Los misterios y complejidades que encierra la disciplina de las matemáticas, para algunos pueden ser retantes, mientras, otros los consideran como fascinantes. Entre este selecto grupo, se encuentran cinco colegiales que recién concluyen los requisitos del grado de bachiller en el Departamento de Ciencias Matemáticas del Recinto Universitario de Mayagüez, con un promedio general y de especialidad, mayor de 3.50.
Por ese motivo, el mencionado Departamento los honró en una actividad en la que se reconoció su excelente desempeño durante su jornada académica.
Los jóvenes distinguidos fueron: Michelle Rosado, Francisco De Jesús, y Roberto J. Pérez Santiago, todos de la concentración de Matemáticas Pura. Asimismo, de la especialidad de Ciencias de la Computación, se reconoció a Shirley Serrallés, y Carlos J. Gratacós Rasuk.
"Todos estos estudiantes obtuvieron 3.50 o más en el promedio general, de graduación y de especialidad. Todos participaron en investigación subgraduada, competencias de matemáticas, de programación, en conferencias profesionales y actividades extracurriculares. Todos fueron los candidatos a la medalla Gauss del Departamento de Ciencias Matemáticas. Queremos felicitarlos a cada uno de ellos por enfrentar su proceso educativo con pasión, entusiasmo y emoción, por hacer un desafío de todos sus actos, por vivir plenamente, esta maravillosa aventura de aprender a aprender", indicó la doctora Olgamary Rivera Marrero, directora del nombrado Departamento.
Asimismo, la profesora María I. Barbot Sosa, decana asociada de la Facultad de Artes y Ciencias, congratuló a los homenajeados.
"Ustedes son la razón de ser de esta Universidad. Les felicito por este logro alcanzado, ya que a las Matemáticas casi todo el mundo le tiene miedo y ustedes la han seleccionado como carrera profesional. Ustedes son la mejor apuesta que tenemos en la transformación de Puerto Rico. ¡Mucho éxito!", expresó.
En la actividad, que se llevó a cabo el pasado martes, 10 de mayo en el mezzanine de las Canchas de Tenis Pedro 'Golo' Laracuente, estuvieron presentes Michelle y Shirley, ya que los demás jóvenes tenían compromisos previos.
"Me siento muy emocionada porque me esforcé mucho esto cinco años y para mí, es un honor que reconozcan mi labor y el esfuerzo", indicó Michelle, quien fue admitida al nuevo doctorado de Bioingeniería del RUM.
"Desde chiquita me gustaban mucho las matemáticas. De todas las materias, siempre fue la más que me interesaba , porque es algo práctico", agregó la colegial, quien obtuvo, dos veces, la beca que otorga SACNAS y se alzó con el primer lugar en el Simposio Matemático del RUM en 2015, entre otros importantes logros.
Para Shirley este reconocimiento representa el producto de "mucho trabajo".
La joven, quien durante todos estos años usó como lugar de estudio preferido una de las esquinas del pasillo del segundo piso del Edificio de Monzón, relató a Prensa RUM, que en la escuela superior no se sentía muy inteligente, pero luego de aprobar la clase de Precálculo, entendió que las Ciencias de Computación eran su área.
"Cuando estaba en la escuela, era una de las peores de la clase. Cuando entré en la Universidad, no empecé en Matemáticas, pero cuando tomé una clase de Precálculo, me encantó. Me di cuenta que si yo estudiaba de verdad, dedicaba tiempo y trabajaba duro, de quedarme horas y horas mirando a la libreta y el libro, e intentaba lo mejor, iba a las horas de oficina del profesor y también a tutorías, allí yo dije: 'wow, de verdad funciona', me interesa, me encanta, me da ese sentimiento de 'wow, solucioné un problema' y lo entendí", señaló la joven que se gradúa con un promedio de 3.95.
Shirley, quien participó en dos ocasiones en el IBM Master The Mainframe Contest, fue reclutada por la mencionada empresa para trabajar en Nueva York. Precisamente, participar en el concurso fue lo que le abrió las puertas para que un buscador de talentos se interesara en su potencial.
¿Y qué consejo le daría a otros jóvenes en su ruta universitaria?
"Tienen que estar listos para dedicarle tiempo a la Universidad. La gente siempre se está quejando, porque es normal quejarse, pero también me doy cuenta de que no estudian, no le dedican tiempo, prefieren a ver una película o seguir viendo episodios de series. Para lograrlo tienes que hacer el sacrificio", recomendó.
En la actividad también estuvieron los padres de Roberto, quienes recogieron la placa en nombre de su hijo.
Mientras, Francisco continuará en la Maestría de Matemáticas Pura del RUM y Carlos, fue reclutado en un empresa de programación.
"Les exhortamos a que contagien e inspiren esa pasión por aprender a los demás. Recuerden que la búsqueda del conocimiento, les permitirá llegar a hacer lo que quieran", concluyó Rivera Marrero.