La ruta hacia la educación graduada

Del total de los nuevos alumnos graduados, 68 son de la Facultad de Ingeniería; 59, de Artes y Ciencias; 31, de Ciencias Agrícolas y 13, de Administración de Empresas. 

 

Mientras, 14 fueron admitidos a programas doctorales: seis en Química Aplicada; tres en Ciencia e Ingeniería de la Información y Computación, dos en Ingeniería Civil; dos en Ingeniería Química, y uno en Ciencias Marinas.

 

Para facilitarles la experiencia académica, la OEG en colaboración con el Centro de Enriquecimiento Profesional (CEP), ofreció el pasado viernes, 10 de enero un día de orientaciones para manejar efectivamente desde las clases que tomarán, hasta los cursos que dictarán.

 

"Aproximadamente el 50 por ciento de los admitidos se desempeña como ayudantes de cátedra; un 30 por ciento, tiene generalmente ayudantía de investigación, otros estudian por su cuenta", especificó el doctor Raúl Macchiavelli, director de OEG y decano asociado de Asuntos Académicos. 

 

"Nuestras esperanzas están cifradas en la cosecha de estudiantes graduados, no solamente por el trabajo que van a estar haciendo en su desarrollo de tesis e investigación, sino que también son el acervo de candidatos para que sean nuestros catedráticos en el futuro. Nosotros tenemos una plantilla de profesores que se está renovando todos los años y necesitamos que muchos de estos colegiales continúen estudios graduados,  y su doctorado y para que puedan aspirar a incorporarse como catedráticos en el Recinto", sostuvo, por su parte, el profesor Lucas Avilés, rector interino del RUM.

 

Asimismo, el doctor Jaime Seguel, decano interino de Asuntos Académicos, destacó la relevancia del componente investigativo durante esta etapa educativa. 

 

"El trabajo graduado adquiere importancia en dos dimensiones adicionales que no tiene el subgraduado, y una de ellas es la investigación. Es bien importante porque quizás, una característica que distingue la Universidad como centro de educación superior del resto de las instituciones del país es la investigación. El otro es la enseñanza, ya que muchos de ellos son teaching assistants", indicó.

 

De hecho, las charlas coordinadas por el CEP incluyeron desde cómo adquirir competencias para investigar en las bases de datos hasta el manejo de choque cultural, ya que, según indicó Macchiavelli, aproximadamente un 50 por ciento es extranjero.

 

Tal es el caso de Yency Castillo, procedente de República Dominicana. La joven tiene un grado de bachiller (o licenciatura como se le denomina en su patria) en Microbiología. Ahora aspira a concluir una Maestría en Protección de Cultivos del Colegio de Ciencias Agrícolas. 

 

"En mi país hacen falta muchos investigadores, incluso, el grupo que está aquí es porque el CONIAF (Consejo Nacional de Investigaciones Agropecuarias y Forestales), que es la institución que nos está ayudando en República Dominicana, necesita un relevo generacional. Los que trabajan en el área de Agropecuaria ya son personas de una edad bien avanzada, entonces, nuestro país tiene esperanza en nosotros. Lo que aprendamos aquí lo vamos a poner en práctica allá", dijo la joven.

 

Mientras, el mayagüezano Ricardo Liquet González, también inició en el Programa de Protección de Cultivos.

 

El colegial, egresado de Biología, optó por esta vía por unas investigaciones que hizo a nivel subgraduado con el doctor José Echevarría Carvajal, de Ciencias Agrícolas, relacionadas con los nematodos que atacan las raíces de los plátanos.

 

"Para mí es un honor seguir estudiando aquí, ya que en el transcurso de mi bachillerato estuve trabajando en la investigación en la que voy a estar haciendo mi maestría. Es una gran oportunidad quedarme aquí y, más, en mi pueblo", indicó.

 

Además de la vecina caribeña, los estudiantes internacionales proceden de China, Colombia, Ecuador, México, Panamá, Perú, Rumanía y Venezuela.