Es una amplia colección de fotografías que documenta su paso por varias cárceles federales y, a su vez, el crecimiento de su hijo durante los 18 años que estuvo preso. Por eso le llama Crescendo, una muestra secuencial muy personal que ilustra la transformación. Asimismo, la amplia exposición incluyó otras obras trabajadas en varios medios, que hacen alusión a temas como los barrotes y la puertorriqueñidad.
Precisamente, la Galería de Arte del Departamento de Humanidades del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), fue el hogar durante un mes de la multifacética exhibición del artista Elizam Escobar, una de las más numerosas que ha albergado la instalación.
"Tiene que ver con mi estadía en las prisiones de Estados Unidos, enfocada en una secuencia de las fotos tomadas en las salas de visita. El hijo mío tenía cinco años cuando fui arrestado y luego, cuando salí en el 1999, tomamos la última foto de esa secuencia y se ve el cambio. Es como una condensación y una concretización del tiempo a través de la imagen. Hay otros trabajos que tienen que ver con los barrotes de la celda, que los transformé en estructura, y otras imágenes que aluden a otros exprisioneros políticos puertorriqueños. Quiero ofrecer algún tipo de intercambio simbólico con los espectadores y sentir algo un poquito más concreto sobre qué significa eso", indicó el artista en un aparte con Prensa RUM.
Agregó que otros de los medios que utilizó en Crescendo fueron: dibujo, pinturas, esculturas, trabajo digital, y medios mixtos.
"Algunas piezas que están aquí ya no sé si las hice antes o después de estar preso. Están combinadas y es interesante, porque una de las cosas que estoy haciendo es, no solamente combinar medios, materiales y técnicas, sino también retrabajar obras", explicó.
De hecho, durante su alocución ante los presentes, Escobar habló de sus manifestaciones artísticas como un renacimiento.
"Mi salida de la prisión, imagino de todos los otros momentos representa una nueva vida, un renacer, una resurrección", señaló.
Para el artista es muy importante el vínculo con los estudiantes.
"Yo salí de prisión en septiembre de 1999, y en enero del 2000 comencé a dar clases en artes plásticas y para mí fue bien significativo porque sentí que donde tenía que estar era en Puerto Rico y que la conexión entre los estudiantes y la experiencia mía era bien importante y vital. He aprendido mucho de ellos. Aquí en Mayagüez hay buenas vibras y creo que tenemos un entendimiento para conectarnos", puntualizó.
Precisamente, la colegial Kiara Toro, quien cursa su tercer año en Artes Plásticas, fue una de las colaboradoras en la labor de ubicar las obras.
"Se trató de un trabajo en equipo con nuestro profesor, fueron largas horas de mucha coordinación. Fue una experiencia gratificante", afirmó.
La parte que más le llamó la atención fue la narrativa fotográfica.
"Me pareció impresionante, totalmente impactante, la forma en la que su hijo crecía a través de los años mientras él estuvo preso", agregó.
Durante la exposición, la primera del semestre, se inauguraron unas nuevas paredes móviles que permitieron segmentar las áreas temáticas de la muestra.
"La Galería no contaba con esto, fue una iniciativa que aprobó toda la facultad de Arte y estamos muy contentos por el resultado. Tenemos mucho tiempo de tenerla totalmente abierta y le dio a ese espacio un ambiente muy peculiar para todos los objetos, ensambles y esculturas que aparecen ahí, es como muy minimalista, muy espiritual", dijo, por su parte, el profesor Baruch Vergara, coordinador de la Galería y catedrático de Humanidades.
La concurrida apertura de Crescendo, también formó parte de una agenda de actividades de la conferencia Luchas de antes, ahora y siempre, una jornada de paneles y charlas enfocados en el tema de las experiencias de los expresos políticos.
Video reportajes disponibles en:
Elizam Escobar expone en Galería del RUM
