Muchos sueñan en convertirse en astronautas y recorrer el espacio. Hoy día, los esfuerzos de la Agencia Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) van encaminados a trascender la atmósfera terrestre hasta completar como destino final el llegar a Marte. Para dar a conocer los hallazgos de las investigaciones realizadas hasta el momento, el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) fue sede de un foro que contó con personal del Centro espacial Kennedy, quienes participan en esos estudios de nuevas tecnologías que faciliten la posibilidad de aterrizar en el planeta rojo.
El coordinador de la actividad educativa fue el doctor Juan G. González Lagoa, catedrático emérito del RUM y afiliado de la agencia federal en el campus.
“Este es un programa que estoy desarrollando últimamente sobre la exploración espacial y las avenidas que se están desarrollando para conocer mejor el Universo”, expresó González Lagoa.
Los científicos, Alex Bengoa, Lester Morales y George W. Hatcher, compartieron sus experiencias como parte del esfuerzo que esperan les permita realizar el primer viaje al planeta más explorado, posiblemente en la década del 2030. Con mucho entusiasmo se dirigieron a los estudiantes de las escuelas superiores: Luis Felipe Crespo, de Camuy; y de Mayagüez: la Eugenio María de Hostos, el Centro Residencial de Oportunidades Educativas de Mayagüez (CROEM), y la Vocacional doctor Pedro Perea Fajardo.
A través de sus presentaciones, los funcionarios animaron a los asistentes para que se entusiasmen con la idea de que ellos son parte de la generación que posiblemente caminará sobre el planeta rojo. Ya la agencia se ha probado exitosamente al encaminarse en solo horas hasta la Estación Espacial Internacional. Mientras que, un viaje hasta la Luna, se sabe que es una jornada de tres días, por ahora se estima que, para llegar a Marte, el viaje demoraría dos años y medio. Esto supone un reto mayor con miras a acortar el viaje y reducir el consumo de combustible. Para lograrlo, NASA emplea técnicas científicas propias de la Tierra con miras a que estas viabilicen la estadía por el tiempo que esperan.
“Esto no se ha hecho antes; vivir en otro planeta, utilizando la tecnología de la Tierra. Pero, si queremos ir a Marte, tenemos que desarrollar la ciencia que nos permita llegar”, afirmó, el ingeniero Bengoa.
El también exalumno del Departamento de Ingeniería Mecánica del RUM indicó que uno de los retos que enfrentan consiste en que el agua, la comida, el oxígeno, en fin, todo lo que se necesita para una travesía fuera de la atmósfera, sale de la Tierra.
“Salir de la gravedad de la Tierra, es bien difícil. Por ello, debemos enfocarnos en que la propulsión se genere mediante paneles solares, que tengamos un sistema que facilite la renovación de oxígeno y agua, así como otro que ayude a desacelerar y aterrizar lentamente en el Planeta, y estructuras más costoefectivas”, sostuvo.
Por su parte, el doctor Morales, especialista en educación en NASA, habló sobre las analogías entre la película The Martian y lo que se hace en NASA.
“La generación de ustedes es la que va a caminar en Marte”, comentó. De hecho, según se refleja en el filme, tras el descubrimiento de agua en forma de hielo y líquida en el Planeta, se cambió la dinámica de la exploración y se sabe que es más probable que algún día lleguen humanos hasta allá.
Algunas de las semejanzas que también se adaptan a las investigaciones de la agencia incluyen los trajes espaciales, así como los prototipos de robots que emplearían tecnología nuclear.
“Tenemos un programa con el Departamento de Agricultura Federal para buscar las mejores semillas de plantas y legumbres que se puedan sembrar. Ya implementamos un plan piloto en el sur del estado de Florida, y gracias a los resultados, se podrá ampliar a nivel nacional para encontrar lo que se puede llevar para crecer en Marte”, reveló.
Finalmente, el ingeniero Hatcher disertó acerca de su deseo de ser parte de la primera expedición marciana.
“Desde pequeño, mi sueño ha sido convertirme en astronauta. Por eso completé mi maestría en ingeniería aeroespacial y luego, obtuve un puesto en NASA, reparando y probando aeronaves. Cuando las retiraron, decidí regresar a la universidad para completar un doctorado en Ciencia planetaria hasta que llegue el día en que viaje a Marte”, manifestó.
De hecho, Hatcher es uno de los 100 candidatos a astronautas para Mars One Foundation, que espera establecer un asentamiento humano en el planeta rojo durante la próxima década.