El descubrimiento de nuestra identidadEn las aguas del Mar Caribe nació un sincretismo cultural que hoy da una identidad única al puertorriqueño. Lo indígena, africano y español, a través de la historia, evolucionó hasta convertirse en el alma borincana. La ampliación del conocimiento de nuestros antepasados es posible gracias a estudiosos como el doctor Juan Carlos Martínez Cruzado, catedrático de Biología del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), quien con sus descubrimientos ha logrado arrojar importante información al respecto. En su más reciente conferencia magistral en el Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico, que llevó por nombre El genoma puertorriqueño, migración, mezcla genética y genética médica de población, el profesor disertó sobre sus más recientes hallazgos a la comunidad académica. “Quisimos dar comienzo al año escolar con esta charla. Invitamos a uno de los nuestros, para que pudiera enseñarnos de sus investigaciones y su manera particular que articula la conexión con el proceso histórico de la Isla”, manifestó el doctor José F. Rodríguez Orengo, rector del RCM. La ponencia del catedrático buscó esclarecer mediante el uso de la ciencia, la vulnerabilidad y resistencia del puertorriqueño y cómo se ha desarrollado a través de los años. “Esta conferencia fue sobre un trabajo que se aprovechó de los detalles que se han publicado por el proyecto 1000 genomas, que utilizó 55 boricuas en su estudio. Nosotros nos enfocamos en tratar de descifrar y de estructurar la diversidad en Puerto Rico para genes que tienen algunas implicaciones médicas y especialmente aquellas complicaciones, condiciones o enfermedades que son más comunes en el País”, indicó el especialista. La idea de su esfuerzo se basó en una teoría evolutiva que indica que algunos genes, al encontrarse en regiones que no son nativas de un individuo, son capaces de adaptarse a los cambios ambientales que este nuevo lugar provee. De hecho, uno de los aspectos fundamentales de esta investigación es destacar cómo la identidad del País es única, no solo por la mezcla racial, sino por las diferentes opciones de analizarla. “Aquí tenemos una oportunidad especial para disertar funcionamientos de formas que no pueden hacerse en otras poblaciones. En ese proceso es importante distinguir el origen del gen nativo. Pudimos concluir que somos aproximadamente 64 por ciento europeos, 21 por ciento africanos y 15 por ciento indígenas”, aclaró. Precisamente, estos datos están ligados a los procesos históricos de la Isla y cómo la llegada de los diferentes grupos raciales afectó la identidad boricua. “Sabemos que la mayor parte de nuestra ascendencia europea viene de España y que la variabilidad proveniente de la Península Ibérica es ínfima. Es decir, realmente llegó un número reducido de europeos que tuvo una descendencia numerosa. También estamos emparentados por una línea taína que es limitada. Sin embargo, la africana es diversa. En Puerto Rico vamos a encontrar unas variantes con una frecuencia mayor que la que se encuentra en otros lugares del mundo y eso nos define como población”, aclaró el experto. Por otra parte, el interés del genetista en estos temas nació de un experimento que lo llevó a descubrir la importancia de los nativos de Boriquén en el individuo que reside en la Isla actualmente. “Mi fascinación siempre ha sido la evolución molecular. En una ocasión se me presentó una oportunidad para hacer una exploración de extracción de DNA de osamenta indígena, lo cual fue muy difícil. En ese procedimiento pensamos que lo que debíamos hacer era buscar un puertorriqueño que tuviera alguna herencia indígena y estuviera vivo para que fuera más fácil estudiarlo. Ante esa situación nos encontramos con que esta influencia era mucho mayor de lo que esperábamos. Eso abrió todo un campo de exploración porque entonces quiere decir que nosotros tenemos una porción de nuestra historia muy particular”, compartió. Y, para continuar el desarrollo de este proyecto, el biólogo exhortó a la comunidad universitaria a colaborar con la iniciativa, ya que el RUM posee las facilidades adecuadas para continuar con la resolución de misterios sobre nuestros antepasados. "Nosotros estamos en el proceso de acrecentar el Centro Genómico Caribeño, en el edificio de Física, que nos capacita para hacer estos estudios. El equipo y personal técnico están allí. Además, es importante que los estudiantes estén involucrados. Por eso tenemos un programa que se llama Adopta un gen, en el cual los colegiales se interesan en una condición en particular y hacen una búsqueda e investigación completa”, concluyó. SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=2680 |