portico

Del laboratorio al salón de clases

Por Rebecca Carrero Figueroa (rebecca.carrero@upr.edu)
PRENSA RUM

viernes, 23 de agosto de 2013

Ante el aumento en la población mundial y los recursos limitados con los que cuenta el Planeta, el doctor Craig Wilson, se dio a la tarea de diseñar una iniciativa que permitiera involucrar a los pequeños en proyectos que atiendan la escasez de tierra y alimentos con la que se enfrentarán.

Así surgió el Miniinstituto para futuros científicos, dos días de conferencias, conducidas por el doctor Wilson, así como visitas de campo, desde la Estación de Investigación Agrícola del Trópico (TARS) de Mayagüez. La actividad, celebrada por segunda ocasión, fue coordinada por el Centro de Recursos Universitarios de Investigación y Servicios de Educación (CRUISE), con sede en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).

De esta manera, dieciséis maestros de Ciencias de escuelas del área oeste de Puerto Rico se adiestraron para desarrollar propuestas relacionadas con insectos, plantas y frutas tropicales que llevarán hasta sus salones de clases.

Según expresó el creador de esta gesta, cuya aspiración consiste en involucrar más a los educadores y que, a través de su trabajo, los alumnos se interesen en completar estudios en Ciencias Agrícolas.

"Esta idea busca incluir a los maestros en el programa, dejarles ver lo que se hace en los laboratorios para que luego, sus estudiantes también se unan. Al final del año, los alumnos regresan para presentar los proyectos de investigación que realizaron en el salón", sostuvo.

Esta misión del doctor Wilson, quien se desempeña como director del Programa de Futuros Científicos y profesor en la Universidad de Texas A&M, ya abarca veinte años en los que ha trabajado con educadores en más de 80 naciones del mundo. El experto destacó el gran interés por estos temas educativos en la Isla.

"Las investigaciones son interesantes y esenciales. Por eso, buscamos impactar todos los niveles, desde la escuela elemental hasta los primeros años de Universidad, con la idea de que aporten al desarrollo de nuevas prácticas que maximicen la producción de comida para el mundo", comentó.

El enfoque de este año se concentró en la ecología, entomología, flujo de energía a través de los maizales y el ciclo de vida de la larva que ataca estas cosechas. De este modo, los participantes se familiarizaron con las investigaciones que se realizan en TARS, mayormente sobre guineo y cacao. En el caso del primero, buscan reducir la cantidad de semillas en el fruto, mientras que con el cacao, esperan establecer una colección de estos árboles.

"La mitad del tiempo aprenden sobre lo que se hace en los laboratorios de TARS. Cada centro investigativo agrícola se concentra en un aspecto diferente. Lo que esperamos es que involucren a sus estudiantes y que realicen experimentos con ellos", precisó.

De hecho, en su presentación, el científico se enfocó en hablar sobre una de las plagas que ataca el maíz y que causa miles de dólares en pérdidas en los cultivos en Norteamérica.

"Tenemos muestras de una de las larvas para que cada uno de los profesores se lleve una al salón de clases, donde junto a sus alumnos, podrán observar su ciclo de vida, desde la etapa en que se transforman en una pupa, se vuelven adultos y se reproducen, hasta que cada uno de los estudiantes sale con su propio insecto", describió.

Precisamente, como resultado del evento celebrado en el 2010, uno de los proyectos que más le ha impactado a lo largo de su exitosa trayectoria ha sido el que presentaron los alumnos de quinto y sexto grado de la Academia Inmaculada Concepción, de Mayagüez. Estos desarrollaron aerosoles de manzanilla y menta para determinar si afectaban de alguna forma el ciclo de sus insectos.

De la misma manera, como parte de su propuesta, el científico espera visitar las escuelas participantes, para compartir con ellos desde sus salones de clase. La conclusión del evento educativo será en mayo de 2014 cuando cada instructor escogerá a cuatro o cinco de los que se interesaron más en el proyecto para que presenten desde las instalaciones de TARS.

Como parte del objetivo de aumentar el interés en cursar alguna carrera relacionada, Wilson comentó que ya recogen los frutos de un joven que se benefició de uno de los institutos celebrados en el 2003, cuando este cursaba el quinto grado. Hoy, labora como técnico de un laboratorio de Biología y se transferirá a la Universidad de Texas A&M para estudiar Entomología.

Con igual satisfacción se expresaron algunos de los asistentes al instituto, al hablar sobre su experiencia y cómo esperan aplicarla durante el año escolar.

Una de ellas fue Zoraida Rivera Soto, de la Escuela Ana Pagán Rivera, de Hormigueros, quien destacó el recorrido por la siembra de cacao como el ambiente idóneo para presentar las Ciencias de una forma que atrape a sus alumnos del curso de Salud.

En cuanto a Magdalena Torres, de la Escuela Intermedia Manuel A. Barreto, de Mayagüez, la experiencia educativa representó una oportunidad para fortalecerse en el área de las Ciencias, ya que mayormente enseña otras materias, desde su salón de vida independiente del programa de educación especial.

Mientras, Lucille Oliver, de la Escuela Superior Inés María Mendoza, de Cabo Rojo, ve una gran motivación para investigar junto a sus alumnos de Química.

"En Puerto Rico, el maíz es muy atacado, por lo que los agricultores enfrentan dificultades para su desarrollo comercial, comestible y como combustible. Debido a las plagas que lo afectan, se ha encarecido como alimento para el ganado, los pollos y cerdos. Me gustaría llegar con mis alumnos hasta el valle de Lajas para desarrollar un proyecto para alcanzar la sustentabilidad alimentaria", aseguró.

Asimismo se expresó Enrique Malavé de la Escuela Luis Muñoz Rivera, quien manifestó como una gran ventaja del programa que los alumnos puedan experimentar algo que complemente su enseñanza.

Coincidió Marianne Pérez Ruiz, maestra de kínder de la Escuela Carmen Casasús, de Añasco, al señalar que desde temprana edad se les debe fomentar el gusto por las Ciencias y la Agricultura.

Por ser parte del miniinstituto, cada maestro recibió un estipendio de $ 200, un microscopio digital y 20 horas de desarrollo profesional a través de la Universidad de Texas A&M. Además, tendrán la oportunidad de que el doctor Wilson les visite en su sala de clases durante el primer o segundo semestre del año académico 2013-2014.


  • Cada maestro recibió un estipendio de $ 200, un microscopio digital y 20 horas de desarrollo profesional a través de la Universidad de Texas A&M.<br>Suministrada
  • El Miniinstituto incluyó visitas de campo en los terrenos de la Estación de Investigación Agrícola del Trópico (TARS), de Mayagüez.<br>Suministrada
  • Los participantes se familiarizaron con las investigaciones que se realizan en TARS, entre ellas, la que busca establecer una colección de árboles de cacao.<br>Suministrada
  • El doctor Craig Wilson es el creador de la gesta para involucrar más a los educadores y que, a través de su trabajo, los alumnos se interesen en completar estudios en Ciencias Agrícolas.<br>Suministrada
  • Los educadores realizarán experimentos con sus alumnos con lo aprendido sobre las investigaciones que se realizan en los laboratorios de TARS.<br>Suministrada
  • Fueron dieciséis maestros de Ciencias de escuelas del área oeste de Puerto Rico quienes se adiestraron para desarrollar propuestas relacionadas con insectos, plantas y frutas tropicales que llevarán hasta sus salones de clases.
<br>Suministrada
Cada maestro recibió un estipendio de $ 200, un microscopio digital y 20 horas de desarrollo profesional a través de la Universidad de Texas A&M.<br>SuministradaEl Miniinstituto incluyó visitas de campo en los terrenos de la Estación de Investigación Agrícola del Trópico (TARS), de Mayagüez.<br>SuministradaLos participantes se familiarizaron con las investigaciones que se realizan en TARS, entre ellas, la que busca establecer una colección de árboles de cacao.<br>SuministradaEl doctor Craig Wilson es el creador de la gesta para involucrar más a los educadores y que, a través de su trabajo, los alumnos se interesen en completar estudios en Ciencias Agrícolas.<br>SuministradaLos educadores realizarán experimentos con sus alumnos con lo aprendido sobre las investigaciones que se realizan en los laboratorios de TARS.<br>SuministradaFueron dieciséis maestros de Ciencias de escuelas del área oeste de Puerto Rico quienes se adiestraron para desarrollar propuestas relacionadas con insectos, plantas y frutas tropicales que llevarán hasta sus salones de clases.
<br>Suministrada

SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=2623