Ese rítmico repicar producto de la energía vibrante de poderosas manos que con fuertes descargas hacen palpitar a sus congas y bongós hasta fusionar su mágica adrenalina con la de la audiencia que observa hechizada.
Ese cadencioso y apasionado brío que provoca que los acordes precisos e impecables que nacen de su teclado se conviertan en puerta de innumerables emociones desatadas por la fuerza creadora de cada nota.
El Pórtico Colegial sirvió de escenario ideal para la fusión de dos grandes: Paoli Mejías, renombrado percusionista cuyo talento y ejecutorias a nivel internacional le hicieron merecedor de una nominación al Grammy Latino; y Yan Carlos Artime, un polifacético músico cubano, compositor, violinista y virtuosísimo del piano. La combinación magistral del teclado y la percusión puso a vibrar a la audiencia al son del jazz latino.
El junte de ambos maestros, que coinciden en ofrecer una gran intensidad en la ejecución de sus respectivos instrumentos, evidenció una mística complicidad musical entre los dos intérpretes, que lograron transmitir esa pasión al público, en su mayoría estudiantes, que abarrotó el lugar.
La velada inició con dos composiciones de Artime: Aurelia y ¿Bailomo'a 7 mamá? Procedieron con Drume negrita, de Eliseo Grenet y Moliendo café, de José Manzo Perroni. Luego, en un solo de teclado, Artime interpretó Colores, una pieza de su autoría que tiene un lugar muy especial para él, ya que la dedica a su padre. La noche musical bajo las estrellas continuó con Manicero, de Moisés Simons. Prosiguieron con Consuélame y Hello Nany, ambas de Artime, la última la compuso para Paoli e incluye un intenso solo de bongós que arrancó sonoros aplausos de los presentes.
El concierto, que formó parte de la tercera temporada de Presencias, proyecto integral de cultura del Recinto Universitario de Mayagüez, también contó con un ameno conversatorio en el que ambos músicos interactuaron por un largo rato con los asistentes. Precisamente, en ese sección al responder una pregunta de la audiencia, Paoli mostró el arte de uno de sus instrumentos que plasma dibujos de su madre, abuela y tía, en que, según indicó, muestra con orgullo su herencia.
Concluyeron el concierto con su peculiar versión de Capullito de alelí, de Rafael Hernández. Inmediatamente y por la accesibilidad del entorno, los estudiantes se acercaron a los artistas, quienes, amablemente, contestaron preguntas y se tomaron fotos.
"Es la segunda vez que vengo aquí y yo estaba bien ansioso por venir. La he pasado de maravilla, cada vez está mejor, le agradezco a los organizadores, al público y de verdad, que es un placer inmenso", expresó Aritme, quien se presentó hace un año en la temporada inaugural de Presencias.
Agregó que disfrutó mucho su participación con Mejías, a quien considera como su hermano al describirlo "como mi sangre".
"Nos conocemos hace muchos años y nos entendemos muy bien. Tenemos como base disfrutar lo que estamos haciendo", aseguró.
De hecho, Artime sirvió de moderador del dinámico y prolongado conversatorio que sostuvieron con la audiencia.
"Me alegra mucho que decidan preguntar, para mí es un placer de lo que yo sepa, pues poderlo compartir", indicó.
Del mismo modo opinó Mejías, quien además se mostró muy feliz de estar en la isla, tras largos periodos de presentaciones y giras con artistas, como Santana.
"Me pareció tan bueno que, ojalá y volvamos de nuevo. ¡Me encantó! Esto es una de las cosas que más a mí me gusta hacer, estar con mi gente aquí. Siempre estoy viajando, pero esto es una de las cosas que son más importantes en mi vida, poder ofrecerle de mi talento a la gente en Puerto Rico, que es de donde yo soy, donde vivo y es mi pueblo", enfatizó el percusionista.
Igualmente comentó, lo mucho que le agrada compartir tarima con Artime.
"Me encanta tocar con Yan Carlos porque no siempre tú encuentras esa oportunidad de interactuar con un músico que tengas esa buena conexión con él. Es como una magia", afirmó.
Ambos maestros estuvieron de acuerdo en que Presencias provee un espacio cultural único y necesario.
"Ustedes están haciendo algo maravilloso. Nosotros necesitamos más de esto en Puerto Rico. Ojalá se multiplique y esto se convierta en una realidad en toda la isla porque una de las cosas más positivas que se hacen aquí, son el arte y la música", expresó Mejías.
"Yo quiero venir todos los años, ojalá me inviten; para mí ha sido un gran placer", añadió Artime.
Por su parte, el doctor José Antonio López, director musical de Presencias y catedrático de Humanidades, comentó sobre el dominio que tienen ambos intérpretes en el arte de la improvisación.
"El jazz no es otra cosa que la destreza aplicada de la improvisación y para ellos, esto se convierte en la creación de una nueva composición. Lo maravilloso es que al final del concierto, ellos no recuerdan lo que hicieron y eso es extraordinario, porque es una catarsis, se elevan", comentó López, profesor de apreciación musical.
La cartelera de Presencias continuó anoche con la presentación del documental The Last Colony, de Juan Agustín Márquez, seguido por un conversatorio con los doctores Edwin Irizarry Mora, de Economía; Mario Cancel, de Historia, y Jorge Schmidt, de Ciencias Políticas.
La jornada continúa el jueves, 22 de octubre a las 10:30 a.m. en el Anfiteatro Ramón Figueroa Chapel con la conferencia titulada MuSA: el corazón artístico colegial a cargo de Zorali De Feria, directora del Museo del Recinto.
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Jazz en el Pórtico con Presencias del RUM
