Con su tutú multicolores, su tiara rosada y su varita con la señal de paz y amor, Yalexa encabezó la vuelta de los sobrevivientes y pacientes de cáncer en el Relevo por la Vida que se llevó a cabo el sábado pasado en la pista atlética del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).
Tal vez, a su corta edad, no comprende la magnitud del evento, pero al preguntársele: "¿Para quién es esta actividad?", con toda claridad y esa inocencia que caracteriza a los chiquitines dice: "Para Yalexa". ¡Y tiene toda la razón! Son cientos de historias, como la de esta niña, las que motivan a la comunidad colegial a, una vez, más decir presente en esta noble actividad que lidera la Sociedad Americana contra el Cáncer (SAC)-Unidad Oeste.
"Todos tenemos que unirnos para dar un mensaje bien importante: no están solos, que estamos con ellos, que los apoyamos. Esto que han hecho hoy es una acción extraordinaria que demuestra un gran solidaridad por todos estas personas que están pasando por esta horrible enfermedad", indicó el doctor John Fernández Van Cleve, rector del RUM, durante su mensaje de bienvenida a los presentes.
Bajo el lema Pinta tu mundo de esperanza, el Relevo inició con el tradicional desfile que contó con la participación de una veintena de coloridos equipos, tanto de colegiales como de organizaciones, iglesias y comunidades que dieron su respaldo al evento. Y como siempre, la Banda Colegial y sus abanderadas, encabezaron el Relevo, que arrancó en una lluviosa tarde mayagüezana y concluyó en horas de la madrugada, con un denominador común: un gran compromiso solidario.
Este año la labor titánica de organizar la actividad, recayó sobre Madelyn Ríos Rivera, de la Facultad de Ciencias Agrícolas, quien junto a su equipo de trabajo lideró el megaevento.
"La importancia del Relevo es recaudar fondos que van a la Sociedad Americana contra el Cáncer, de manera que ese dinero que se recibe se convierte en servicios: una peluca, una prótesis o una estadía en el Puerto Rico Hope Lodge", indicó Ríos Rivera.
Agradeció el respaldo de la comunidad colegial, cuyos integrantes conformaron varios equipos que le dieron chispa a la jornada.
"La participación de estudiantes, en términos de equipos ha sido bien numerosa. Algunos de ellos han ganado premios de oro, plata y bronce por sus recaudos. El esfuerzo se hizo y hubo mucha motivación", agregó.
De hecho, al finalizar la jornada se anunció que el Recinto recaudó unos $ 187 mil dólares, lo que sobrepasó la meta propuesta de $ 184 mil.
Y precisamente, cada uno de los caminantes del Relevo aportó para ese fin.
"Llevamos ya varios años que estamos trabajando con nuestro equipo de Facultad. Son muchas las emociones y el trabajo, pero también la satisfacción. ¡Ciencias Agrícolas siempre presente!", expresó Dayanara Burgos Hernández, capitana del equipo Vidacultores, estudiante del mencionado Colegio.
Otro de los equipos que se deja sentir en la pista es el de la familia Lebrón, de Mayagüez. Relatan que llevan tres años participando y continuarán en esa misión.
"Es una idea que nos surgió como familia, somos bien unidos y decidimos apoyar a los pacientes de cáncer ya que hay una comunidad bastante grande padeciendo la enfermedad y quisimos ayudarles, para mejorar su calidad de vida", indicó Ricardo Lebrón.
Coincidió con él, su progenitor Reynaldo Lebrón, quien dijo sentirse contento y agradecido por estar presente como núcleo familiar, al que se han integrado vecinos y amigos.
Mientras en la pista caminaban Juan Diego Ramírez de Arellano y su padre, el dentista Ubaldino Ramírez de Arrellano.
En el 2009, cuando Juan Diego tenía 11 años, fue diagnosticado con cáncer y ese año también fue el niño símbolo del Relevo.
"Soy sobreviviente, así que es algo bien importante para mí, trato de venir todos los años. Esto ayuda mucho y les demuestra que tienen mucha gente que los apoya y da esperanza", expresó el ahora estudiante de Biología del Recinto.
Del mismo modo opinó su progenitor, también egresado del Colegio.
"Para mí es algo bien importante, en el sentido de que uno como papá, pasa por estas situaciones que son bien difíciles y piensas que jamás te van a suceder. Sin embargo, un 16 de junio de 2009, nos llegó la noticia, y gracias a estos eventos uno se siente que hay alguien más te respalda", expresó el médico a Prensa RUM.
Desde el 2004, el Recinto ha dicho presente en el emblemático Relevo por la Vida, que se distingue por ese caminar de esperanza por los que padecen esta condición y ese honrar a los que ya han partido. Por ese motivo, uno de los momentos más emotivos del evento es la ceremonia de las luminarias, en la que los pacientes reconocen a sus cuidadores.
"Agradecemos al Recinto por, una vez más, estar unidos en esta causa", expresó Juan Carlos Mejía, director de SAC oeste.