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Presenta su revelación milenarista

Por Idem Osorio De Jesús (idem.osorio@upr.edu)
PRENSA RUM

viernes, 9 de octubre de 2015

Dar a conocer su nueva obra en su ciudad natal y, por si fuera poco, en su alma mater, se sumó a la emoción de aportar una visión precursora a la literatura puertorriqueña, desde la perspectiva teológica, un tema ausente en la disciplina. Así se resume la reciente vivencia del escritor Ricardo Cintrón Bracero, quien presentó en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) su libro La revelación milenarista en los cuentos cortos de Miriam M. González Hernández.

Acompañado por su familia, amigos, colegas, estudiantes, profesores y por sus mentoras académicas, el egresado del Departamento de Estudios Hispánicos (ESHI), donde cursó sus grados de bachillerato y maestría, compartió esta publicación que fue, precisamente, su proyecto de tesis requerido para el título graduado que obtuvo en el 2014.

“¿Por qué este tema para un libro de narrativa? Pues, ¿por qué no? El milenarismo cristiano es una perspectiva muy comentada en los círculos teológicos y en la cultura popular del pueblo borincano. Sin embargo, no así entre quienes analizamos la literatura puertorriqueña contemporánea en las universidades. Ante esta situación podemos decir que este es el primer texto en el orbe universitario secular puertorriqueño, una obra formalmente gestada, pionera en exponer y desarrollar, con un lenguaje aparentemente simple, la obra de la que vive en la ciudad de El Caballero de la Raza. Es una nueva forma de mirar lo que se inserta en el corazón de las artes literarias”, reiteró Cintrón Bracero a la audiencia.

De hecho, en el público se destacó la escritora aguadillana a la que hizo referencia en esa parte de su mensaje, la doctora Miriam M. González Hernández, catedrática de ESHI, y autora de la cuentística que el escritor analizó para este trabajo y cuya obra ha investigado ampliamente.

“Es fruto de varios años de estudio y de reflexión sobre su narrativa corta y, por extensión, sobre la literatura puertorriqueña. Y es que la narrativa gonzaliana es rica en su contenido, pero lo es más cuando decodificamos la simbología que presenta. Refiriéndose a textos bíblicos, como los libros de los profetas mayores y del Apocalipsis de San Juan nos remonta a una antiquísima tradición literaria, cultural y joanina que, más que ser repetitiva y gastada, destella nuevas propuestas”, agregó el ahora aspirante a un grado doctoral del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe.

La tarea de presentar el texto recayó en una de sus colegas mayagüezanas, la profesora Rebecca Carrero Figueroa, quien recordó, al principio de su exposición, las múltiples veces en las que sus carreras académicas se han entrelazado. Algunas de esas oportunas coincidencias los llevaron a estudiar en la Escuela Superior Eugenio María de Hostos de Mayagüez, completar sus respectivos bachilleratos y maestrías en ESHI en el Recinto, analizar la obra de la doctora González Hernández para sus publicaciones e investigaciones graduadas y contar con la doctora Katzmín Feliciano Cruz como integrante de su comité de tesis.

“Lo que Ricardo nos presenta es una exégesis de la influencia del cristianismo en el quehacer de González Hernández y cómo sus profundas convicciones cristianas no se ausentan de su trabajo. Conversando con Ricardo, me compartió que al transformar su tesis de maestría en texto, dejó un poco el rigor académico, ya que deseaba un libro que resultara cercano al estudiante subgraduado. En mi opinión, este propósito se alcanza, ya que domina con excelente destreza los conceptos relacionados con la escatología cristiana y su aplicación en estos relatos convierte su estudio en un gran recurso para el alumno interesado en literatura o quienes se inclinan por un enfoque teológico de aplicación vivencial; y ¿por qué no?, para aquel individuo interesado en explorar otros enfoques literarios”, esbozó Carrero Figueroa.

La conferenciante destacó que el texto sintetiza y simplifica los hallazgos que el autor obtuvo en sus investigaciones junto a los monjes benedictinos del Monasterio San Julián de Samos, en Galicia, España, en su mayoría doctores en Teología y Derecho Canónico. En este análisis en específico, Cintrón Bracero explora la visión sobre el fin de los tiempos en seis cuentos de la autora que incluyen: Calez y La casa, de Calez y otros espejismos (2000); Arenas y Fuegos, de Deshojando arenas (2003) y El Abadón e Inhumación de Miradas (2006).

“A lo largo de cinco capítulos, el estudioso aplica la teoría milenarista cristiana de Norman Rufus Collin Cohn, y su texto En pos del milenio; y toma como base el capítulo 20, verso 15 del libro de Apocalipsis de San Juan en el que se anuncia que Jesucristo reinará durante mil años. De esta manera, se propuso demostrarnos que estos elementos se encuentran presentes en los microrrelatos seleccionados”, continuó la profesora, quien forma parte de la facultad de ESHI y labora como redactora en la Oficina de Prensa del RUM.

Según explicó, la más reciente creación de Cintrón Bracero no solo utiliza como recurso la teoría doctrinal, sino que abarca además el género del cuento breve y las características generacionales de esta muestra.

“Gracias a la mirada que nos ofrece, podemos justipreciar el fin esperanzador que estos relatos cristianos aportan a las letras puertorriqueñas”, concluyó Carrero Figueroa.

El autor, quien cuenta con numerosas publicaciones, ha sido reconocido por la Casa Museo Felisa Rincón de Gautier, el Arzobispado de San Juan y la revista literaria y cultural El Relicario. Al culminar la presentación, que tuvo lugar en uno de los auditorios de Administración de Empresas, compartió y firmó copias de su libro para el público. Igualmente, se mostró agradecido por el apoyo y por contar con personas claves en su trayectoria.

Una de esas figuras a la que se rindió tributo fue la doctora González Hernández, quien recibió esa noche un reconocimiento del Municipio de Mayagüez, a través de una proclama del alcalde José Guillermo Rodríguez, que le entregó María Matos, en su representación, por su contribución al campo literario.

“No tengo palabras, simplemente gracias, lo que yo hago es para ustedes”, expresó emocionada la catedrática, quien en una entrevista con Cintrón Bracero, que se incluye al final de esta publicación, agradeció a su alumno por examinar sus relatos desde esta innovadora visión.

Para cerrar esta presentación, que se repitió también el pasado mes en el Museo Eugenio María de Hostos de Mayagüez, el autor instó a los estudiantes a proponer nuevas formas de estudio en un sistema al que le urge renovarse, particularmente en el área de la crítica literaria.

“Así, podemos hacer nuestras las palabras de Darío: No dejes apagar el entusiasmo, virtud tan valiosa como necesaria; trabaja, aspira, tiende siempre hacia la altura. De esta forma, cuando te adentres en la torre de marfil del conocimiento, puedes declarar, a viva voz: ¡Benedicamus Domino!”.


  • El escritor Ricardo Cintrón Bracero, al centro, acompañado, desde la izquierda por: la doctora María de los Ángeles Talavera, la profesora Rebecca Carrero Figueroa y las doctoras Katzmín Feliciano Cruz, Miriam M. González Hernández y Maribel Acosta Lugo, directora de Estudios Hispánicos.<br>Suministrada
  • El autor compartió y firmó copias de su libro para el público.<br>Suministrada
  • El dibujo de la portada del libro fue una creación de Iremar Fernández y el diseño estuvo a cargo de Henry DAza.<br>Suministrada
  • La profesora Rebecca Carrero Figueroa (a la izquierda) tuvo la encomienda de presentar el libro de su colega Ricardo Cintrón Bracero. Los acompaña la doctora Miriam M. González Hernández.<br>Suministrada
  • Acompañado por su familia, amigos, colegas, estudiantes, profesores y por sus mentoras académicas, el egresado del Departamento de Estudios Hispánicos compartió su más reciente publicación.<br>Suministrada
El escritor Ricardo Cintrón Bracero, al centro, acompañado, desde la izquierda por: la doctora María de los Ángeles Talavera, la profesora Rebecca Carrero Figueroa y las doctoras Katzmín Feliciano Cruz, Miriam M. González Hernández y Maribel Acosta Lugo, directora de Estudios Hispánicos.<br>SuministradaEl autor compartió y firmó copias de su libro para el público.<br>SuministradaEl dibujo de la portada del libro fue una creación de Iremar Fernández y el diseño estuvo a cargo de Henry DAza.<br>SuministradaLa profesora Rebecca Carrero Figueroa (a la izquierda) tuvo la encomienda de presentar el libro de su colega Ricardo Cintrón Bracero. Los acompaña la doctora Miriam M. González Hernández.<br>SuministradaAcompañado por su familia, amigos, colegas, estudiantes, profesores y por sus mentoras académicas, el egresado del Departamento de Estudios Hispánicos compartió su más reciente publicación.<br>Suministrada

SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=3408