“Ayúdame siempre a recordar
el verdadero propósito de mi vocación:
el servicio generoso y la dedicación a los débiles
y a quienes desesperan,
en su cargo y en su espíritu. Amén”.
(Oración de los enfermeros, Rita Riche)
El Departamento de Enfermería del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), celebró la Ceremonia de iniciación de los 58 nuevos enfermeros que forman parte de la clase 2015. La emblemática actividad se llevó a cabo en el Anfiteatro Ramón Figueroa Chapel, ante un público compuesto en su mayoría por profesores, invitados especiales, padres y familiares. Una vez participan del proceso de investidura y de juramentación, ya oficialmente se pueden nombrar como “enfermeros”.
La tarima del Anfiteatro acogió a los nuevos enfermeros graduandos, quienes también desfilaron hoy durante la centésima primera colación de grados, que se llevó a cabo en el Coliseo Rafael A. Mangual.
“Esta es una ceremonia muy significativa en el desarrollo profesional de los estudiantes de Enfermería, porque es en la que ellos reciben la imposición de los signos distintivos de la profesión. La cofia con el color negro que representa a la enfermera graduada y el verde, que simboliza a nuestro Recinto. A los varones se les coloca una cinta alrededor del cuello del uniforme. Y reciben un pin como elemento que los distingue”, explicó la doctora Celia R. Colón Rivera, directora interina del mencionado Departamento.
Agregó que el grupo que recién se gradúa es uno que se caracteriza por tener unas destrezas con un profundo pensamiento crítico, ante las situaciones que ellos enfrentan. Además, poseen un cúmulo de conocimientos en la materia que los preparan para desempeñarse en los diferentes escenarios o en cualquier ambiente laboral.
Asimismo, la doctora Miriam J. Nieto Vázquez, catedrática de Enfermería, resaltó que estos jóvenes poseen excelencia académica, liderazgo, se destacan en el servicio comunitario y salen con las herramientas necesarias para ejercer la profesión que escogieron tanto dentro como fuera de Puerto Rico.
“Me emociona ver a estos 58 estudiantes culminar una carrera larga y sacrificada. Ellos están preparados en un programa que está acreditado por la Accreditation Commission for Education in Nursing (ACEN) y tienen todas las competencias para ser excelentes profesionales que los va a distinguir en los lugares de empleo”, sostuvo, por su parte, la doctora Abigail Matos Pagán, directora asociada interina del departamento de Enfermería.
Un consejo que les brindó la profesora María I. Barbot Sosa, decana asociada en Asuntos Académicos y Estudiantiles de la Facultad de Artes y Ciencias, quien asistió al evento en representación del rector John Fernández Van Cleve y del decano de Artes y Ciencias, el doctor Manuel Valdés Pizzini, fue que realicen su profesión con humildad y humanidad, ya que este grupo es uno de los mejores en formación académica y práctica.
Los actos se le dedicaron a la doctora Colón Rivera, por su entrega a la academia y a los estudiantes durante los últimos 24 años de servicio. “No somos los mejores porque somos del Colegio, somos los mejores porque queremos serlo”, dice un refrán muy utilizado por la profesora, mencionado en la lectura de la dedicatoria.
Acto seguido, los nuevos especialistas levantaron su mano, y con la lámpara de la sabiduría encendida, juraron respetar la dignidad y las creencias de las personas que tendrán bajo su cuidado.
En cuanto a los reconocimientos a los estudiantes, el Premio Paulina R. Dávila a la mejor alumna, recayó sobre la colegial Natalia Enid Álvarez Torres, oriunda de Utuado. “Esta ceremonia significa que Enfermería no es solo un arte, sino una ciencia. Quiero dedicarle estos logros, primero a Dios, segundo a mis padres y a mi tía, Maritza Torres, quien ha sido un apoyo incondicional para mí”, expresó la homenajeada.
Mientras, el Premio Laura Guillén lo obtuvo Leonardo López Horta, quien también fungió como presidente de la clase de Enfermería y vicepresidente de la clase colegial. “Después de cuatro o cinco años que hemos luchado para lograr todas las metas, haber culminado y vestirnos con este uniforme blanco, tenemos una gran emoción y orgullo por encontrarnos aquí”, sostuvo el hoy enfermero graduado.
Celebran junto a padres y amigos
Los orgullosos padres, Gloria Rojas y Luis Rodríguez, llegaron desde Jayuya para asistir a la actividad en la que su hija Eunice Rodríguez Rojas se convirtió en enfermera. “Tengo mucha emoción porque la hemos visto crecer y forjarse sus metas. Y esta es una de ellas, le doy gracias al Señor porque realmente consiguió lo que deseaba”, afirmó Gloria.
De la misma manera, Sandra Cruz Corchado vino desde el municipio Camuy para acompañar a su hija Beatriz De Jesús Cruz en tan importante evento. “Ella tuvo mucha disciplina para lograr sus metas. En un día como hoy me siento muy orgullosa y me ha dado una lección de perseverancia”, expresó.
Una persona que no podía faltar en un momento tan importante fue Xiomara Torres Rivera, graduanda del Departamento de Estudios Hispánicos, amiga de la ahora enfermera Mariel Ivelisse Pérez Valera. Ambas, se educaron juntas desde la escuela superior y luego fueron admitidas en el RUM.
“Hoy miro atrás y siento un inmenso orgullo, una gran satisfacción de ver cómo lo que soñamos hace un tiempo, ahora vemos el resultado. Estos cinco años en el Colegio nos dieron madurez. Mariel ha sido un pilar en mi vida y es un ángel entre las tormentas, todo lo resuelve y siempre trae paz”, afirmó Torres Rivera, quien continuará estudios en Derecho en la UPR, Recinto de Río Piedras.
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