Su nacimiento fue obra de alumnos que buscaron ofertas sanas de diversión y su crecimiento lo ha convertido en un lugar emblemático para compartir y disfrutar el ambiente académico. Se trata del Café Colegial La Cueva de Tarzán del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), que celebró su octavo aniversario con una actividad que plasmó el éxito de esta iniciativa.
“Esto comenzó hace muchos años con un grupo que se llama GEAR, que ayuda a la socialización y pertenece al Departamento de Servicios Médicos del Colegio. Ellos empezaron presentando una necesidad dentro de la Universidad. Entonces, los jueves hacían una actividad que se llamó La Cueva de Tarzán, en la cual montaban un escenario. Luego, se presentó una propuesta y, en el 2005, bajo la rectoría de Vélez Arocho, festejamos por primera vez este gran proyecto”, narró la doctora Ivonne Martínez Segarra, directora interina de Servicios Médicos.
Asimismo, el joven Enrique Betancourt, gerente del local, expresó su orgullo por la acogida de los alumnos que ha sido favorable y ha contribuido al crecimiento constante del Café Colegial.
“Para nosotros es un gran logro porque el proyecto se trató de realizar por mucho tiempo y creyeron en él. El tener estos ocho años es una muestra de que se aceptó la idea. Obviamente, todos estamos muy felices”, indicó.
Precisamente, esa recepción se refleja en la continua concurrencia de los visitantes, quienes asisten al espacio para gozar de múltiples atracciones como la presentación de películas, la lectura de libros o simplemente a tomar una taza de café adjunteño al ritmo de una buena melodía.
“La cueva es de todo el mundo, de estudiantes, para ellos mismos, así que si quieren hacer una diferencia, también se pueden unir al grupo de trabajo. Lo que necesitan es venir y crear su ambiente”, recalcó Enrique.
De hecho, los colegiales son los responsables de conservar la localidad, organizar las actividades y atraer al público, lo que la hace más accesible a otros que quieran disfrutar de sus ventajas y apoyarla.
“Nunca está demás que sigan patrocinando este tipo de proyecto porque el estudiante se siente orgulloso al ver que estos espacios son utilizados y administrados por ellos, y que la comunidad universitaria los visita” dijo el doctor Salvador Cortés Rivera, decano asociado de estudiantes.
Y, parte de su misión, es lograr que más jóvenes aprecien la labor de sus pares al crear un entorno apto para su experiencia universitaria, y así, fomentar no solo esta, sino otras iniciativas que ellos forjen.
“Le recomiendo que nos apoyen para que vean lo magnífico de nuestra tecnología. Tenemos el café que es hecho de nuestras propias fincas de Adjuntas y se ofrecen películas. También muchos grupos la usan para dar clases de salsa y otras orientaciones”, concluyó Martínez.