La Asociación Regional del Caribe para la Observación Oceánica (CaRA) celebró su séptima Asamblea General para discutir el progreso en la implementación del sistema e iniciativas afines como los planes para desarrollo a corto y mediano plazo. La entidad, cuya sede es el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), es la encargada de proveer productos de información oceánicos costeros con el fin de mejorar la seguridad, apoyar la economía y proteger el medioambiente.
Al encuentro asistieron los usuarios de los datos que se obtienen a través del sistema integrado de observación costera oceánica del Caribe (CariCOOS) quienes se informan acerca de los adelantos obtenidos, al tiempo que plantean los retos que enfrentan.
De acuerdo con el profesor Julio Morell, director ejecutivo de CariCOOS, la ocasión sirvió para hablar sobre sus avances durante el año, el estado del sistema y qué proponen para el próximo ciclo.
“Es una cuestión de responder y, a la vez, consultarles cuáles son las necesidades más apremiantes. Es de igual forma la oportunidad de contactar directamente a los beneficiarios del trabajo que realizamos. Desde el comienzo, la idea de este proyecto ha sido que las decisiones importantes las tomen los usuarios y no nosotros, los investigadores, para atender sus prioridades”, afirmó Morell.
Para el también catedrático del Departamento de Ciencias Marinas del RUM, la misión del sistema a nivel nacional, incluye proveer datos, soluciones prácticas y reales para minimizar accidentes en el océano, mejorar la seguridad en las costas y promover un mejor manejo de los recursos. En esto, el papel del RUM es esencial en el esfuerzo en el que se comparte conocimiento y se transfiere tecnología.
En esto coincidió el doctor Uroyoán R. Walker Ramos, presidente de la UPR, quien destacó la relación entre la entidad y la universidad al servir como enlace para diseminar el trabajo que se realiza desde la academia y que, de acuerdo con él, abarca el servicio, investigación y enseñanza.
“Esfuerzos como el de CariCOOS, que nos trae a hablar del tema de la interacción del océano con la tierra, son fundamentales, particularmente para un archipiélago como lo es Puerto Rico. Tenemos una responsabilidad, no solamente de recopilar información, sino también de ir preparando los cuadros técnicos a través de nuestros estudiantes para tomar decisiones que sean certeras para todos”, aseguró.
Según se discutió en el evento, este tipo de tecnología facilita el manejo de los recursos costeros, la optimización de los pronósticos meteorológicos y oceanográficos, además de ayudar a planificar las actividades para el uso y disfrute de las costas.
De hecho, durante la actividad se exhibieron afiches relacionados con investigaciones que se realizan como parte de este programa y en el que participan estudiantes subvencionados por CariCOOS.
Medir la turbidez del agua, la concentración del sedimento mediante acústica y láser, es lo que investiga Alexandra M. Padilla Vega del Departamento de Ingeniería Mecánica del RUM. Bajo la dirección de la profesora Sylvia Rodríguez Abudo, Alexandra presentó los hallazgos de Assessing Particle Suspensions Near a Coral Reef with Acoustic Backscatter Estimates.
“Lo que queremos es usar un Acoustical Doppler Current Profiler (ADCP) que emite ondas acústicas y así poder cuantificar qué está suspendido en una columna de agua. Al conocer la concentración del sedimento en ella, podremos identificar las bacterias que se mueven, lo que es importante no solo para el ambiente, las costas, pero también para la salud humana”, señaló.
Asimismo, Estefanía Quiñones Meléndez, del Departamento de Ciencias Matemáticas del recinto mayagüezano de la UPR, busca determinar la trayectoria de los peces y otras partículas en la costa oeste de Puerto Rico.
“El propósito principal del proyecto Offshore Drifter Deployment and Tracking at the Marine Protected Area Off Western Puerto Rico es que, mediante unos instrumentos que lanzamos al agua, tengamos una idea acerca de la dirección en que se está moviendo un agregado de peces en el área que nos interesa. Queremos saber por qué hay una disminución en las especies, si se alejan del área del desove o si la corriente los regresa”, expresó.
Precisamente, el programa de Drifters es una de las innovaciones de las que se habló durante la Asamblea y que consiste en el lanzamiento de unos aparatos autónomos que se mueven con la corriente en el océano.
Así lo explicó el doctor Miguel Canals, director técnico de CariCOOS, al describir el funcionamiento del innovador sistema de boyas costeras, el primero en la zona.
“Estas boyas de deriva o de cuerpos de deriva nos van ayudar a entender a dónde van a parar las larvas y los huevos de peces y cuál es la conectividad entre diferentes áreas de Puerto Rico y el Caribe. La posición se les da mediante el sistema de GPS, lo que nos permite estudiar la trayectoria de partículas, de larvas de peces y de basura marina”, señaló el catedrático asociado del Departamento de Ingeniería General del RUM.
Otro de los proyectos que se dio a conocer fue el Centro de Ciencias Oceánicas Aplicadas, que integran estudiantes, personal técnico y administrativo, encargados de crear un programa de investigación, servicio y enseñanza en áreas relacionadas a la ingeniería oceánica.
“Somos una isla bien afectada por el océano y entendemos que tenemos que estudiar mucho mejor el comportamiento oceánico, contamos con los expertos, la participación de los alumnos de ingeniería, ciencias marinas y confiamos en que Puerto Rico se convierta en un centro de excelencia en esta área de peritaje”, agregó.
Como parte de la Asamblea, se instaló al profesor Ruperto Chaparro, director del programa Sea Grant, como presidente de CaRA.