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Regresan a la alma mater

Por Rebecca Carrero Figueroa (rebecca.carrero@upr.edu)
PRENSA RUM

viernes, 12 de junio de 2015

Regresan a la alma mater plagados de anécdotas que avivan su paso por la epopeya del saber. Lo hacen con el mismo optimismo que se impregna en los corazones de quienes han finalizado el recorrido que les trajo hasta el otrora Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas (CAAM) para completar un bachillerato en ingeniería, artes y ciencias, ciencias agrícolas y tecnología nuclear.

Son los alumnos de antes, que ahora vuelven al siempre Colegio, la clase de 1965 que en la centésima primera colación de grados del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), apadrinan a los graduandos de 2015.

Rostros llenos de sonrisas y anécdotas jocosas, sentaron la pauta de la entrevista con Prensa RUM, previo a la celebración el viernes, 12 de junio, en la que compartieron algunas de sus vivencias en el CAAM. Y con la soltura que caracteriza a los egresados de sangre verde, dieron a conocer un poco más acerca de quienes, hace 50 años, recibieron su diploma.

Fue un encuentro definido por la satisfacción de haber sido parte de la mejor institución, a la que siempre admiraron, de la que fueron alumnos, y otros, no docentes y profesores. Una conmemoración doble porque representa además, sus bodas de oro, ya que con diploma en mano, algunos optaron por casarse poco tiempo después. También, recuerdos que evocan las adversidades que confrontaron en el camino para cumplir con sus deberes como estudiantes, así fuese atravesando ventanas… ellos son: Ana M. Mellowes Freyre de Palmer, Frances E. De León Cuebas, el doctor Manuel F. Rodríguez Peraza, Rufino Matos Graniela y el ingeniero Gustavo Colberg Menéndez.

En el caso de Ana M. Mellowes Freyre de Palmer, “el Colegio siempre ha sido lo mejor”. Eso fue lo que le motivó a completar su bachillerato en Inglés en el RUM. Para ella, la ceremonia de la que será parte cinco décadas después, cobra un mayor significado, ya que la de entonces coincidió con el alumbramiento de su primera hija, por lo que no pudo desfilar junto a sus compañeros.

“Me siento como si fuera mi graduación porque como no pude venir, ahora estoy muy contenta”, expresó la también madre de tres colegiales.

De la misma manera, Frances E. De León Cuebas, exalumna de Biología, compartió la alegría de que otros en su familia vivieron la experiencia de estudiar en la institución mayagüezana.

De esa época dorada, recuerda el tiempo que pasaban jugando briscas bajo la sombra de un árbol de mangó, a veces, tan entretenidos, que hasta faltaban a clases. Para Frances, ser madrina de la clase de 2015 es un orgullo y una gran alegría.

Uno que llegó atraído por los ofrecimientos académicos en el campo de la ingeniería fue el doctor Manuel F. Rodríguez Peraza, egresado de Ingeniería Eléctrica y del Departamento de Ciencias Militares. Procedente de Juana Díaz, su carrera universitaria le llevó hasta la docencia en el Departamento del que se gradúo y del que se retiró en el año 2000.

“Estoy más que contento, porque esto es lo mío; yo estuve aquí treinta y pico de años, es más, si cuento desde que llegué de estudiante, de prepa, desde el 60. Enseñé hasta el 2000 porque después de que me jubilé, me quedé unos años más trabajando ad honorem, así que estoy más que feliz de estar aquí nuevamente”, expresó.

Su esposa, la doctora Nilda Ocasio Negrón, catedrática jubilada de la División de Educación Continua y Estudios Profesionales, al igual que sus hijos, también son egresados del RUM.

Por otro lado, motivado por un anuncio en el que solicitaban empleados para trabajar como economistas, llegó hasta aquí, Rufino Matos Graniela. Oriundo de Cabo Rojo, Rufino escogió el Departamento de Ciencias Sociales, para realizar sus estudios en Economía.

De sus vivencias como estudiante, recuerda el curso de Filología española como uno de los más difíciles. Al terminar un examen, le preguntó a la profesora qué le parecía, a lo que ella le respondió que se le podía dar una C. Sin embargo, para su sorpresa, obtuvo como nota D, lo que le llevó a cuestionarle el por qué del cambio. La respuesta que recibió fue: “confórmese; usted tenía D menos y lo ayudé”, comentó entre risas.

Vencido ese obstáculo, tras graduarse, laboró durante 32 años en el Recinto, por lo que volver aquí para desfilar, es algo emocionante. Además, la celebración es doble, ya que aparte de apadrinar la clase graduanda de 2015, conmemora junto a su esposa, también de la clase de 1965, 50 años de matrimonio.

Para el ingeniero civil Gustavo Colberg Menéndez, llegar a tiempo a sus clases, desde su hogar en Cabo Rojo, resultaba un poco complicado. En su empeño dependía de conseguir transportación y una vez en el campus, para entrar a tiempo, optaba por atravesar la ventana del aula.

“La primera clase en la mañana era matemáticas con la profesora Doris Pérez. La tomábamos en el sótano de Celis. Yo entraba por la ventana. Ella me regañaba todos los días, me hacía salir y entrar por la escalera, pero así me aseguraba de estar en el salón”, reveló.

De otra parte, la centésima primera colación de grados también cobra un giro muy especial para los ingenieros Ramón Flores, Eduardo Sagredo y Emilio E. Roppen. El trío, procedente de la República Dominicana, no pudo participar de la colación de grados de 1965 debido a la Guerra de Abril que tuvo lugar en su país. Cincuenta años después, lograrán integrarse al desfile, esta ocasión en su rol como padrinos de los graduandos de 2015.

El RUM es la única institución universitaria en Puerto Rico cuyas clases graduandas son apadrinadas por los egresados de hace 50 años. La clase de 1965 estuvo compuesta por 435 graduados, 337 varones y 98 féminas, quienes desfilaron en junio de 1965 en el Gimnasio Ángel F. Espada del RUM.

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  • Ese grupo de egresados completó su  bachillerato en ingeniería, artes y ciencias, ciencias agrícolas y tecnología nuclear.<br>Prensa RUM
  • La clase de 1965 estuvo compuesta por 435 graduados, 337 varones y 98 féminas, quienes desfilaron en junio de ese año en el Gimnasio Ángel F. Espada del RUM.<br>Suministrada
  • Los egresados de la Clase de 1965 apadrinaron a los graduandos de 2015.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM
Ese grupo de egresados completó su  bachillerato en ingeniería, artes y ciencias, ciencias agrícolas y tecnología nuclear.<br>Prensa RUMLa clase de 1965 estuvo compuesta por 435 graduados, 337 varones y 98 féminas, quienes desfilaron en junio de ese año en el Gimnasio Ángel F. Espada del RUM.<br>SuministradaLos egresados de la Clase de 1965 apadrinaron a los graduandos de 2015.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM
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Video reportajes disponibles en:
youtube Padrinos de la Clase del 65 participan en la graduación 101 del RUM

SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=3300