Recorrer miles de kilómetros de distancia rumbo a una conquista; cambiar de manera drástica las coordenadas hasta arribar al otro lado del planeta. Lograr agrandar las 100 millas x 35 de su isla caribeña al plantar bandera en el viejo continente. Imponerse como tercer lugar en una competencia de calibre universal al lado de las mejores y más reconocidas universidades del mundo. Todas son hazañas gigantes, que para sus protagonistas se achican cuando se comparan con el valor de lo aprendido a lo largo del trayecto.
Es un principio que tienen muy claro los integrantes del equipo campeón nacional de la Copa Enactus, del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), al reflexionar sobre su reciente triunfo en la Copa Mundial de la organización que se celebró en Pekín, China, donde se colocaron entre las primeras tres, de 35 distinguidas instituciones educativas.
La asociación estudiantil Enactus RUM ingresó la ronda final el pasado 24 de octubre, como único representante latinoamericano, junto con los equipos de Irlanda, Marruecos y el país anfitrión. El primer lugar correspondió a la North China Electric Power University en China; el segundo, a la Mohammadia School of Engineers de Marruecos; y en la tercera posición, el recinto mayagüezano de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
Tras unas semanas desde su regreso, la delegación colegial, compuesta por 16 estudiantes de diversas disciplinas académicas y tres miembros de la Facultad del Centro de Negocios y Desarrollo Económico (CNDE), adscrito al Colegio de Administración de Empresas del Recinto, relató a Prensa RUM lo que significó esa vivencia.
Todavía emocionados, felices y agotados por el brusco cambio de horario, los representantes afirmaron sentirse muy seguros de sí mismos tan pronto pisaron suelo asiático para dar a conocer dos de las iniciativas de voluntariado y empresarismo en las que trabajaron durante el año académico: la asistencia a personas sin hogar mediante La tierra prometida; y el adiestramiento y empleo para no videntes a través de Puerto Rico Industries for the Blind.
"Primero que todo, tengo que agradecerle al equipo. Fue una experiencia increíble, un proceso de aprendizaje ver que nuestros proyectos pudiesen llegar a tanta distancia. Ayudar a la gente de nuestra Isla y entender que solamente necesitamos del esfuerzo colectivo para mejorar el estándar y calidad de vida de las personas con las que estuvimos trabajando durante todo el año", reiteró Carolina Marrero, presidenta de Enactus RUM.
Tras sobrepasar los nervios de un viaje de 24 horas, dos vuelos distintos, la ansiedad de no conocer lo que enfrentarían, el cambio de clima y hasta el aire que respiraban al llegar el 20 de octubre a una nación ajena, el colectivo se dejó sentir en los predios del China National Convention Center, donde formaron parte, al inicio de la jornada, de una feria cultural en la que dejaron huellas con una pintoresca muestra del folclore nacional representado en coloridos trajes típicos, baile y música autóctona como solo saben hacerlo los boricuas.
"Ese día todo el mundo supo que Puerto Rico estaba allí, nos hicimos sentir y recibimos el apoyo de todos los países", aseguró emocionada la profesora Patricia Valentín, mentora de Enactus RUM, quien destacó la solidaridad de todos los participantes internacionales.
Según agregó, fue el 23 de octubre cuando comenzaron formalmente la competencia y presentaron al mundo sus iniciativas. A juicio de la mentora, con esa primera intervención Enactus RUM logró ganarse el favor del jurado, del público y de los demás competidores que apostaban a los boricuas por la excelente impresión que causaron.
Luego de pasar una primera ronda sumamente competitiva, el grupo continuó a una semifinal más fuerte, con contendientes como Corea, Australia y Alemania, este último siempre ha llegado a finales, "pero eso no nos detuvo, al contrario nos subió el ánimo como equipo. Cuando dijeron que entramos en los cuatro países finalistas, sentimos mucho orgullo. Los estudiantes hicieron un trabajo excepcional y obtuvimos el tercer puesto, pero para nosotros fue el primero porque vimos cómo crecieron. Para nosotros, ya éramos los ganadores", recordó la profesora Valentín.
Al preguntarles su opinión sobre lo que asimilaron de sus contrincantes, María McCormack, una de las presentadoras del conjunto, no vaciló en contestar que se trata de uno de los aspectos que más enriquece a los universitarios que forman parte de esa vivencia.
"Conocerlos, aprender sobre su cultura, sus proyectos, cómo es que su país se desenvuelve ante un escenario mundial es una oportunidad única. Poder sentarte en un anfiteatro con 5,500 personas y ver a ese público motivándote y diciendo 'no importa lo que suceda, ustedes son los campeones', es extraordinario, al igual que nosotros alentamos a otros equipos porque fue mutuo", opinó la recién egresada del Recinto en Psicología.
De hecho, al compararse con las naciones en la final, como la República de China, y Marruecos, con vastos territorios, extensas poblaciones y amplios recursos, quienes además presentaron ambiciosas iniciativas para llevar energía eléctrica y agua potable a comunidades sin esos servicios, los colegiales no dudaron en la calidad de sus propuestas y obras con las organizaciones boricuas.
"Yo, personalmente, nunca dudé del equipo", aseveró Roberto Irizarry, al tiempo que destacó la labor encomiable que hicieron los presentadores colegiales, quienes dejaron el todo por el todo en el escenario tras intensas prácticas para lograr el resultado esperado.
"Lo que nos movió fue la pasión que tuvimos al intervenir en cada proyecto y ver cómo las personas con las que trabajamos pudieron lograr tantas cosas y alcanzar las metas en un punto de su vida. También, como equipo, todo lo que aprendimos fue una de las cosas que nos impulsó a llegar a la final", subrayó Carolina.
Coincidió Iris Ramos, otra de las integrantes de la asociación, quien enfatizó que lo más gratificante fue esa cohesión que consiguieron como grupo.
"Es un orgullo ver cómo el mundo se hace pequeño cuando la Isla se engrandece y mucho más con lo que hemos aprendido académicamente en el Recinto Universitario de Mayagüez y cómo las cualidades de cada uno se crean en conjunto y viven un mismo fin. Entiendo que es la mejor recompensa que hemos tenido en este viaje y realmente nos ha llevado al otro lado del planeta", afirmó Iris.
Precisamente, el componente docente, responsable de acompañarlos en la travesía, coincidió en que la experiencia rompe los esquemas típicos didácticos a niveles insospechados. Aparte de lograr como conjunto rebasar los retos de logística para emprender un viaje de esta envergadura, sienten una satisfacción inmensa como puertorriqueños, como colegiales y como educadores.
"Por eso escogí esta profesión y por eso me siento tan contento de trabajar en una institución como esta que valoriza cada vez más los mecanismos no tradicionales, porque claramente esto no fue una sala de clases, sino un aprendizaje de servicio que valida la necesidad de seguir expandiendo este tipo de oportunidades para los jóvenes que son ahora unos líderes", reiteró el doctor José Vega, director del CNDE, que brindó apoyo y asesoría al colectivo a través de su filosofía, sus mentoras y su estructura administrativa.
"La gente puede ver que lo que se hace aquí tiene calibre mundial. Ustedes adelantan el modelo que yo sueño que se dé en Puerto Rico, uno equitativo, de un empresarismo para todos, no solamente para los que tienen más recursos o mejor educación, y ustedes nos llenaron y alimentaron ese espíritu", les expresó el Director a los embajadores, al tiempo que agradeció el apoyo incondicional del presidente de la UPR, doctor Uroyoán Walker Ramos; el rector del RUM, doctor John Fernández Van Cleve; de la decana interina de Administración de Empresas, la profesora Ana Martin y de toda la comunidad universitaria que apostó a su talento.
De igual forma, la compenetración que tuvieron a lo largo de todo un año de trabajo, en el que dedicaron muchas horas extras de labor, fines de semana sin descanso y extensas jornadas de compromiso con las entidades a las que brindaron su ingenio, les dejaron huellas imborrables.
"Vimos el crecimiento como equipo, el profesional y personal de cada uno, pero también de todos los que nos rodean. La semillita que sembramos por los pasados meses ha trascendido no solamente en los proyectos que hemos atendido, sino en personas que ni lo imaginaban, esa semila está latente y va a dar un gran fruto en varios años", atestiguó por su parte, la profesora Glennys Rivera, comentora de la agrupación.
Al abordarlos sobre cuál es el mayor legado que dejan a las próximas generaciones, las respuestas no se hicieron esperar. Valores como el compañerismo, la perseverancia y la solidaridad fueron constantes en sus respuestas.
"Nuestro enfoque inicial no era la Copa, era impactar y transformar vidas. Hicimos nuestro trabajo y fue reconocido. Cuando haces las cosas con transparencia, con entrega, una cosa te lleva a la otra. Presentamos nuestros proyectos con tanta pasión, que creo que la gente se enamoró y ahora hablan no solamente de Enactus, sino de cómo logramos ese cambio", insistió la profesora Valentín.
Luego de finalizar la competencia, la delegación, que incluyó además a algunos padres de los estudiantes, se quedó unos días adicionales en el país asiático para completar la experiencia visitando íconos turísticos como la Muralla China y algunas de las principales ciudades en las que pudieron aprender sobre su riqueza cultural, historia e idiosincrasia. Como es normal, enfrentaron barreras lingüísticas y choques relacionados con las costumbres, que no los frenó, sino todo lo contrario, fue motivo de simpáticas anécdotas que incluyeron degustar delicias gastronómicas como saltamontes, gusanos y escorpiones.
Tras su llegada al Recinto a retomar su agenda de estudio y trabajo, han recibido muestras de cariño y una calurosa bienvenida de parte de la comunidad universitaria. El precio de la fama los ha lanzado a brindar su testimonio en los salones de clases como portavoces del viaje, y han sido entrevistados por varios medios de comunicación para dar a conocer su hazaña: en televisión con Noticentro 4; en prensa escrita, con Primera Hora; y en radio, con los programas Foro Colegial en Radio Universidad y Comunicando, en WPRA 990 AM.
Asimismo, el Senado de Puerto Rico ya les anunció que rendirá un homenaje próximamente para reconocer su desempeño en la competencia mundial. En el Colegio, la Oficina del Rector y el Decanato de Estudiantes, hicieron lo propio esta semana como parte de la actividad Embajadores colegiales, en la que compartieron honores con otras Juanas y Tarzanes que también han puesto el nombre del Recinto en alto en diversos foros y competencias en Puerto Rico, Estados Unidos e internacionalmente.
Enactus Rum está compuesto por: Adriana Rivera, de Cultivos y Ciencias Agroambientales; Adriana Rosario, Química; Ashly Rentas, egresada de Agicultura General; Carolina Marrero, Microbiología; Christian Camacho, Microbiología; Iris Ramos, Administración de Oficinas; Jorge I. López, egresado de Sociología; Linoshka Santana, exalumna de Agricultura; María McCormack, egresada de Psicología; Natalia Rivera, graduada de Agronomía; Tairí Colón, Agronomía; Yeliann Guilloty, Administración de Oficinas; Lakeiska Ruiz, Contabilidad; Roberto Irizarry, Finanzas; y Francisco García, exalumno y actualmente agroempresario.
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