Cortadito, espresso, con poca o mucha leche, con azúcar o sin ella, mezclado con malvaviscos o crema dulce... no importa la forma en que se consuma, el café es una de las delicias principales del día a día de la isla y del mundo. Con el fin de reslatar el valor de este cultivo, por segundo año consecutivo, el Consejo de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Agrícolas (CEFCA) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) celebró esta semana Café Campo: Festival educativo del café.
El evento, que se llevó a cabo el miércoles, 2 de diciembre, transcurrió durante todo el día en el vestíbulo del Edificio Jesús T. Piñero, que se inundó con el aroma del café boricua. Caficultores, agroempresarios, artesanos y alumnos de varias asociaciones estudiantiles se dieron cita en el lugar con el propósito común de destacar la importancia de preservar la industria cafetalera local.
"Esta iniciativa tiene como misión promocionar nuestro café 100 % puertorriqueño para levantar la empresa. Este año se hace en honor a los caficultores ya que tienen problemas con la industria... Como jóvenes, nosotros somos los que estamos creciendo, finalmente seremos los que continuaremos con la industria, así que necesitamos implementar un conocimiento, desde ahora, para que la comunidad universitaria tenga en sus manos buenas herramientas", indicó Charluz Arocho, presidenta de CEFCA y estudiante del Departamento de Ciencia Animal.
En una de las mesas se presentó el Café Sabino, una agroempresa recién nacida, creada por Miguel Torres, estudiante de Agronomía del RUM.
"Llevamos dos meses desde que comenzamos con nuestro Café Sabino, un café 100 % puertorriqueño, cosechado y procesado en la Finca La Perla de aquí, del barrio Bateyes, de Mayagüez. Lo secamos al sol, lo trabajamos ecológicamente; nuestros empaques son biodegradables y compostables, y estamos uniendo nuestro trabajo como agrónomos y la conciencia ambiental que todos debemos tener. Es una experiencia gratificante", indicó el emprendedor.
Miguel exhortó a la juventud a que considere la agricultura como una opción.
"Es un orgullo para nosotros, como universitarios, el poder resaltar el café puertorriqueño que es una de las industrias que nos define como pueblo. Necesitamos que más jóvenes entren a la agricultura", puntualizó.
Además, participaron Café del Alba, Altogrande y Gran Batey, entre otros exhibidores relacionados con la industria.
Por su parte, el agrónomo Alberto Feliú, del Programa de Semillas del Departamento de Agricultura, elogió la iniciativa estudiantil al tiempo que exhortó a los universitarios a orientarse sobre las ayudas disponibles para iniciar sus agroempresas.
"Esto es como sembrar una semilla, que germinará y rendirá sus frutos. Nosotros, en el Departamento, tenemos un sinnúmero de incentivos para que puedan empezar sus negocios y cultivos agrícolas. Cuando un agricultor joven se presenta en la oficina y me pregunta: '¿qué puedo hacer en mi finca?', yo les recomiendo el café, porque al producirlo ya prácticamente lo tienen vendido y con los precios garantizados", afirmó.