Un viaje soñado y anhelado a la mayor de las Antillas, se convirtió en realidad para un grupo de colegiales boricuas que hizo una especie de travesía al pasado en un país de grandes avances, pero también de muchos retos, donde además se reencontraron con lo más profundo de las raíces que los unen como caribeños, como las dos alas del pájaro, que plasmó el poema de Lola Rodríguez de Tió.
De esa forma describieron la experiencia educativa los participantes y alumnos matriculados en el curso de Temas especiales en Economía: Economía, Ambiente y Sociedad en Cuba, cuya parte emblemática consistió de un viaje a la hermana isla a finales del semestre pasado. Fue de la mano de la doctora Ivonne del C. Díaz Rodríguez, catedrática del Departamento de Economía, que los embajadores del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) pudieron cumplir su sueño.
“La idea de hacer este viaje educativo comenzó hace muchos años, mientras enseñaba el curso de Microeconomía. Me interesaba experimentar la vida allá, su economía, cultura, su gente y dar esa oportunidad a mis estudiantes, quienes también se mostraban curiosos con ese sistema. Luego de una larga espera, el gobierno de Estados Unidos flexibilizó los viajes a Cuba e inmediatamente me di a la tarea de organizarlo. Los cambios en el sistema y la apertura paulatina a los mercados, como la creación de microempresas ponen de manifiesto su importancia económica, social y cultural. Finalmente, ese sueño se logró”, relató la profesora.
Y es que precisamente el histórico restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre la nación caribeña y Estados Unidos el pasado año, que incluso llevó al presidente Barack Obama a visitarlos apenas el mes pasado, fue lo que abrió las puertas a esta delegación interesada en auscultar más sobre sus condiciones.
Se trató de un grupo muy especial y diverso de 41 personas, entre ellos colegas dispuestos a visitar y conocer a fondo la idiosincrasia cubana. En total asistieron 23 estudiantes, de los cuales una representó al Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR), 10 profesores del RUM, de todas las facultades, incluyendo a un catedrático retirado de Ingeniería Civil, una empleada no docente, tres familiares, tres exalumnos, y una profesional de la comunidad.
Como parte formal del curso, los alumnos matriculados tuvieron como requisito mostrar sus hallazgos, según los temas que les fueron asignados para investigar. La actividad, que se celebró en marzo pasado y tuvo lugar en el anfiteatro del edificio Luis De Celis, contó con el apoyo de gran parte de quienes vivieron la experiencia y que brindaron un breve testimonio de su travesía.
Eliany Román Rosario, Sebastián Binet Torres, Víctor Arroyo Colón, Nuribeth Valle Roldán y José Nelson Suárez Rodríguez tuvieron a su cargo las presentaciones iniciales con una elocuencia que evidenció el logro de los principales objetivos del curso que incluyeron: promover experiencias de aprendizaje con estrategias innovadoras, desarrollar destrezas de pensamiento crítico que permitan el entendimiento del entorno económico local y global, y capacitar al estudiante para que aporte al desarrollo de nuevas formas de organización económica que redunden en beneficio para la sociedad.
De hecho, a los jóvenes se les requirió redactar un diario de reflexión personal que les sirvió para documentar toda su travesía y sus vivencias. La infraestructura y exportaciones, la historia, el ambiente y las relaciones internacionales cubanas fueron los temas sobre los cuales giraron sus charlas.
“Cuando llegamos allá, era como viajar 50 años al pasado, ver los carros antiguos, sin internet, los celulares no funcionaban, todo fue un cambio drástico. Precisamente, lo más que me gustó de todo fue poder desconectarme del mundo y compartir con las personas, conocernos bien y convertirnos en una familia”, relató Nuribeth, cuya investigación se enfocó en el componente ambiental.
La alumna de Ingeniería de Computadoras destacó que aunque hay bastante dependencia del petróleo como fuente de energía, también están implementando el gas natural, la biomasa y la energía solar como sistemas alternos para no crear contaminación. Asimismo, resaltó la gran protección que brindan a todo lo relacionado con el patrimonio nacional de recursos naturales.
En el caso de José Nelson, del Departamento de Química, lo que lo cautivó principalmente “de esta experiencia inolvidable que quisiera repetir” fue ser testigo de los contrastes entre esa nación y su patria borincana, así como comparar, por sí mismo, ambos sistemas políticos y económicos.
“Lo más que me llamó la atención fue el parecido que tiene con Puerto Rico hace 50 años o un poquito más, que no hay contaminación, la agricultura está muy fomentada, el sistema que usan para la alimentación, sus calles, ruinas y los paisajes que tiene, la naturaleza que se parece mucho a la nuestra", recordó, al tiempo que subrayó las amplias diferencias que las enmarcan, en específico entre el capitalismo y el socialismo.
El grupo visitó las ciudades de La Habana, Cienfuegos, Trinidad, Santa Clara, la comunidad de Las Terrazas en la Sierra del Rosario y una Reserva de la Biósfera. En la capital, se les recibió en la Universidad de La Habana, donde formaron parte de una conferencia sobre la economía cubana. Para cerrar con broche de oro, los embajadores boricuas fueron agasajados con una recepción en la Misión de Puerto Rico en Cuba, que incluyó música típica y hasta un lechón asado.
“Es bien impactante, como han dicho anteriormente, es remontarse 50 años atrás. Ellos tienen un sistema de comando donde el gobierno es quien toma todas las decisiones, quien distribuye la comida, la ropa, es bastante burocrático. Si nos vamos a los extremos, puede causar ineficiencia en cierto sentido, aunque -por otra parte- están bien avanzados en la educación, en la salud, en los recursos humanos que son excelentes, son gente súper trabajadora”, abundó la doctora Díaz.
De hecho, a la catedrática le sorprendió la curiosidad de sus discípulos, quienes no dudaron en relacionarse con los hermanos cubanos y hacerles preguntas sobre todo lo que se les ocurría. A esas inquietudes, recordó, los anfitriones respondieron con sumo respeto y empatía.
“Los cubanos nos aman y en todas partes sabían de Puerto Rico y se mostraban interesados en hablar con nosotros”, agregó.
Para la estudiante graduada del Departamento de Inglés, Glory Soto, esta era una asignatura pendiente que tenía que realizar antes de que la vecina antilla se “americanizara”, ante la recién apertura y restablecimiento de las relaciones diplomáticas con el gobierno estadounidense.
“Cuba tiene las prioridades bien establecidas y yo estoy segura de que ellos van a conservar lo que les va a traer el turismo, que es su infraestructura. No van a echar a perder eso. Realmente, me impactó muchísimo la relevancia que le dan a la salud, a la educación y al ecosistema, es increíble. Es cierto que tienen ciertas limitaciones, pero les sobran las prioridades, aparte de que es precioso”, opinó la futura educadora.
Como portavoces del componente docente, se expresaron los doctores Canny Bellido, directora del Centro de Enriquecimiento Profesional y José Vega, director del Centro de Negocios y Desarrollo Económico del Colegio de Administración de Empresas, quienes compartieron los motivos principales que los llevaron a esta travesía.
“Me interesaba documentar lo que es el emprendedor cubano. Ya escucharon en las charlas que el gobierno impulsa el establecimiento de pequeñas empresas, pero ellos no tienen los recursos que ustedes tienen aquí, profesores y estudiantes, con un sinnúmero de incentivos, programas de apoyo como el Centro y los cursos de desarrollo empresarial. Ellos están empezando a acariciar algún tipo de oportunidades, incluso en las universidades, así que es una experiencia nueva. En el viaje pude ponerle rostro a los emprendedores cubanos que están metiendo mano, sin tener respaldo de la burocracia, igual que la que tenemos en Puerto Rico, pero echando hacia delante”, aseveró el doctor Vega, quien, tan pronto regresó al Recinto, integró la experiencia a un curso de Desarrollo empresarial.
Por su parte, la doctora Bellido afirmó que su motivación inicial surgía por su admiración al sistema educativo cubano, al que cataloga como uno de los mejores del mundo en términos del nivel de la alfabetización, así como la Psicología, disciplina en la que ese país ha aportado las investigaciones de desarrollo humano más importantes para Latinoamérica y a nivel global.
“Tenía además una curiosidad emocional, quería saber cuán cierto es que éramos de un pájaro las dos alas y créanme que había momentos que no sabíamos dónde estábamos, si en Jayuya, o en las Terrazas; en Utuado mirando un lago, o en Pinar del Río; en el Viejo San Juan, o caminando por las calles de La Habana. A pesar de que he visitado muchos países, nunca me había sentido en un lugar como si estuviera en mi propia casa, como ocurrió allí. Eso hizo la experiencia bien especial y salimos convencidos de que sí es muy cierto el poema de Lola Rodríguez de Tió, que tenía toda la razón de enamorarse de la isla, como nos pasó a nosotros”, puntualizó.
Para cerrar el evento, la audiencia disfrutó del video Economía, ambiente y sociedad en Cuba que prepararon los alumnos José Nelson y Angélica Correa Marini.