Escribiendo tu historia, pausa sin medida,
y con los sueños de otros tiempos,
hoy siento más cercana la frontera.
Más dolor a flor de piel,
más vacío en los espacios.
El fin y el comienzo.
Sin respuesta
Carlos Ríos Velázquez
Son muchos los mundos que lo habitan: el educador, el científico, el académico, el orgulloso ponceño del sector La Playa, y, sobre todas las cosas, el luchador incansable por la justicia social. Cuando esos cosmos se juntan, atados por su sensibilidad y compromiso, se produce ese detonador imprescindible que nutre la energía del alma. El doctor Carlos Ríos Velázquez logró unir sus universos el pasado 26 de abril cuando compartió en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), su primera publicación impresa de poemas, Barricadas Vivencias.
La presentación tuvo lugar en el anfiteatro del Edificio de Biología, Departamento del cual forma parte como catedrático hace 15 años. Allí, rodeado de personas muy especiales y queridas, como sus estudiantes, amigos y colegas, el escritor dio a conocer el trabajo creativo que le tomó cerca de tres décadas compilar.
“En 1984, me gradué de escuela superior y fue la primera vez que salí de mi casa. Fui el único que vino de mi escuela y que tuvo que enfrentar la dificultad del Recinto. Siempre me recuerdo sentado, mirando al techo, no podía estudiar pensando en mi casa, en los seres que quiero, en los ruidos. Me acuerdo de cuando observaba ese punto en lo alto y decía: ‘Dios mío, ayúdame a poder lidiar con todas estas cosas’, y empecé a escribir: Es el estar donde se quiere y no se quiere estar, es el querer encontrar a quién hablar, es el querer hacer algo, pero no atreverse, es el buscar a alguien que sabes que no existe. Así comienza todo", afirmó al recitar Ambivalencia, una de sus primeras inspiraciones.
El poeta explicó que ese proceso creativo se convirtió en una catarsis que lo ha acompañado a lo largo de su trayectoria y que le ha permitido manejar sus emociones, ya sea a través de un dibujo, un poema, una prosa, por lo que Barricadas Vivencias "son todas esas experiencias buenas y malas que nos hacen quienes somos y que, en cierta manera, nos protegen en el día a día. En realidad, mucha gente escribe para vivir y yo he vivido escribiendo”, admitió a Prensa RUM minutos antes de iniciar el evento.
De hecho, relató una curiosa anécdota que le sirvió de gran lección y, de paso, se convirtió en la razón para haber decidido publicar luego de tantos años.
“Cuando iba a regresar de hacer mi posdoctorado, envié a Puerto Rico muchas cajas y en una de ellas estaban todos mis poemas. De todas, esa en específico nunca llegó, así que recordé que todo este tiempo yo sacaba porciones de mis escritos y se los enviaba a grandes amigos y amigas, a mi alma gemela, para que fueran los protectores. Gracias a eso pude recuperarlos y me dije: ‘yo creo que es momento de juntar esto y compartirlo porque de la misma manera que lo que escribo, me ha ayudado a salir a adelante, voy a ayudar a otras personas también’”, recordó.
La actividad, que contó con la participación de Lizzie Muñiz, como maestra de ceremonias, comenzó con varios saludos, entre ellos el del decano de Artes y Ciencias, doctor Manuel Valdés Pizzini, quien aseguró que prefería ofrecer ese mensaje más en calidad de colega y amigo, que de manera oficial, por el gran aprecio que siente hacia el doctor Ríos Velázquez.
“Es una persona a la que he conocido a través de mi trayectoria aquí en la Universidad y que no solamente es excelente científico, sino que sabemos de su compromiso social, de sus buenas intenciones, sus obras, pero también de su sensibilidad extraordinaria y su capacidad para ponerlo en la poesía. Es un honor estar aquí y compartir con alguien que admiro por este trabajo y por su gran corazón”, reiteró el Decano.
Iguales palabras de elogio tuvo la doctora Patricia Ortiz Bermúdez, colega catedrática, pero sobre todo amiga, quien tuvo a su cargo la lectura de varios poemas de Barricadas junto a la doctora Dimaris Acosta y las profesoras Magaly Zapata y Gladys Toro.
“Es un honor ser parte de la vida de Carlos y estar con él en estos momentos. Somos muchos los que hemos sido tocados y hemos compartido el desarrollo de este libro, que hoy no pueden estar aquí. Quiero ser el vehículo para hacer presencia de todos esos compañeros. Como coordinadora del Programa de Biotecnología Industrial, fue sencillo respaldar estar actividad, pero como amiga, no hay palabras para describir la emoción de estar aquí. Apoyamos toda su gestión académica y artística y esperamos disfruten esta obra que tiene algo para todos”, subrayó.
Asimismo, la profesora Luisa Seijo Maldonado tuvo a su cargo la semblanza del autor, una de carácter muy personal y afectiva por los lazos profundos de amistad que los unen hace años, en especial como colaboradores de proyectos de Investigación Acción Participativa, a través del Instituto Universitario para el Desarrollo de las Comunidades, que dirige la catedrática del Departamento de Ciencias Sociales.
“Son muchos los mundos de Carlos Ríos Velázquez. Sus grandes amores le llevan a trabajar intensa e incesantemente día y noche por las ciencias y la educación, por la paz y la justicia, por una convivencia plena desde la sencillez y la humildad. Se da con pasión, con ilusión y sensibilidad en todo proceso cotidiano, así como en su laboratorio, donde se vive la esperanza, el compromiso y la transformación. Como el agua clara y diáfana, Carlos es un espejo que nos permite descubrir lo maravilloso de la vida y la grandeza humana. Gracias amigo, hermano, por presentarme un rostro diferente de la Universidad”, le manifestó Maldonado Seijo.
Luego prosiguió el turno a otra entrañable amiga, la doctora Carmen Amaralis Vega Olivencia, catedrática del Departamento de Química, quien comparte la pasión de la poesía, por lo que fue seleccionada para prologar el libro.
“Como biólogo, Carlos, y como química, yo, en el tránsito de nuestras vidas, interaccionamos; nuestras ondas se cruzaron y ya no nos separamos más como un buen enlace covalente. No recuerdo cómo me enteré de su afición por la poesía, pero sí la tuve en mis manos en uno de esos encuentros, la leí en papel y le dije: ‘estás obligado a dejar un legado escrito para las futuras generaciones’, así que un día me dio un mamotreto de 700 páginas y me dijo ‘Carmen, quiero que lo leas’. Me tomó como seis meses y lo escudriñé varias veces en un esfuerzo para conocer su alma a través de su palabra lírica”, rememoró.
La doctora Vega dio lectura al prólogo en el que resaltó los componentes del texto, los temas que incluye en sus creaciones y los recursos que utilizó como parte de la obra que plasma “79 poemas que recogen vivencias, espejos de sus sentimientos, sangres de sus venas, imágenes de sus sentidos. Sentidos que están siempre muy alerta para extraer cada gota de ilusión y vida”.
Por su lado, el doctor Ríos Velázquez tomó la palabra para hacer un breve recuento de esta vivencia artística, que lo llevó a crear no solo a través de las letras, sino de las ilustraciones que las acompañan. Agradeció a todas las almas que contribuyeron a su gestión y exhortó a los jóvenes a escribir, ya que “cuando las emociones hacen mover el lápiz, no importa el lugar o la instancia, la acción fluye como un mandato”.
La impresión de esta primera edición recayó en una editorial venezolana y será el propio autor quien distribuirá los ejemplares, por el que solo pedirá a cambio un donativo, a discreción de quienes lo adquieran, que deben hacer llegar directamente al Hogar Albergue para niños Jesús de Nazaret, ubicado en el Cerro Las Mesas en Mayagüez.
Precisamente, como portavoz de la Junta del Hogar, se dirigió a la audiencia Carmen Brown, quien agradeció al autor por su valiosa contribución y explicó brevemente el trabajo que realizan en la entidad para garantizar el bienestar físico y emocional de los niños que son removidos de sus hogares por diversas razones, entre ellas por abuso o negligencia.
De igual forma, el escritor, cuyos poemas han sido presentados en recitales y publicados en un sinnúmero de medios, anunció que también tiene disponible otro poemario, Aires de cambio, en formato electrónico, hilvanado con fotos como puentes temáticos.
Aparte de su cátedra como biólogo, Ríos Velázquez lleva a cabo investigación científica en su laboratorio de Biotecnología Microbiana y Bioprospectos. Durante su trayectoria colegial, se ha desempeñado como codirector del Centro Hemisférico de Cooperación en Investigación y Educación en Ingeniería y Ciencia Aplicada (CoHemis) y coordinador del Programa de Biotecnología Industrial. Licenciado por el Departamento de Educación de Puerto Rico, ha realizado trabajo de supervisión en el Programa de Preparación de Maestros y ha participado en un sinnúmero de proyectos dirigidos a la enseñanza de la Biotecnología para alumnos y maestros de escuelas de nivel superior. De igual forma, ha sido responsable del diseño de métodos innovadores educativos para desarrollar destrezas de investigación en los jóvenes.
Tiene más de una veintena de publicaciones en revistas científicas y ha presentado sus estudios en foros nacionales e internacionales. Ha recibido relevantes premios como el Herminio Lugo Lugo, de la Sociedad de Honor Beta Beta Beta, el Merck Health Innovation Award, en la categoría de Educación, y el Dr. Arturo L. Carrión, de la Sociedad de Microbiólogos de Puerto Rico.
Al preguntársele qué piensa cuando pasa revista de sus logros, no vacila en contestar que lo más que le llena es cumplir con esa vocación que tanto le apasiona.
“Lo que más felicidad me da es saber que todos los días que abro mis ojos, voy a hacer lo que a mí me gusta. Algunas personas piensan que es cuando todo sale bien; yo creo que, por el contrario, lo que uno tiene y también lo que no tienes, te hace la persona que eres. Cada vez que veo a un joven que a través del laboratorio o a través de un poema, sigue su camino, ese es el mejor regalo”, puntualizó.
Las personas interesadas en adquirir Barricadas Vivencias deben contactar al autor en su correo electrónico: carlos.rios5@upr.edu o a través del Hogar Albergue.