Siete días de inmersión en el amplio mundo de la Biotecnología con un enfoque especial en el servicio comunitario y el ambiente. Así transcurrió la séptima edición del Campamento BETTeR-IC+2013, que este año agrupó a 32 estudiantes de escuela superior.
La iniciativa, liderada por el doctor Carlos Ríos Velázquez, coordinador del Programa de Biotecnología Industrial del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), tiene como propósito que los preuniversitarios se expongan a la ciencia, a la tecnología y al servicio comunitario.
El campamento residencial incluyó: talleres, visitas a laboratorios del Colegio, la participación en la siembra de un huerto comunitario en el barrio El Maní de Mayagüez, la exposición de los temas de Biotecnología Marina y Bióptica en la Isla Laboratorio Magueyes; y un viaje de campo a la farmacéutica Amgen, entre otras actividades formativas y recreativas.
"Es una gran responsabilidad, los padres nos prestan a sus hijos por una semana, y la pregunta es qué va a ocurrir, y uno va notando, cuando pasa el tiempo, cómo la emoción de los chicos y las chicas empieza a aumentar. Es un campamento que se basa en hacer, damos explicaciones, pero tienen un aprendizaje activo, los estamos exponiendo a diferentes disciplinas, permitiéndoles que ellos conozcan las distintas áreas", explicó Ríos Velázquez.
La experiencia educativa es posible gracias a una colaboración entre el Centro Hemisférico de Cooperación en Investigación y Educación en Ingeniería y Ciencia Aplicada (CoHemis) y el Programa de Biotecnología Industrial, ambos del Recinto. Eso permite que un equipo interdisciplinario pueda orientar a los participantes en diversas materias.
La instrucción y atención a los acampantes incluyó la asistencia de alumnos graduados y subgraduados del RUM, quienes se convierten en modelos de los menores.
"Uno de los componentes importantes de los equipos educativos es que hemos incluido estudiantes, porque creemos que esa mentoría es esencial, y permite que la brecha sea menos extensa y que puedan comunicarse más efectivamente con los muchachos", agregó.
Precisamente, Prensa RUM entrevistó a algunos de los asistentes de BETTeR-IC+2013, quienes coincidieron en que la experiencia les ayudó para definir su carrera universitaria.
"A mí me apasionan las Ciencias y las Matemáticas; la Biotecnología es lo mío. Química y Biología es lo más que me gusta y para mí, este ha sido el mejor campamento de verano de mi vida. Lo más que me ha llamado la atención es cómo el conocimiento científico y técnico lo puedes llevar a la comunidad. En mi futuro universitario ya estoy definido en que quiero venir al Recinto Universitario de Mayagüez a hacer mi bachillerato en Biotecnología y luego seguir en la Ingeniería Genética", expresó Miguel Ortiz Mercado, de 17 años, quien comenzará el duodécimo en la Escuela Secundaria de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras.
Coincidió Paul Rivera Torres, de la misma edad y grado, y que asiste a la Escuela Superior Jardines de Ponce.
"Es una experiencia superbonita, muy interesante. Sinceramente no reconocía lo que era la Biotecnología y al llegar a este campamento aprendí qué era, sus usos en la genética y un sinnúmero de investigaciones que se realizan hoy día. Me ha llamado la atención y pienso que puede ser una carrera profesional. Mi meta es estudiar Bioquímica y desarrollar fármacos y medicamentos; quisiera beneficiar al hombre y a la comunidad", dijo el joven.
De hecho, Paul también planifica estudiar en el RUM, donde ya se integra con el proyecto Ciencias Sobre Ruedas.
Para Elizabeth Torres de Jesús, de 17 años, de la Escuela Luis Muñoz Rivera, representó una experiencia "bien intensa" y de constante aprendizaje.
"Yo vine por curiosidad porque todavía no he decidido qué es lo que voy a estudiar y asistí para explorarlo como una opción y hasta ahora me está gustando bastante. Me parece interesante que la Biotecnología mezcle tantos campos de la ciencia y que busca solucionar los problemas con un enfoque moderno y visión hacia el futuro", expresó la chica, quien cursará su cuarto año de escuela superior.
La menor de los entrevistados fue Camille Maldonado González, de 15 años, alumna de la Escuela Superior Lino Padrón Rivera, de Vega Baja, quien encontró el campamento "muy enriquecedor".
"Se lo recomiendo a cualquiera, las actividades, los lugares donde nos llevan son muy interesantes. Es ver la ciencia desde otro punto de vista, he podido conocer más sobre la Biotecnología. Es chévere porque te lo explican de una forma divertida. Espero que este campamento sirva para sentar las bases de lo que quiero estudiar en el futuro", señaló Camille, quien cursará el undécimo grado.
Los jóvenes pernoctaron durante la semana del 15 al 21 de julio en las instalaciones de hospedaje del Obispado de Mayagüez.
La jornada concluyó con las presentaciones de los participantes, quienes desarrollaron propuestas para un proyecto de impacto comunitario o escolar.