Volaron tan alto como para llegar al Top Ten de las competencias de la región este que lleva a cabo la Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE) y en las que participaron sobre 70 universidades de todo el mundo.
Ellos son los estudiantes del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) que componen el equipo colegial SAE Aero Design, quienes con sus dos aviones de control remoto, se posicionaron en un privilegiado octavo y noveno lugar overall, de las categorías micro y regular, del mencionado evento, que tuvo lugar en Lakeland, Florida del 13 al 15 de marzo pasado. Los colegiales, que fueron los únicos representantes de Puerto Rico, además ganaron la primera y la tercera posición en las presentaciones de esas categorías.
Según explicó el capitán Anthony Millán Figueroa, estudiante de quinto año de Ingeniería Mecánica (INME), la categoría regular está destinada a los aviones diseñados para levantar mayor peso con restricciones de dimensionas máximas para los materiales y para la potencia de los aditamentos electrónicos.
En cuanto a la categoría micro, aunque también el avión debe levantar el mayor peso posible, este debe ser más liviano y pequeño que el regular, ya que su diseño debe asemejarse a los conocidos drones de uso militar o experimental científico.
El grupo colegial inscribió dos aviones en el evento; sin embargo, cargó con tres para la categoría regular y con cuatro para la micro, esto en caso de que tuviera que reemplazar piezas a las aeronaves oficiales de surgir alguna situación, relató el capitán.
“Una nueva regla de este año, es que si el avión se estrellaba en medio del vuelo, nosotros teníamos la opción de arreglarlo si no había tenido un daño de más del 50 por ciento y no se pierden los puntos acumulados. Pero, si el avión tuvo daños de más del 50 por ciento y decidíamos arreglarlo, perdíamos los puntos que habíamos ganado hasta ese momento para poder proseguir”, explicó.
Y aunque los jóvenes tuvieron que hacer uso de las piezas para reparar los aviones principales, en ninguna de las categorías se les restaron puntos, ya que los daños no superaron el 50 por ciento.
En la competición, que se realiza con el propósito de exponer a los futuros ingenieros a ambientes reales de trabajo y al conocimiento de lo que conlleva el proceso técnico de vuelo de una nave, el equipo colegial también repitió la hazaña del pasado año al obtener la posición cimera en la presentación de la categoría micro. Mientras, que en la regular, ganaron un tercer lugar. En estas exposiciones se incluye el reporte de diseño escrito que se entrega previo al evento y en el que se detalla el proceso de configuración de los avioncitos que van a llevar al lugar. También forman parte de esta categoría, las presentaciones orales que se hacen para mercadear el producto y que son evaluadas por jueces, quienes son profesionales de la industria.
“Ese mismo día, hacen la inspección de nuestro diseño, comparándola con el reporte que habíamos entregado para probar que realmente llevamos los aviones que dijimos que íbamos a llevar, que no les hayamos hecho cambios y que cumplan con todas las reglas y limitaciones de la competencia”, precisó el capitán.
Luego, es que se realizan los circuitos de vuelo, en los que los grupos tienen que demostrar que “nuestros aviones vuelan, pueden aterrizar y son capaces de levantar el mayor peso posible dentro de su categoría”.
Para estos informes presenciales, el equipo, que consta de 36 estudiantes, incluye uno de Administración de Empresas con el propósito de elaborar el área de mercadeo del producto. Los demás integrantes son de Ingeniería Industrial, Ingeniería Civil, y por supuesto, de Ingeniería Mecánica.
Tesón y compromiso colegial
Asimismo, el doctor David Serrano, catedrático de INME y consejero del grupo, manifestó sentirse muy complacido con los logros de sus estudiantes, los que dijo son consistentes y producto del tesón y del compromiso.
“Ellos se miden contra universidades de Polonia, Brasil, México, India, Canadá y decenas de otros países de todo el mundo y siempre, desde que comenzamos a competir, ganan premios y lugares importantes”, indicó el profesor.
El doctor Serrano fue más lejos al indicar que el equipo colegial siempre sienta pautas y que el mayor ejemplo fue cuando los jóvenes llevaron el primer avión eléctrico micro a las SAE Aero Design East del año 2005, precisamente cuanto esta categoría se instituyó.
“El Colegio participó en ese primer evento con el único avión eléctrico y nos ganamos el mejor diseño overall y todos los premios de la competencia. Hoy día todos los micros son eléctricos y desde el año pasado, todos los de la regular, también”, apuntó.
El consejero comienza a adiestrar a los chicos desde agosto, cuando estos se matriculan en el curso de Proyectos Especiales. Allí inician el proceso de diseño y la selección de configuraciones, entre otros aspectos.
“Estoy muy orgulloso de los muchachos porque lo que hacen, también es impulso a la industrial aeronáutica local, algo en lo que el país puede desarrollarse económica y científicamente”, sostuvo.
Por su parte, el joven Millán Figueroa se hizo eco de las palabras de su mentor y agradeció a sus compañeros estudiantes por su desempeño.
“Me siento muy orgulloso de todos los integrantes porque nunca se rindieron y dieron el máximo para representar a la isla y a la Universidad de Puerto Rico ante todas esas universidades, y demostrar que nosotros los colegiales tenemos mucho que dar”, puntualizó.
