Propiciar interés entre los jóvenes para que estudien la disciplina, afianzar sus vínculos educativos en el campo y aprender de sus pares profesionales en la industria son solo algunos de los múltiples propósitos que persiguió un grupo de estudiantes al celebrar la Semana de la Microbiología, del 7 al 10 de abril pasado, en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).
El evento fue organizado por la Sociedad Estudiantil de Microbiología Industrial (SEMI), adscrita al Departamento de Biología, que elaboró una variada agenda para alcanzar su misión. Según explicó Christian Vargas, presidente del colectivo colegial, la propuesta de este año pretendió abarcar todas las esferas desde los preuniversitarios, hasta los integrantes activos y sus colegas de otras universidades, en beneficio de esta rama científica.
"Deseamos mostrarle a la comunidad estas actividades de gran impacto y beneficio para varios sectores. Todos los años celebramos esta semana para educar, dar la oportunidad a los alumnos de escuela superior e intermedia de que adquieran experiencia dentro de la Universidad y a los miembros, que desarrollen su capacidad, profesionalismo y liderazgo", aseguró el alumno en tercer año de la mencionada disciplina.
La jornada inició con la firma de una proclama para oficializar la Semana, a cargo del doctor Jaime Seguel, en representación del rector interino, profesor Lucas N. Avilés. El mismo día prosiguió con la exhibición de afiches en el vestíbulo del edificio de Biología y más tarde, el grupo recibió a 24 jóvenes provenientes de escuelas de San Sebastián, Añasco, Hormigueros y Mayagüez. Estos tuvieron la oportunidad de trabajar en un laboratorio, con la asistencia de los integrantes de SEMI como sus instructores.
"Realizaron las prácticas básicas de un microbiólogo, algo que nosotros no vemos hasta segundo año en el curso de Microbiología y su laboratorio. Entrenamos a 17 miembros para que fungieran como mentores y se dio una dinámica bien chévere con esa experiencia que pocas veces se da a ese nivel. Quisimos ir más allá para que siga creciendo ese interés en el campo", relató Vargas.
La conmemoración también contó un conversatorio al que se sumaron profesionales de distintas áreas de la Microbiología como la Industrial, Clínica, Ambiental y de Alimentos para mostrar la diversidad de carreras y oportunidades que los jóvenes pueden explorar. Una mesa informativa de escuelas graduadas, un Taller de Microscopía avanzada y la competencia académica de dominio de materias conocida como Micro-Trivias completaron la lista de ofrecimientos.
La Sociedad de Microbiólogos de Puerto Rico (SMPR) también se unió a la celebración por tratarse de una coyuntura idónea para pulir las destrezas de los futuros profesionales y para afianzar aún más los lazos de conexión entre estos. Así lo dio a conocer el doctor Luis Ríos Hernández, catedrático de Biología y miembro de la Junta de Directores de la entidad, quien se mostró sumamente complacido con el desempeño de la SEMI, que es capítulo estudiantil de la organización profesional a nivel de Puerto Rico.
"Estos representantes de las escuelas y universidades del País han sido estratégicamente la clave para la Sociedad porque hemos logrado conectarnos directamente con el estudiantado para lograr mover nuestra agenda como microbiólogos, promover todos los aspectos de la disciplina, hacer un buen networking para ellos y para nosotros. Hemos podido integrarlos en nuestras actividades, en los componentes educativos como ferias de pueblo donde ellos han demostrado que se están educando, donde enseñan al público lo que es la disciplina y qué oportunidades hay en la profesión", subrayó Ríos Hernández.
De hecho, la actividad contó con el respaldo del capítulo estudiantil de Arecibo de la SMPR, que formó parte de la audiencia en el conversatorio. Asimismo, las Micro-Trivias propiciaron un buen espíritu competitivo entre los jóvenes. El primer lugar lo ganaron los integrantes de la SEMI; la segunda posición correspondió a los alumnos del laboratorio del doctor Dimuth Siritunga; y el tercer lugar, lo ocupó la Sociedad Honoraria de Biología (BBB). La conmemoración contó con el respaldo de Magaly Zapata, consejera de la SEMI y Técnica de investigación científica del Laboratorio de Microbiología.
Un programa robusto
Uno de los pilares y gestor principal de este ofrecimiento académico dentro del Departamento de Biología fue el doctor Alejandro Ruiz, quien resumió sus logros más relevantes y hacia dónde se proyecta en un futuro muy próximo. De acuerdo con el catedrático, el programa fue una propuesta del entonces rector colegial Rafael Pietri Oms, quien animó a Ruiz a estudiar su doctorado fuera del País para que se hiciera cargo de su creación al retornar.
"Mi regreso se dio en el 1981 y para principios de 1983, ya estaba creado. De hecho, es histórico porque desde que se aprueba en el Departamento hasta que se hizo lo propio en el Consejo de Educación Superior, tomó menos de seis meses. Contó con el respaldo no solo institucional, sino también de la industria", recordó el catedrático, quien destacó la aportación fundamental de la compañía Bristol Myers, que los apadrinó por más de dos décadas con una subvención cercana a los $ 700 mil que permitió la construcción de laboratorios, la adquisición de materiales y equipos para los estudiantes, y la participación de los alumnos en congresos y reuniones científicas.
"Ha sido un programa innovador, muy ajustado a la realidad socioeconómica del País. Sirvió de base para que la industria farmacéutica estuviera en su mejor momento, así que me siento orgulloso de formar parte de esto", reiteró el artífice del esfuerzo.
Coincidió su colega del mismo departamento, la doctora Rosa Buxeda, quien pertenece al primer grupo de egresados del programa de Microbiología Industrial y ha sido testigo de su crecimiento como profesora de esa Facultad.
"Es una celebración sumamente importante en el plano personal. Es bien significativo porque yo fui de la primera clase que se graduó en el 1985. Es un programa primohermano del de Biotecnología Industrial, ambos creados bajo la visión del doctor Alejandro Ruiz, que han hecho grandes contribuciones al adelantar la agenda del desarrollo económico de nuestra Isla", apuntó Buxeda.
Precisamente, su gestor expresó que una de sus mayores aspiraciones es que pueda expandirse la oferta a nivel graduado, ya que el programa "ha crecido de una manera extraordinaria. Ahora mismo tenemos alrededor de 15 profesores en el área de Microbiología Industrial en el Departamento y uno de mis sueños es que podamos verlo crecer hacia el grado doctoral. Estamos preparados porque tenemos microbiólogos también en Ciencias Agrícolas, y en Química hay gente haciendo investigación con microorganismos. En fin, hemos madurado y estamos listos para ese próximo paso que sería un paso muy trascendental".