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Sotomayor: De sueños a posibilidades

Por Mariam Ludim Rosa Vélez (mariamludim@uprm.edu)
PRENSA RUM

viernes, 6 de mayo de 2016

Cada uno es artífice de su propia ventura.
Don Quijote

Don Quijote de la Mancha creó, desde su peculiar visión, mundos posibles y forjó sueños desde su ideario. Ese mensaje de tenacidad, de conquistar gigantes, de luchar, tal como lo hizo el valeroso hidalgo, en pos de sueños que parecen inalcanzables, fue el eje principal del conversatorio que sostuvo la jueza asociada del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, Sonia María Sotomayor Báez, ante unas dos mil personas, en su mayoría jóvenes, que se congregaron en el Coliseo Rafael A. Mangual del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), para ser testigos de la primera visita de la magistrada al campus mayagüezano de la Universidad de Puerto Rico.

Durante el encuentro, que se llevó a cabo el pasado martes, 3 de mayo, los asistentes esbozaron preguntas en diversos temas que la togada contestó, mientras se desplazó entre la audiencia, incluyendo subir y bajar las escalinatas del Coliseo.

“Mirando a estos estudiantes que están aquí, me trae una memoria de cuando era niña. Yo pasé, con mi hermano, muchos agostos aquí, recuerden que en Nueva York las vacaciones comienzan a fin de junio y la escuela comienza en septiembre. Siempre mi memoria de Puerto Rico es el sol de esta isla, allá el sol no es tan caluroso, ni tan alegre, como el sol de isla, y son esas memorias que me calan a mí y me dan la alegría de mi vida. Gracias por estar conmigo hoy en esta conversación, espero que ustedes me conozcan un poquito más y yo a ustedes. Mil gracias por estar aquí”, comenzó en su interlocución desde la tarima, momentos antes de cambiar la formalidad de presentarse desde un podio a la cercanía del público presente.

"Escucharon que me llaman 'ají'. Es el nombre que me dieron como niña porque nunca me quiero quedar sentada, me gusta caminar, y pienso mejor cuando estoy caminando”, agregó.

Mientras la moderadora del evento, la doctora Jocelyn A. Géliga Vargas, directora asociada de la Oficina de Estudios Graduados, y catedrática del Departamento de Inglés, compartía la primera pregunta, la jueza caminaba hacia al frente de las gradas, desde donde contestó la siguiente interrogante: “¿De qué manera usted ve la posibilidad de que estudiantes del Recinto tengan oportunidades? Con todos los problemas de la isla; ¿a qué podemos aspirar?”

“Uno de mis libros preferidos es Don Quijote, porque yo me he pasado la vida soñando. Y así he llegado a un sitio que nunca me imaginé que era posible.  Lo imposible se puede hacer, pero tiene que uno quererlo", expresó al recomendarles a los jóvenes el trabajo duro como fórmula ideal para ser gestores de cambio.

“¡Van a tener que hacer este mundo mejor! Saben que las cosas están duras en Puerto Rico, que el empleo no es tan simple. ¿Qué tienen que hacer? Deben pensar cómo van a crear más empleos, cómo van a hacer más negocios para que ustedes y las demás generaciones tengan empleos, van a tener que pensar, qué es lo que necesita la isla para mejorar la condición de la gente que vive aquí, van a tener que poner de su parte para que las cosas sean mejores. No va a ser fácil, yo no estoy con los ojos cerrados, y diciéndoles que puede suceder rápido. Pero lo que sí pasa, en el apoyo de unos a los otros, con el entendimiento que le da la educación, que hay muchísimo que pueden hacer ustedes. Lo que necesitan es el ánimo de hacerlo, el interés de  buscar las soluciones, de no aceptar a esos que les dicen: 'No, no lo podemos hacer' y contestar: 'Sí, lo podemos hacer'. Y si no tengo la solución, voy a poner de mi parte para buscarla, voy a buscar ideas para mejorar”, afirmó.

I am going up the stairs guys!”, añadió al finalizar la contestación de la primera pregunta, por lo que procedió a subir los escalones, mientras saludaba a las personas que estaban sentadas en las esquinas.

 “En su trayectoria, hasta llegar al Tribunal Supremo de los Estados Unidos, ¿alguna vez, se sintió marginada por su ascendencia latina? Si la respuesta es sí, ¿cómo lo superó?”, fue la segunda pregunta que leyó la moderadora.

“No les puedo decir que me sentía así, pero sabía que, porque era latina, había mucha gente que creía que no era inteligente, y que no era posible poder llegar a ser una persona importante. Recuerden una cosa, los de allá (Estados Unidos), no conocen a los puertorriqueños. Ven que hay vecindarios donde viven muchos latinos, que son pobres, hay otros con mucho crimen y ven lo malo de una generación de puertorriqueños que se fue de aquí a buscar una vida mejor. No veían que mi mamá trabajaba seis hasta siete días en la semana, que hay muchos de sus padres que hacen lo mismo. Eso no lo ven, ven lo malo y no lo bueno. Esa fue una de las razones por las cuales escribí mi libro, porque yo quería que la gente leyera sobre la vida mía y supieran que en esos vecindarios, que ellos le tienen tanto odio, hay gente buena. Quería que vieran que la vida mía tenía una riqueza que ellos no se podían imaginar. Cuando leen mi libro, conocen una parte del latino que ellos casi no saben”, dijo al responder la pregunta, mientras hizo referencia a su publicación autobiográfica titulada Mi mundo adorado.

Agregó que sintió tristeza cuando algunos medios de comunicación cuestionaron su capacidad para asumir el puesto para el que fue propuesta por el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.

“Deben recordar que cuando me nominaron para la Corte Suprema de los Estados Unidos, se publicaron artículos, allá, que decían que yo no era demasiado bright. ‘I wasn’t sufficiently smart enough'.  Eso fue lo que dijeron algunos de la prensa y me dolió. Porque cuando a uno lo tratan así, duele, y sentí esa sensación en el estómago por mucho tiempo. ¿Qué hago yo en esos momentos? Admito que me duele. Porque si uno no puede mirar las cosas en la cara, y decir que esas palabras me hacen sentir menor, si uno no lo puede admitir, no puede hacer nada con ello. El dolor puede provocar que uno haga cosas que no son inteligentes. Contestar con coraje esas acusaciones, en una situación como esa, no vale la pena. ¿Qué hice? Lo analicé, pensé mucho lo que yo había hecho durante mi vida, y pensé, ‘no puede ser que no tenga la inteligencia, me he graduado de las mejores universidades de los Estados Unidos, he sido jueza por 17 años’, y le respondí en mi mente: 'Eso es lo que piensas tú, yo voy a seguir mi vida siendo yo misma, y voy a seguir trabajando lo más fuerte que yo pueda para hacer lo mejor que pueda'. Y eso es lo que hice y es lo que sigo practicando, hacer el mejor trabajo que pueda hacer. Uno de los hombres que dijo que yo no era, suficientemente inteligente, hace un año que es profesor en Harvard. Recientemente dio una entrevista y dijo: 'Yo cometí un error, no solamente ella tiene la inteligencia, también está dejando opiniones que son de las más importantes de esta corte’. Tenemos que seguir trabajando con fuerza, es la manera de probarle a los otros que no es verdad que no somos inteligentes”, enfatizó mientras la audiencia la respaldaba con un sonoro aplauso.

Acto seguido, Géliga Vargas compartió la siguiente interrogante, formulada en inglés, sobre la visión de la jueza sobre la literatura contemporánea a la luz del premiado musical Hamilton, de la autoría del artista, escritor y músico de ascendencia puertorriqueña Lin Manuel Miranda.

“Espero que un día Lin Miranda traiga Hamilton aquí (Puerto Rico)”, señaló Sotomayor Báez, precisamente el mismo día que la laureada obra recibió 16 nominaciones a los premios Tony.

“Yo he tenido el honor de ver Hamilton dos veces. Pienso que muestra la genialidad de la capacidad artística de los puertorriqueños. Lin Miranda nos ha mostrado cuán poéticos son los puertorriqueños. No solamente ha tomado una pieza histórica, toma las palabras, las hace rimar, las ha transformado en un estilo de canción que todos podemos disfrutar, y además, nos está enseñando algo de la historia americana. Permítanme decirles el impacto que tiene Hamilton. Estaban pensando en remover a uno de los presidentes de uno de los billetes del dólar. Así que sacaron a Andrew Jackson, en lugar de Hamilton, porque estaba en la lista para que su billete fuera removido, y esta obra cambió eso. Así que ha cambiado el entendimiento de la historia americana, y ha cambiado la historia en su desarrollo. De manera que muestra que la literatura, la música, el arte, pueden tener una gran influencia en la forma que afecta la cultura, y en crear nuevas perspectivas de quiénes somos. Es un gran testimonio del ingenio boricua, y estoy muy orgullosa de que fue uno de nosotros quien hizo esto”, aseguró.

“¿Cómo piensa que su vida hubiese sido diferente si sus padres no se hubiesen mudado para los Estados Unidos? ¿Cree que hubiese llegado a la Corte Suprema?”, fue la interrogante que prosiguió, también en inglés.

“Es una pregunta difícil. La verdad que es que cada uno es la sumatoria de sus experiencias de vida. Las personas muy a menudo me preguntan: 'si soy una jueza o una jueza latina'. Y les contesto: ¿Qué tu crees? ¿Solamente soy latina? No, soy una mujer, soy latina, me desempeñé como fiscal, soy una abogada, que trabajó en un bufete de abogados, fui jueza de distrito y de apelaciones, soy una mujer divorciada. Soy una suma de todas las experiencias de mi vida. Tuve un padre que murió cuando era joven. Fui diagnosticada de diabetes cuando tenía siete años, tengo 62 años, así que son más de 50 años de tener que inyectarme insulina, varias veces al día. Ninguna de esas experiencias define quién es Sonia Sotomayor. ¿Sería una persona diferente si hubiese vivido en Puerto Rico? Tal vez. Porque hubiesen sido un conjunto diferente de experiencias. Cada una de esas experiencias me hicieron única y quien soy yo. Así que no pienso que sería absolutamente igual y que, tal vez, hubiese tomado otras decisiones. Mi papá era poeta, mi mamá quería que yo fuera periodista, ¿hubiese seguido esos caminos?,  posiblemente. Es algo que no puedo predecir”, comentó.

Luego le preguntaron sobre su equipo preferido niuyorquino del béisbol de grandes ligas. “Crecí en el Bronx, ¿que piensan? ¡Yankees! Mi mamá nos traicionó porque es fanática los Mets”. De hecho, su progenitora Celina Báez y su hermano menor, el doctor Juan Sotomayor Báez y otros miembros de la familia la acompañaron en su visita al Recinto.

“¿Cómo maneja el miedo? ¿Qué consejo tiene para los jóvenes que se enfrentan al mundo académico y profesional con miedo?”, se le cuestionó.

“Soy stubborn. ¿Cómo se dice en español? Sí, muy terca. Cuando me dicen que no puedo hacer algo, los miro y digo: ‘ah, sí, eso es lo que crees tú’… Es importante tomar decisiones que no estén basadas en el miedo”, indicó.

Sobre el particular relató dos anécdotas. Una, que defendía a su hermano menor en la escuela, hasta en peleas. Otra, que a los 50 años tuvo el valor de tomar clases de salsa aun cuando reconoce que no tiene sentido de ritmo.

“El instructor bailaba conmigo y me decía: 'Sonia a la verdad que tú no oyes la música bien, no tienes ningún sentido de rhythm, eres una latina sin rhythm’. Yo le decía a él: ‘me tienes que enseñar lo suficiente para que yo me pare en una fiesta y baile unos pasos. Así que aunque no tengo ritmo puedo seguir a otra persona que tenga beat”, explicó al ilustrar con esto que hay que perder los miedos y seguir intentando nuevos proyectos.

Después se le preguntó sobre la crisis fiscal de la isla y la propuesta Junta de Control Fiscal.

“Eso no lo puedo contestar y les voy a decir por qué. Es mala idea cuando un juez, comenta en las situaciones políticas, porque nosotros no somos políticos, debemos de ser jueces. Yo tengo opiniones personales, porque soy una ciudadana con interés en lo que está pasando en el país, en el mundo alrededor mío, pero no tengo mayor experiencia que ustedes en ese tema. Yo estoy aprendiendo de los periódicos, del internet, de escuchar a los que saben, y en eso baso mis opiniones. Eso mismo deben estar haciendo ustedes. Pero lo tienen que hacer con educación, que quiere decir que no pueden ver el periódico y decir, ‘el periódico está bien’. No pueden mirar un show y decir, ‘esa persona sola está diciendo lo que es’. Tienen que hacer como si estuvieran en una clase: estudiar la situación con atención y buscar, lógicamente, la contestación a esa pregunta, no emocional, porque es algo importante para Puerto Rico. La  opinión mía no tiene que contar más que la de ustedes”, aseveró.

Luego le inquirieron su opinión sobre la liberación del preso político Oscar López Rivera.

“Yo no puedo contestar eso. Soy una jueza.  No lo puedo hacer, ni dar consejos legales”, replicó.

“¿Qué es lo más que le motiva a hablar con los jóvenes?”, fue la próxima pregunta.

“Si algo de lo que yo he dicho les ha motivado, para mí eso es un legado que es importante, y por eso lo hago”, afirmó.    

Por otro lado, le cuestionaron sobre la decisión más difícil que ha tenido que tomar en el Tribunal Supremo.

“Cada decisión que tomo es difícil. Cada vez que se decide un caso, hay alguien que gana, y le decimos, lo que usted quería se lo vamos a dar, pero en el momento que decimos eso, que es lo otro que significa: que alguien pierde. Alguien perdió un derecho que creían que tenía, una causa que ellos pensaban que creían que era justa, la ley no reconoce el dolor que ellos tienen sobre una situación. En cada caso y decisión que hago, trato siempre de hacer la decisión como la ley manda”, relató.

A la interrogante sobre la importancia del bilingüismo contestó dinámicamente que es la puerta “hacia dos mundos diferentes”, ya que, según indicó, “cada idioma tiene palabras con su propio entendimiento”.  

Asimismo, le inquirieron, como última pregunta de la jornada, sobre el respaldo que recibió de sus padres.

“Yo he tenido una fortuna muy grande de tener a mi mamá, que todo el mundo sabe por mi libro que es un ejemplo tremendo. Hay muchos que, por diversas razones, no tienen a sus padres, algunas veces por enfermedad, mental o física, otras veces no saben cómo dar el apoyo.  Hay muchas razones por las cuales los niños no pueden encontrar ese apoyo en sus padres como lo tuve yo. Pero en la vida de cada niño, siempre va a haber alguien que uno admire, que piense que puede ayudar de cierta manera, puede ser un maestro, el padre de algún amigo, un tío, abuela, una persona que uno mire y diga y piense que me puede enseñar. Lo que tiene que hacer uno es ir  esa persona y pedir ayuda”, indicó.

Cada una de las preguntas las contestó desde un punto diferente de las gradas el Coliseo, por lo que los presentes pudieron disfrutar la cercanía de la magistrada que, para finalizar, regresó a la tarima para agradecerles a los presentes.

“Yo he disfrutado esto muchísimo. I hope that all of you have too! Thank you for everything”, concluyó.

Minutos antes del conversatorio, que duró una hora, los doctores John Fernández Van Cleve, rector del RUM y Uroyoán R. Walker Ramos, presidente de la UPR, dieron la bienvenida a la togada nacida en Nueva York.

“Motivación, inspiración, identificación, puertorriqueñidad, son palabras que nos vienen a la mente cuando pensamos en la jueza asociada del Tribunal Supremo, Sonia Sotomayor Báez. Ella es la tercera mujer en ocupar una silla en el Tribunal Supremo de los Estados Unidas, y la primera persona de ascendencia hispana. La jueza es ejemplo de que proponerse metas, emprenderlas y perseverar son tres elementos claves de un mismo proceso, donde la educación juega un rol fundamental, y el apoyo familiar es crucial en ese proceso”, señaló Walker Ramos.

Por su parte, Fernández Van Cleve indicó que se trataba del primero de una serie de conversatorios que vamos a llevar a la comunidad universitaria y al país con el propósito de presentar ciudadanos que compartan sus trayectorias de éxitos.

“Aspiramos a afianzar la relación con la sociedad a la que servimos y cumplir con nuestra misión de formar personas integrales, capaces de pensar críticamente, preparadas profesionalmente y con las destrezas y sensibilidad necesarias para resolver de forma efectiva los problemas que enfrentamos. Y qué mejor ejemplo a seguir que el de la jueza Sonia Sotomayor, quien como boricua nacida y criada en los Estados Unidos, siempre ha llevado como estandarte su puertorriqueñidad y los intensos lazos que la unen a la patria de su amada madre, doña Celina Báez, quien también nos engalana con su presencia en el día de hoy”, sostuvo el Rector.

Tras el conversatorio, la magistrada se reunió por casi una hora con un grupo de estudiantes de los departamentos de Ciencias Sociales y Psicología, quienes colaboraron como ujieres durante la actividad y algunos de estos interesados en proseguir carreras en el campo de la abogacía. Allí, les aconsejó sobre los pasos a seguir para alcanzar sus metas.

Para finalizar su día colegial, asistió al Museo de Arte del RUM (MuSA), donde disfrutó de una visita guiada de la exhibición Antes y ahora: Producción artística en el Recinto Universitario de Mayagüez y de las acuarelas de Agustín Stahl.

Un comité especial, designado por el Rector, trabajó todos los detalles de la logística del evento.  Estuvo compuesto por los catedráticos Juan Carlos Martínez Cruzado, como líder, así como Lester J. Mcgrath Andino y Carlos Hernández Hernández. También lo integraron; Maritza Laracuente, coordinadora de actividades de la Oficina del Rector, y Azyadeth Vélez Candelario y Mariam Ludim Rosa Vélez, de la Oficina de Prensa.


  • La jueza asociada del Tribunal Supremo de Estados Unidos, Sonia Sotomayor visitó, por primera vez, el Recinto Universitario de Mayagüez, para sostener un conversatorio con los estudiantes.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM
  • Durante el encuentro, que se llevó a cabo el pasado martes, 3 de mayo, los asistentes esbozaron preguntas en diversos temas que la togada contestó, mientras se desplazó entre la audiencia, incluyendo subir y bajar las escalinatas del Coliseo.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM
  • Cada una de las preguntas las contestó desde un punto diferente de las gradas el Coliseo, por lo que los presentes pudieron disfrutar la cercanía de la magistrada que para finalizar regresó a la tarima para agradecerles a los presentes.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM
  • A Sotomayor le preguntaron temas desde el discrimen a los hispanos, el bilingüismo hasta su equipo preferido de béisbol y sus impresiones sobre la obra Hamilton.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM
  • Tras el conversatorio, la magistrada se reunió por casi una hora con un grupo de estudiantes de los departamentos de Ciencias Sociales y Psicología, quienes colaboraron como ujieres durante la actividad y algunos de estos interesados en proseguir carreras en el campo de la abogacía. Allí, les aconsejó sobre los pasos a seguir para alcanzar sus metas.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM
  • Para finalizar su día colegial, asistió al Museo de Arte del RUM (MuSA), donde disfrutó de una visita guiada de la exhibición Antes y ahora: Producción artística en el Recinto Universitario de Mayagüez y de las acuarelas de Agustín Stahl.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM
La jueza asociada del Tribunal Supremo de Estados Unidos, Sonia Sotomayor visitó, por primera vez, el Recinto Universitario de Mayagüez, para sostener un conversatorio con los estudiantes.<br>Carlos Díaz/Prensa RUMDurante el encuentro, que se llevó a cabo el pasado martes, 3 de mayo, los asistentes esbozaron preguntas en diversos temas que la togada contestó, mientras se desplazó entre la audiencia, incluyendo subir y bajar las escalinatas del Coliseo.<br>Carlos Díaz/Prensa RUMCada una de las preguntas las contestó desde un punto diferente de las gradas el Coliseo, por lo que los presentes pudieron disfrutar la cercanía de la magistrada que para finalizar regresó a la tarima para agradecerles a los presentes.<br>Carlos Díaz/Prensa RUMA Sotomayor le preguntaron temas desde el discrimen a los hispanos, el bilingüismo hasta su equipo preferido de béisbol y sus impresiones sobre la obra Hamilton.<br>Carlos Díaz/Prensa RUMTras el conversatorio, la magistrada se reunió por casi una hora con un grupo de estudiantes de los departamentos de Ciencias Sociales y Psicología, quienes colaboraron como ujieres durante la actividad y algunos de estos interesados en proseguir carreras en el campo de la abogacía. Allí, les aconsejó sobre los pasos a seguir para alcanzar sus metas.<br>Carlos Díaz/Prensa RUMPara finalizar su día colegial, asistió al Museo de Arte del RUM (MuSA), donde disfrutó de una visita guiada de la exhibición Antes y ahora: Producción artística en el Recinto Universitario de Mayagüez y de las acuarelas de Agustín Stahl.<br>Carlos Díaz/Prensa RUM
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Video reportajes disponibles en:
youtube Jueza Sonia Sotomayor Báez visita el RUM

SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=3630