Son innumerables los testimonios, anécdotas, y recuerdos de cómo él impactó sus vidas. Se reunieron en la tarde del pasado viernes con la conjugación de sus elementos preferidos: al aire libre con la inmensidad del cielo azul como cómplice perfecto y rodeados de la grandeza del mar. Fue un encuentro afable con un fin común: honrar al maestro de maestros, el doctor Juan Gerardo González Lagoa, profesor emérito de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
La Isla Laboratorio Magueyes de Lajas, adscrita al Departamento de Ciencias Marinas (CIMA) del Recinto Universitario de Mayagüez, sirvió de escenario ideal para el reconocimiento a la trayectoria de uno de sus catedráticos más distinguidos.
“Al doctor Juan Gerardo González Lagoa, los empleados, estudiantes y profesores del Departamento de Ciencias Marinas se enorgullecen en contar con el primer profesor emérito en su historia. Su inquebrantable compromiso con la institución, su preclaro pensar y su amable trato son fuentes de inspiración para todos nosotros. Sirva este reconocimiento para afirmar que el Departamento y su Isla Magueyes siempre serán su hogar", leía la placa que le entregó el 29 de agosto el doctor Jorge Corredor, director interino de CIMA.
Le siguieron las historias de los presentes que ilustraban las diversas formas en las que el también oceanógrafo les ha servido de ejemplo.
"Una vez venía yo muy cansado, después de una jornada muy larga un viernes en la tarde, subiendo la cuesta del Centro de Investigación y Desarrollo, iba arrastrando los pies y pensaba: 'qué cansado estoy, ¿seré el único que queda en el Recinto?'. Cuando miro hacia atrás, veo a este hombre 'joven' subiendo la cuesta con un ímpetu extraordinario, era Juan Gerardo y me dice con entusiasmo: 'pues aquí, que vengo de dar unos talleres y mañana sábado voy a la Parguera a dar otros'. Esa imagen de él es la que yo tengo siempre en la memoria", contó el doctor Manuel Valdés Pizzini, decano interino de la Facultad de Artes y Ciencias.
También compartió su vivencia, el doctor Ángel Olivares, egresado de CIMA y catedrático del Recinto de Río Piedras de la UPR. Recordó que, como cursó sus estudios en una universidad rusa previo a ingresar al RUM, enfrentó algunas situaciones y fue el homenajeado quien le ayudó.
"Me enteré muchos años después de que, por haber venido de la Unión Soviética, una persona con mucho poder en la Universidad decía: 'ese no va a entrar aquí' y le tocó al doctor González, arriesgar hasta su carrera y su prestigio para defenderme. Gracias a que él, que me dio la oportunidad, he podido servirle a Puerto Rico, pues llevo 20 años en la cátedra en la UPR", señaló Olivares.
Por su parte, el doctor Edwin Hernández, egresado de CIMA y rector del recinto de Arecibo de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, recordó que cuando estaba a punto de graduarse perdió a uno de los integrantes de su comité de tesis, lo que ponía en riesgo hasta su posibilidad de concluir el doctorado.
"El doctor Almodóvar, que era mi presidente de comité, me dice: 'necesitamos un miembro adicional para tu comité porque hubo una baja y hay un doctor González que está disponible para ayudar'. El doctor González en dos semanas me leyó la tesis y la única razón por la cual yo me gradué en el 1981, se la debo a él. Son detalles que marcan a las personas y grandes eventos que lo describen muy bien", afirmó.
Asimismo, compartió su experiencia, la estudiante doctoral Brenda Soler Figueroa. "Estoy muy agradecida del doctor González que me dio a conocer el maravilloso mundo de las bahías bioluminiscentes, que es lo que estoy trabajando ahora. Se lo debo a él, ya que me dejó fascinada con ese tema", indicó.
De igual manera, el doctor John Fernández Van Cleve, rector del RUM, elogió al eterno educador. "Él trasciende toda la Facultad del Recinto y va más allá de todo lo que la academia y tiene un tremendo impacto social. Como la estrella que lleva su nombre en la constelación de Orión, siempre será una estrella que va a seguir brillando, en este Recinto por muchos años más".
El doctor González Lagoa se mostró muy agradecido por la distinción de parte de sus pares y exalumnos.
"Esto ha sido realmente maravilloso. Hemos tenido aquí estudiantes de muchas generaciones, profesores, amigos, directores que ayudaron a formar el Departamento. Me siento muy feliz y el compartir con todas estas personas me llena de más juventud", señaló.
Por su parte, el doctor Raúl Portuondo Duany, catedrático de Física, quien también tiene vínculos familiares con el profesor emérito, destacó los inicios humildes del educador en un campo del barrió Río Hondo de Mayagüez, como ejemplo de su superación.
"Me llegó al espíritu cuando me dijeron que yo era un jibarito de la montaña. Eso siempre me ha fascinado porque eso es lo que soy. Me gustaría que toda la juventud que hay en Puerto Rico tomara esto como una medida de que se puede llegar hasta donde uno quiera, siempre que tenga la voluntad de hacerlo. ¡Es posible!", concluyó González Lagoa.
Notas relacionadas
González Lagoa: Un colegial emérito
Video reportajes disponibles en:
Ciencias Marinas del RUM reconoce al doctor González Lagoa
