Justo desde los primeros acordes, la magia emergió. Una mirada, una sonrisa, una expresión eran suficientes para dirigir la armonía entre ambos instrumentos de cuerdas magistralmente tocados por manos talentosas puertorriqueñas.
Era evidente la mística y la complicidad musical, y no es para menos, les une una historia familiar repleta de musicalidad y tradición, cuyo corazón es el cuatro puertorriqueño.
Modesto Nieves, compositor y maestro de maestros del instrumento nacional, y su hijo Christian Nieves, virtuosísimo heredero de ese legado, se presentaron en un recital de guitarra y cuatro en el Anfiteatro Ramón Figueroa Chapel del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).
El concierto cerró con broche de oro la temporada inaugural de Presencias, proyecto integral de cultura, adscrito a la Oficina del Rector.
El padre, con la guitarra; su vástago, en el cuatro, iniciaron la velada con Recuerdos a José Haddock, una danza puertorriqueña de la autoría de don Modesto.
Tras esa primera pieza, Christian se dirigió a los presentes -en tono emotivo- para dedicar el concierto titulado Herencia musical, a su progenitor. Esta amplia obra fue el menú principal del repertorio de la noche y su grabación formará parte de una futura producción musical.
Le siguieron, el paso doble Quinto Centenario, el tango Rodolfo Lemble, la mazurca Bárbara, y el danzón Un boricua en Santiago, todos de la pluma inspirada del naranjiteño, que al igual que su hijo, se caracterizan por tocar los instrumentos de cuerda de forma zurda.
"Las composiciones de Modesto son muy importantes, no para mí como músico, ni como hijo que soy, sino confirmado por otros grandes cuatristas de este país también. Cada una de sus obras te toca en el alma. Cada pieza tiene su dinámica, su sentimiento de alegría, a lo mejor podemos decir de tristeza... Cuando presenté el concierto, se me salieron las lágrimas, pero fue de la emoción de tantos años, de estar vivo para seguir en la música; me gozo esto todos los días, cada vez que tocamos y hacemos música para el pueblo", expresó Christian en un aparte con Prensa RUM.
Para concluir la primera parte, deleitaron a los presentes con un popurrí suramericano que incluyó La Telesita, Vientos del sur, Pajarillo y Pájaro campana.
En la segunda parte de la función, retomaron la prolífica y variada obra de don Modesto con el vals Renata, el foxtrot El enredo, la danza A Sarrail Archilla y la mazurca Laberinto-La encrucijada. Le siguió un paso doble titulado Expreso a Christian que le dedicó Eddie López al joven cuatrista en su niñez. Luego, tocaron el pasillo Ada y concluyeron con un popurrí navideño que incluyó Cantares de Navidad, De lejanas tierras y Aguinaldo jíbaro.
Entre aplausos, el público de Presencias pidió la acostumbrada 'ñapa'. Los músicos respondieron a la petición con otro popurrí que también culminó con ritmos de la navidad puertorriqueña.
"Para mí, ha sido un placer estar aquí porque este sitio me da un recuerdo. En el 1970, yo subí para acá con una agrupación de la escuela, tocábamos salsa y desde ese año, yo no había regresado al Recinto de Mayagüez. Lo más importante de esto es que la juventud nueva que se encuentra aquí, pueda seguir nuestra música. Que no se olvide que el cuatro puertorriqueño sigue viviendo y no es solamente de Navidad, es de todo el año", indicó don Modesto, cuyo ingenio musical le ha llevado a exponer su arte a nivel mundial.
Coincidió Christian, quien agradeció la oportunidad de presentarse y, a su vez, grabar en el RUM.
"Para mí fue un gran honor. Primero, compartir la música de mi papá Modesto y de llevar nuestra cultura a este gran Recinto, del que tengo muchos recuerdos. Cada vez que vengo, me llevo esa alegría de la gente, tanto los estudiantes, como de la comunidad", afirmó.
Ambos destacaron la buena conexión que tuvieron con la audiencia colegial.
"Fue bien interesante. Todos estaban integrados con nosotros, sintiendo ese feeling de nuestra música. Estábamos conectados. Es un público especial. Es lo que te da esa energía para poder expresarse a través de los instrumentos y la música", agregó Christian.
Desde la primera fila, lugar donde Prensa RUM disfrutó el concierto, se podía palpar esa única confabulación familiar positiva que transcurría entre puntadas precisas, círculos armónicos y los trastes de los instrumentos magistralmente interpretados. Pero más que eso, se percibía el amor, y esos atisbos constantes de validación y satisfacción mutua.
"De esa forma es que nosotros nos inspiramos. Entre él y yo, matizando la música, adornarla con un sentimiento de corazón, típicamente de nuestra patria", dijo don Modesto.
De hecho, eso fue uno de los aspectos que más disfrutó el maestro Santos Torres Toro, director de la Orquesta de Cuerdas del RUM, durante la presentación que también gozó en primera fila.
"El concierto fue excelente, de primera. Yo creo que ha sido una experiencia única. Definitivamente, es una herencia, porque estamos viendo al padre y a su hijo. Aparte de las interpretaciones magistrales, me encantó mucho la química. Se miran y ya saben qué cambios van hacer, la dinámica que van a trabajar. Todo, con simplemente miradas. Me gustaba mucho el gesto del padre, se nota que admira la ejecutoria del hijo, Christian, en la forma en que lo mira cuando lo acompaña. Una cosa impresionante", expresó el también cuatrista.
Por su parte, el doctor José Antonio López, catedrático de Humanidades y coordinador de Presencias, destacó la relevancia de este encuentro musical.
"Para un instrumentista de cuerdas, no es lo mismo presentarse en grandes tarimas de eventos populares, que en una sala íntima, sin sistema de amplificación. Resulta muy honroso que este haya sido el primer concierto de ambos en una sala de concierto, esto a pesar de haber tocado toda la vida juntos. La ovación que le regaló el público al culminar ambas partes del concierto será uno de los momentos más memorables de esta temporada inaugural de Presencias", expresó el también maestro de la guitarra clásica.
Esta variada jornada cultural, inició este semestre, como uno de los proyectos emblemáticos del doctor John Fernández Van Cleve, rector del RUM.
"Nos sentimos más que satisfechos por la respuesta tan positiva de los colegiales y de la comunidad, quienes participaron de las actividades que incluyeron la música, el teatro, el cine, el baile, las artes plásticas, conferencias magistrales y cursos cortos. Fueron 11 eventos de altura, que validaron la necesidad de contar con espacios para destacar el arte y la cultura. Estamos comprometidos con proseguir esta importante agenda cultural que tanto aporta en la educación holística de nuestros estudiantes", indicó Fernández Van Cleve.
A juicio de López, esta propuesta "simboliza la evidencia de querer presentar la Universidad como un modelo ante el país en el aspecto cultural. En tan solo un semestre de vida, Presencias ha afirmado el valor incalculable que representa invertir en la educación por medio de la cultura".
Nick Quijano en Presencias
Asimismo, como parte de Presencias, el afamado artista plástico puertorriqueño, Nick Quijano, ofreció la conferencia magistral Grotesco: La basura y el arte en el Anfiteatro Ramón Figueroa Chapel. De acuerdo con Quijano, su propósito fue concienciar a la ciudadanía sobre la situación de la basura a nivel local y a nivel mundial, a la vez que propuso el arte como una opción para mejorar la problemática en todos los aspectos.
Durante la conferencia, el artista plástico mostró una galería de todos sus proyectos, los que ha creado con lo que la mayoría de las personas desechan y que consideran basura.
Asimismo, ofreció el curso corto De lo feo a lo bello, desarrollado como un taller de proceso creativo. Este se brindó con la colaboración y el apoyo del Departamento de Humanidades, el Decanato de Estudiantes y la Oficina de la Registradora del Recinto.
Por último, el taller Explorando y construyendo también formó parte de la oferta artística de Quijano en Presencias. Este consistió de un estudio de campo que tuvo lugar en la Playa Basura del pueblo de Guánica. Allí, según explicó el artista, su misión fue que los estudiantes pasaran por "el proceso de encontrar lo bello en lo grotesco o sea entre la basura", también eje central de su conferencia magistral. Como requisito final de la iniciativa, los asistentes llevaron a cabo un conversatorio sobre sus experiencias en el mencionado curso.
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