Construyeron cohetes, satélites, carritos, y hasta simularon la caída de un meteorito. Todo esto con materiales sencillos y reciclados. El fin fue acercarlos más a la ciencia y la tecnología de una forma divertida.
Se trató del campamento NASA Summer of Innovation (SOI), coordinado por el Puerto Rico Institute of Robotics (PRIOR), que por seis semanas albergó el Edificio de Física del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).
La iniciativa educativa impactó a unos 300 niños de cuarto a noveno grado que transcurrieron semanalmente en grupos aproximados de 50.
"El propósito de estos campamentos es despertar el interés por el estudio de Ciencia y Tecnología. NASA auspicia esto porque en el 2030 tienen una misión que va a llegar a Marte y estamos seguros que la completarán estos muchachos que están aquí, ellos serán los científicos del futuro", indicó el profesor Rubén Otero Rivas, coordinador del NASA SOI.
Agregó que se utiliza el método de juegos didácticos para despertar en los chicos la curiosidad en las mencionadas ramas.
"La retroalimentación de los niños y los padres ha sido buena, cuando llegan a la casa, les cuentan a sus papás lo que han hecho", indicó el también maestro de la Escuela Vocacional Luis Negrón López, de Sabana Grande.
Precisamente, Prensa RUM pudo constatar que los participantes estaban muy entusiasmados con el aprendizaje de conceptos y sobre todo, de tener la oportunidad de ver los resultados de los diferentes modelos elaborados.
"Hemos hecho carritos impulsados por aire y satélites que funcionan. Lo más que me gustó fue el satélite impulsado por aire, uno de mis compañeros lo soplaba, lo poníamos en un hilo y se impulsaba, y se veía como si volara. Y los carritos eran con materiales reciclados. Me gusta la ciencia porque hay muchas cosas que descubrir. He descubierto que los meteoritos no se disuelven a veces y se desintegran en la atmósfera y vienen a velocidades muy rápidas", dijo con fluidez José Fabián González Hernández, de nueve años, quien pronto cursará su cuarto grado en la Academia Inmaculada Concepción, de Mayagüez
A Zuleyka Ortiz Pérez, de la Inspiration Christian Academy, de Cabo Rojo, lo más que le llamó la atención fue la visita al Planetario.
"Lo he pasado muy bien, he conocido muchas personas. Yo me quería apuntar porque yo amo la ciencia, y me encantan los planetas y la astronomía. Con este campamento he aprendido más sobre planetas que no conocía, sobre satélites y cohetes", afirmó la joven de 12 años, quien iniciará su séptimo grado en agosto.
"Se lo recomendaría a otros estudiantes porque: primero, es educativo; segundo, aprendes muchas cosas y tercero, te diviertes haciéndolo y no te quedas en tu casa aburrido", agregó.
Por su parte, Christian Miranda Ruiz, pasó parte de su visita a Puerto Rico en modo de aprendizaje activo. El chico de 14 años, residente en Texas, dijo que fue muy entretenido participar en el campamento.
"Está muy cool, es una buena experiencia, he hecho muchas cosas nuevas", señaló el joven matriculado en el noveno grado de la Forester School.
También Karina Inette Ojeda, de 11 años, quien será estudiante de sexto grado de la Escuela Cruces, de Mayagüez, disfrutó mucho su verano científico.
"Es bien bueno. Lo más que me gustó fue ir al Planetario porque aprendimos nuevas cosas, constelaciones y las rotaciones de los planetas", sostuvo.
El gran final de la jornada educativa fue el lanzamiento de los cohetes que cada niño construyó con una botella de refresco. El patio de Física sirvió de escenario para el divertido y emocionante despegue de los modelos que en el interior contenían agua.
Según explicó Otero Rivas, el proyecto de NASA siempre ha tenido un vínculo especial con el Colegio, a través del doctor Juan González Lagoa, catedrático jubilado ad honorem del Departamento de Ciencias Marinas y afiliado en Mayagüez del NASA Puerto Rico Space Grant. Asimismo, destacó la colaboración del ingeniero Wense López, director de PRIOR.