Dar hasta que duela y cuando duela, dar todavía más.
Madre Teresa de Calcuta
Sus rostros reflejaban una mezcla de emociones: alegría, miedo, sorpresa, satisfacción. En algunos ojos se asomaron lágrimas, de esas que relatan múltiples historias, todas ellas con el común denominador de conocer muy íntimamente la palabra cáncer.
Eso les motivó a llevar a cabo un acto de desprendimiento personal: donar su cabello. Bajo la iniciativa del colectivo colegial Her Campus, el tercer piso del Centro de Estudiantes se convirtió ayer jueves, 15 de octubre en ese espacio solidario en el que alrededor de una veintena de estudiantes del Recinto Universitario de Mayagüez, y algunos empleados dieron el paso de regalar esperanza.
Evianna Serrano López, de Ingeniería Industrial, llegó con su larga melena, la que según indicó, siempre la ha definido. Donó 11 pulgadas de cabello, en medio de una gran emoción y en recordación de sus seres amados.
"Mi abuela murió de cáncer, de metástasis y ahora, a mi tío lo diagnosticaron con cáncer también. Yo sé que a mi abuela le hubiera gustado, aunque ella no perdió el pelo. Es la primera vez que lo hago, tenía miedo, porque mi pelo largo es lo que me identifica. Mi hermana tiene el pelo más largo que yo, y esta mañana le dije: 'ya no vamos a ser hermanas gemelas cuando regrese a casa con el pelo más corto'. Quiero ayudar a otros y estoy feliz por eso, aunque esté llorando. Es algo que quería hacer por mi abuela y me hace llorar porque ella estuvo mucho tiempo así", manifestó a Prensa RUM la joven, quien, tras el corte, todavía lucía una extensa cabellera.
Tania Díaz Márquez, de Física, tiene un nuevo 'look'. De un estilo largo en capas ahora tiene un paje a la mejilla. Estaba ansiosa, pero decidida.
"Yo lo estoy haciendo porque mi tía sufrió de cáncer y pensé que era una buena actividad. Sé lo importante que es para mí el pelo, por lo que considero que para los demás, también. Estoy un poquito nerviosa, es la primera vez que me lo corto tan corto. Doné nueve pulgadas. Uno deja el apego por las cosas, yo le tengo mucho apego a mi pelo y es esa sensación de uno librarse de lo material y ser feliz", expresó mientras sonreía.
Para Melissa Vélez, de Biología, se trató de algo muy personal. Desde los doce años le diagnosticaron con tumores cerebrales. Por lo que luego de pasar por los procesos inherentes a la condición, quiso dar.
"Estoy bien emocionada. Dono mi cabello cada dos años. Desde que salí de mis cirugías, decidí compartir", expresó la futura bióloga.
Allí también estaba la profesora Luisa Seijo Maldonado, catedrática de Ciencias Sociales y líder de los proyectos Siempre Vivas y del Instituto Universitario para el Desarrollo de las Comunidades del Recinto. No tenía planificado que esa sería una de las actividades de su día. Sin embargo, al pasar por el Centro, se enteró del evento solidario e inmediatamente decidió hacerlo. Según relató, en su familia han sido múltiples los casos de cáncer, por lo que se siente muy identificada con la causa.
Asimismo, dijo presente Patricia Lynn Torres Aquino, secretaria administrativa de la Oficina de Actividades Sociales y Culturales.
"Fue un acto de desprendimiento. Llevo años pensándolo y en estos días que he escuchado bastante noticias sobre el cáncer y he trabajado mano a mano con el Comité de Marcha Rosada, sentí la responsabilidad de hacerlo. Es ponerte en los zapatos de otra persona. Doné nueve pulgadas", indicó.
A los colaboradores del portal Her Campus UPRM, el tema les toca de una manera cercana. Por eso organizaron la actividad en colaboración con el programa Pantene Beautiful Lengths y Emma's Beauty Academy, de Mayagüez.
"Tenemos a una de las muchachas del equipo que es sobreviviente de cáncer, su nombre es Angelí Rivera, de 19 años y actualmente está hospitalizada. Es una causa que nos toca a todos. Hemos sufrido la muerte o el padecimiento de un amigo o un familiar paciente con cáncer y quisimos apoyar", relató Geysel M. Gómez Lozada, editora del mencionado proyecto y estudiante de Ciencias Sociales.
La joven se mostró muy satisfecha por la excelente acogida que tuvo la donación de cabello.
"Yo he donado dos veces porque mi madrina falleció de cáncer de seno. Es algo bien bonito, cuando tienes la oportunidad de ver la diferencia que hace una peluca en la vida de una mujer, que lo está perdiendo todo y lo único que le queda tal vez es ese poquito de orgullo de mirarse al espejo y sentirse muy lindo. Estás dando algo de ti, lo más bonito que tienes", concluyó.
Un mes para crear conciencia
Por su parte, el Comité de la Marcha Rosada del RUM ha llevado a cabo varias actividades durante el mes emblemático de la campaña para crear conciencia sobre la prevención del cáncer el seno.
El primer evento se efectuó el jueves, 8 de octubre cuando sobrevivientes de la mencionada enfermedad, participaron en el encuentro denominado Íntimo, que tuvo lugar en la Residencia Oficial del Rector.
Una veintena de féminas disfrutó de una dinámica dirigida por la doctora Ruth Hidalgo, psicóloga clínica, quien les habló sobre la importancia de cultivar herramientas para enfrentar situaciones imprevistas, como lo puede ser un diagnóstico no esperado.
Tras la charla y luego de degustar una exquisita cena, las participantes caminaron en una ruta bordeada por luminarias hasta el edificio José de Diego (Rectoría). Allí, se iluminó la estructura de rosado como símbolo de la solidaridad colegial con esta causa.
Mientras, el jueves, 15 de octubre en los predios de Enfermería, y con la colaboración de la Sociedad Americana contra el Cáncer (SAC), se realizó una clínica de mamografías gratis en la que participaron 35 empleadas.
En la tarde, se celebró el Fogueo Rosado, un maratón de una milla en el que compitieron 52 personas, 29 féminas y 23 varones, en la ya tradicional ruta de la carrera del pavo colegial. El pase de entrada era la camiseta o las gafas rosadas, representativas de la campaña de recaudación de este año de SAC.
El primero en llegar fue el atleta Alex Xavier Díaz Rivera y en las féminas, Ashley Laureano. En la categoría de empleados Frank Miranda y Mariloli Pérez. En estudiantes, José Luis Martínez Collado y Miriam Lisboa. En invitados especiales, obtuvo el primer lugar José Luis Soto Feliciano. Asimismo, en féminas, Maritza Laracuente.
El evento deportivo, organizado por Nilsa París, con el apoyo del Banco Popular y el Departamento de Actividades Atléticas, sirvió como preámbulo a la Marcha Rosada, que será el próximo jueves, 22 de octubre a partir de las 10:30 a.m.