El Departamento de Ingeniería Eléctrica y de Computadoras del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) estrenó dos programas de bachillerato, uno en Ciencias e Ingeniería de Computación (CIIC) y el segundo, único en Puerto Rico, en Ingeniería de Software (INSO), con la orientación esta semana a alrededor de 44 estudiantes recién admitidos que conforman la primera clase de esta oferta académica.
"Estos dos programas nos permiten preparar a un ingeniero con una pericia bien profunda en todo lo que tiene que ver con diseño e implementación de sistemas de software, y, al mismo tiempo, complementan los cursos existentes de Ingeniería de Computadoras (ICOM) que cubren más el hardware; estos enfocan y expanden la parte de software. Se trata de la computación desde la perspectiva ingenieril para bases de datos de aplicaciones móviles, web y todo lo que tiene que ver con inteligencia artificial. Así que ahora contamos con todo el portafolio de ofrecimientos académicos", explicó el doctor Manuel Rodríguez, director asociado del mencionado Departamento, en específico lo relacionado con asuntos de computación.
Según informó, el novedoso proyecto será cónsono y diversificará los programas que brinda el Recinto en tres de sus facultades a través de ICOM, en Ingeniería; el de Sistemas de Información, disponible en Administración de Empresas, que aplica más a los negocios; y el de Ciencias de la Computación, de Artes y Ciencias, que se concentra en ese campo desde la perspectiva científica.
El Departamento recibió a la primera clase, el pasado 6 de agosto, con motivo de la Semana de Orientación a los alumnos de nuevo ingreso, en una reunión a la que acudieron los profesores a cargo de los cursos, así como los principales funcionarios, directores y gestores de la iniciativa.
Precisamente, uno de los mensajes de bienvenida estuvo a cargo del doctor Jaime Seguel, decano de Asuntos Académicos, precursor del esfuerzo como parte del equipo de catedráticos expertos en la materia.
"Esto es un momento histórico. No podía perderme ver la cara de la primera generación de estudiantes de estos dos bachilleratos porque esto lo concebimos cuando ustedes probablemente todavía no habían entrado a la escuela, en el año 2003, que se aprueba la primera propuesta para crearlos", relató el Decano, quien agregó que, a pesar de un largo camino de más de 10 años de "avances y retrocesos", valió la pena el resultado que este selecto grupo estrena finalmente en el 2015. La aprobación oficial se recoge en las certificaciones número 03-22 y 05-01 del Senado Académico.
En su mensaje a los nuevos colegiales, el doctor Seguel subrayó que se trata de la iniciativa más joven, dentro de una serie de ofrecimientos centenarios en la tradicional Facultad, que actualiza el currículo de esa disciplina en el recinto mayagüezano.
"Permite al Colegio de Ingeniería y a la Universidad de Puerto Rico (UPR) dar un salto tremendo en la era de la informática, que es el resultado de lo que construye gente como ustedes gracias a lo que aprenden y a su iniciativa. Esto está evolucionando de una manera sumamente rápida, las aplicaciones de las ciencias de la computación y los problemas de ingeniería de software siempre están cambiando la frontera de la investigación, de la creatividad humana. Así que ustedes van a estar en un área excitante, llena de desafíos", les aseguró en su mensaje.
Iguales palabras tuvo el Decano del Colegio de Ingeniería, doctor Agustín Rullán, quien felicitó a los jóvenes por aceptar el reto y los instó a ser diligentes, constantes y firmes para culminarlo y convertirse en los primeros graduados de esta concentración en cinco años.
"Esto ha sido un gran desafío porque fue aprobado en sus últimas etapas el semestre pasado, así que movimos cielo y tierra para que se pudiera comenzar en agosto. Estamos muy contentos, pues son dos áreas de gran necesidad en la economía de Puerto Rico, uno de ellos es un programa que no existe en ninguna otra universidad en la isla y que nosotros, como parte de nuestra misión, teníamos que ser pioneros", aseveró Rullán.
El principal funcionario de esa Facultad destacó que en su experiencia con las distintas empresas que visitan el Recinto y con las que se entrevista, siempre sus representantes expresan interés en las áreas de computación ya sea para que los colegiales ocupen puestos dentro, como fuera del país.
"En este tipo de especialidad lo único que te limita es la creatividad, la innovación y la capacidad de identificar problemas que se puedan resolver con recursos de computación. Después que uno tenga una computadora, una conexión de internet, uno puede desarrollar lo que sea y nos hace falta crear empresas nativas nuevas de alta tecnología que puedan exportar sus productos y sus servicios. Sabemos que este va a ser un programa con un gran impacto", auguró el Decano.
En esa misma línea de pensamiento, coincidió el director del Departamento de Ingeniería Eléctrica y de Computadoras (INEL/ICOM), doctor Raúl Torres, al esbozar que mientras hay economías muy frágiles, las compañías que se dedican al software han demostrado que pueden salir a flote de manera próspera, como, por ejemplo, las nacionales creadas por egresados de Ingeniería de Computadoras del RUM que exportan servicios a muchos países.
"Para mí es un orgullo tenerlos aquí y que hayan seleccionado este Departamento y estos programas, en especial el de Ingeniería de Software, único en Puerto Rico, que está teniendo una amplia demanda. Una de sus ventajas es que se puede trabajar a nivel local y hacer el producto para otras naciones, puede formar su propia compañía o integrarse a cualquier empresa", apuntó el Director, quien les habló a los futuros profesionales sobre la relación intrínseca que tienen todas las ramas de la ingeniería con los grandes avances de la humanidad a nivel científico y tecnológico.
El doctor Torres también hizo hincapié a los recién admitidos en la responsabilidad que contraen con esta profesión y como representantes de una educación pública de quienes se espera la capacidad y tenacidad de provocar cambios en la sociedad.
Los cerca de 44 estudiantes, divididos casi en partes iguales entre ambos programas, recibieron orientación todo el día sobre la composición curricular, los requisitos académicos y otros pasos importantes para alcanzar sus metas.
Marialis Medina Rodríguez, de San Sebastián, y Jorge Isaac Pérez Flores, de Luquillo, son dos representantes de la novel clase, quienes guardan grandes esperanzas de sus respectivas carreras.
"Esto era lo que me interesaba, había entrado por otra área, pero no estaba tan motivada. Cuando vi la oportunidad de este nuevo programa decidí cambiarme y estoy complacida con mi decisión. Mis expectativas en este programa son poder desarrollarme profesionalmente; aprender todas las destrezas de programación; si se puede, crear un software; crear aplicaciones para ayudar a la sociedad; a buscar información de una forma más efectiva; y, mi sueño sería trabajar en Microsoft", afirmó con gran aplomo Marialis, admitida a Ingeniería de Software.
A Jorge, de Ciencias e Ingeniería de la Computación, le ocurrió algo muy parecido, ya que entró al RUM por otro departamento inicialmente, que no cumplía con sus verdaderos anhelos académicos.
"Decidí hacer el cambio porque me interesó este programa que incluye programación, lo cual me gusta mucho también", relató, al tiempo que manifestó que una vez se gradúe le interesa desarrollar aplicaciones eficientes, trabajar en la industria o tener su propia compañía.
La actividad estuvo a cargo del doctor Rodríguez, quien agradeció a las distintas entidades y a la Oficina de Admisiones por su colaboración para contactar a los posibles candidatos de estos dos nuevos programas, ya que debido a su reciente aprobación, no se pudo incluir en el proceso tradicional de nuevo ingreso.
"Fue clave la ayuda de Admisiones, ya que su directora se tomó la iniciativa de llamar a los estudiantes que querían entrar a otros programas de Ingeniería, pero no tenían cupo. Los decanos nos apoyaron, el Director del Departamento nos buscó el personal y pudimos matricularlos en sus cursos. Tenemos los recursos, los profesores y estamos utilizando las clases existentes que son parte de estos programas. No estamos creando muchos cursos nuevos, sino que reestructuramos los que ya ofrecemos con este otro perfil académico para dar más profundidad en las áreas", detalló.
El evento contó con la colaboración especial de la asociación estudiantil HackPR, que reúne a alumnos de todos los programas relacionados con computación en el Recinto con un enfoque empresarial en el área de la informática.
"El objetivo es llevar lo que aprenden en el salón de clases, combinado con las tecnologías más nuevas, a una experiencia más real, más dinámica, como, por ejemplo, nuestra competencia anual que es en septiembre en el Mangual donde vienen sobre 400 personas a trabajar sus proyectos por un fin de semana", dijo David Bartolemei, coordinador del colectivo en el RUM y a nivel nacional, cuyas expectativas incluyen organizar otras actividades como viajes para visitar compañías y explorar oportunidades de empleo.
Por su parte, el doctor Rodríguez también opinó que este cambio propulsará ventajas económicas para el país por la oportunidad que tendrán sus egresados en emplearse en empresas establecidas, seguir investigación en escuela graduada o crear sus negocios.
"Es parte de lo que queremos lograr, que Puerto Rico se vuelva un hob de tecnología y que las compañías vengan porque dicen 'ahí está el talento necesario para poner mi subsidiaria o invertir en alguien que cree un nuevo producto en mi empresa'", puntualizó.