Hay huellas imborrables que marcan la vida, el presente y el futuro por llegar. Estas las dejó Jesús Sánchez, quien en su corto paso por el Departamento de Ingeniería Mecánica del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) inspiró no solo a sus pares y profesores, sino la creación de una beca que le brinda a jóvenes de la facultad la oportunidad de lanzarse al futuro profesional con una esperanza de triunfo.
La misión de la dádiva, que es un reconocimiento monetario, es valorar el trabajo del alumno para que sirva como modelo de ética laboral y dirija al ganador a ser un ingeniero exitoso.
“Esta beca se titula Jesús Sánchez Vázquez Technical Excellence Award. Él se destacó en el Colegio por su iniciativa en proyectos especiales, motivar a sus compañeros y entró a Boeing con su internado y fue sobresaliente. Cuando trabajó con nosotros, fue un experto a paso acelerado”, explicó José Font, gerente de ingeniería de la empresa.
Precisamente, cualidades similares hicieron de Xavier Nieves merecedor de la ayuda en este nuevo año académico. Para el colegial, quien está próximo a graduarse, el reconocimiento es motivo de agradecimiento al saber que su trabajo ha nutrido no solo su vida como estudiante, sino a su facultad.
“Yo siempre busqué aportar a la sociedad a la misma vez que a mi desarrollo profesional. Estuve envuelto en proyectos de labor comunitaria, personas indigentes y niños de hogares. Realmente esto es un honor”, expresó Xavier.
De hecho, el joven planea utilizar el dinero para proseguir sus estudios y consideró invaluable que sus esfuerzos se comparen con los de Jesús. “El hecho de que se pueda ver y decir que tengo valores como los de una persona que dejó un legado tan grande, es increíble”.
En el público se destacó la presencia de Pedro Sánchez, padre del alumno fallecido, quien se dirigió a la audiencia para explicar el orgullo que siente por el impacto que causó su hijo.
“Es algo maravilloso, ya que me hace sentir que él hizo algo bueno, que dejó su huella y no todo el mundo tiene ese privilegio. Es algo muy especial que él siga vivo en esto”, declaró el progenitor.
De igual forma, gracias a las experiencias que vivió en estos últimos años, Sánchez aconsejó al estudiantado del RUM a que aproveche su estadía en la institución y las oportunidades que les otorga para ser individuos de excelencia.
“Les exhorto a que pongan pasión en lo que hagan, que se olviden de qué es lo que conviene y se dediquen a hacer lo correcto. Garantizo que quizá ese sea el camino más difícil, pero a la larga, los va a llevar a darse a sentir”.
Asimismo, en honor, no solo a Jesús, sino a su hija Pamela, quien también falleció y era estudiante de INGE, Sánchez construyó una motora que adornó con fotos de ambos. El proceso, que tomó dos años, sirvió para liberar sus tensiones y expresarle a sus descendientes su cariño.
“Tengo mis formas especiales de decir 'te amo' y en este tiempo, mi forma de recuperarme fue la construcción de una motora. Fue una forma de combatir mis ansiedades”, compartió Sánchez, quien develó el vehículo al final de la actividad en el vestíbulo del edificio Antonio Luchetti.