desde el 1983 se concede en el RUM, fue conferido el viernes, 14 de junio durante la nonagésima novena colación de grados, a cuatro alumnos de Ciencias e Ingeniería de la Información y la Computación; igual número a Ciencias Marinas e Ingeniería Química; dos de Ingeniería Civil; y trece de Química Aplicada.
“La otorgación de estos doctorados es una contribución del Recinto a una cuota significativa, a la potenciación de nuestra propia empresa económica, social y cultural. En términos institucionales, es una muestra del nivel de madurez y productividad que han alcanzado nuestros programas, y eso es para nuestra Institución un hecho notable y esperanzador; un paso firme hacia lo que esperamos sea la consolidación de una universidad donde la enseñanza, la investigación y el pensamiento creativo, convivan y se sustenten mutuamente en nuestro quehacer diario”, sostuvo el doctor Jaime Seguel, decano interino de Asuntos Académicos.
Por su parte, la doctora Betsy Morales, directora de la Oficina de Estudios Graduados aseguró que el éxito del programa doctoral se debe al enfoque de todas las partes en alcanzar estos logros.
“Hay muchos componentes que influyen, como son los profesores y las oportunidades de enseñanza, pero el más importante es la investigación. El hecho de que puedan involucrarse en ciertas investigaciones y hacer sus publicaciones ayuda al estudiante a desenvolverse como un profesional y culminar su doctorado con una experiencia completa”, precisó.
Asimismo, insistió en la importancia de motivar a los colegiales a proseguir estudios graduados en el otrora Colegio de Agriculturas y Artes Mecánicas.
“Estudiar un doctorado es un reto personal; un ejemplo que debemos enfatizar en la graduación. Por eso debemos continuar dándonos a conocer y buscar los mecanismos para seguir reclutando a los mejores estudiantes, quienes son el producto de lo que somos, no como escuela graduada, sino como institución universitaria”, indicó.
Precisamente, con esa finalidad, Seguel subrayó que en la búsqueda de continuar aspirando a la universidad ideal, confian en que duplicarán la cantidad de programas doctorales en el Recinto.
“Gracias al esfuerzo de nuestros docentes e investigadores, esperamos lograr nuestro objetivo que es ampliar el espectro de nuestra oferta tanto en campos tradicionales como en emergentes e interdisciplinarios, por lo que confiamos, en los años venideros, batir varias veces nuestros propios récords en la otorgación de doctorados”, precisó.
De igual forma, Morales añadió que se espera aumentar la oferta académica con cinco nuevos programas graduados, luego que sean certificados por el Consejo de Educación Superior y avalados por la Junta Administrativa y de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico. Las maestrías serían en Ciencias de Ingeniería y Materiales; y Bioingeniería. Mientras, los doctorados incluirían Ingeniería Mecánica, Bioingeniería e Ingeniería Eléctrica.
Sobresalen los químicos
Este año, otro logro significativo durante los actos de graduación fue la entrega de 13 doctorados en Química Aplicada. Esta se convierte en la mayor cantidad otorgada desde que comenzó el programa en el 2004.
“Esto es un reflejo de que los profesores están bien activos en su campo de investigación, y que el estudiantado quiere mejorarse cada vez más porque lo hemos notado en el aumento de alumnos que ingresan a nuestro programa doctoral”, aseguró el doctor René Vieta, director del Departamento de Química.
Por su parte, el decano Seguel enfatizó la importancia de este logro para la ya centenaria institución universitaria.
“Representa un récord dentro del récord. Además, por ser este uno de los programas más jóvenes se convierte en un fenómeno inusual, digno de ser observado por las lecciones que nos pueda aportar. No obstante, esto conlleva también el enorme desafío de mantener niveles altos de productividad en los próximos años, aunque ese es en realidad el reto de todos nuestros currículos”, aseveró.
El programa, cuyo primer doctorado se otorgó en el 2008, es uno interdisciplinario, lo que se vuelve un atractivo para el estudiante que busca integrar varias materias a su formación académica.
“La Química Aplicada es innovadora, y lo que la enriquece es que los profesores incluyen investigadores de otros departamentos y los estudiantes tienen la oportunidad de utilizar laboratorios que no son de su especialidad”, explicó Vieta.
Asimismo, dijo sentirse muy complacido con la extraordinaria labor que realizan sus colegas.
“Yo siempre he estado bien orgulloso de mi Departamento y de los logros de mis compañeros, por lo que espero que esto sea un ejemplo para el resto del Recinto, y que otros departamentos se animen en la integración de sus programas”, expresó el también catedrático de Química, al tiempo que exhortó a los estudiantes a continuar enalteciendo el recinto mayagüezano.
“Siempre digo que el Colegio siempre será el Colegio, así que esperamos que nuestros egresados continúen poniendo el nombre de nuestro Recinto en alto dondequiera que vayan”, resaltó.
Atractivo destino académico
De otro lado, la amplia presencia de estudiantes internacionales que ha caracterizado al RUM también se hizo notar en los actos de graduación, pues diecisiete de los grados doctorales conferidos fueron, precisamente, a este sector universitario.
En esta ocasión, el más alto grado académico recayó sobre once colombianos, un costarricense, un mexicano, un peruano, dos venezolanos y un ruso.
"Tenemos una gran cantidad de alumnos internacionales que llegan a nuestro Recinto con el afán de conseguir un título y regresar a sus países a hacer una diferencia", manifestó Morales.
La catedrática de Inglés aseguró que entre los factores que atraen a esta población al RUM, además del idioma y la cultura, se encuentra la oportunidad de abrirse paso en los Estados Unidos.
"Nosotros somos ese trampolín para continuar con su experiencia investigativa que es muy importante para ellos".
Fotos: Carlos Díaz/Darío Ayala