Mantén tu rostro hacia la luz del sol y no verás la sombra.
Hellen Keller
Visión es el arte de ver las cosas invisibles.
Jonathan Swift
Abrazar esa sensación de experimentar algo positivo para tu vida, por primera vez. Disfrutarlo al máximo, saber que puedes hacerlo, no tener temor de intentarlo; y si te caes, te levantas, y prosigues con tu faz hacia el sol, sientes su energía, y continúas hacia adelante. Allí encontrarás, nuevamente, una primera vez.
Así es CAAMpAbilities, un campamento de posibilidades, de nuevas vivencias, de explorar más allá de lo que dicta la costumbre, y hasta la sobreprotección, sobre lo que pueden realizar niños y jóvenes ciegos y con impedimentos visuales.
Por once años consecutivos, los doctores Margarita Fernández Vivó e Ibrahim Cordero, catedráticos del Departamento de Kinesiología del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), se han mantenidos firmes en su misión de proveer una opción educativa y recreacional a menores con problemas visuales. Se trata de una semana de transformación, que en muchas instancias, es una de las pocas veces que estos jovencitos tienen la oportunidad de participar en actividades físicas.
La jornada incluyó varias actividades como: escalamiento de pared, cabalgar a caballo, patinaje, ejercicios en el gimnasio, ciclismo, baile, judo, natación, paddleboard, kayaks, y en esta ocasión, por primera vez, un tríalo, entre otras.
En esta ocasión, se integraron 23 campistas, en el que representa el único campamento residencial que existe en Puerto Rico para el desarrollo de destrezas deportivas en la mencionada población.
Precisamente, Ángela Nicole Jiménez Cruz, de 15 años, fue una de las que experimentó esa sensación de 'primera vez'. Nunca había participado en el campamento previamente, ni había realizado, anteriormente, ninguna de las actividades en las que se integró.
"He hecho mucho ejercicio. Lo más que me encantó fue el paddleboarding, también me gustó correr a caballo. Me parece una muy buena iniciativa", manifestó la estudiante de la Academia San Sebastían Marti.
Ángela Nicole aspira a estudiar Terapia Física y ser cantante, pues como bien indica la joven: "todo se consigue en la vida, si intentas y te lo propones".
Otra que disfrutó muchísimo fue Omayra Eliz 'Lizzy' Rosa Torres, de 16 años, quien es una de las veteranas de CAAMpAbilities.
"Mi experiencia en este campamento ha sido nítida. ¡Me encanta mucho! Lo que más disfruto es el skating porque tengo la oportunidad de poder patinar sobre el hielo, sola y todo. Me he caído muchas veces, pero pa’ lante. Pa' atrás ni para coger impulso", señaló la estudiante de la Escuela Miguel de Cervantes Saavedra, en Bayamón.
Lizzy quiere estudiar Tecnología, "para poder ayudar a otros niños".
Por su parte, Nathan Silva Solá, de 11 años indicó que su actividad favorita fue montar a caballo.
"Son muy bonitos, se le puede acariciar y el año pasado había uno que se llamaba Palomo y era blanco completo, chiquito y era muy bonito, y siempre le gustaba comer pasto", dijo el alumno de la Escuela Justina Vázquez Mendoza, de Caguas.
Asimismo, disfrutó compartir con su amigo Alejandro, ya que han estado desde kínder juntos y en el nuevo año académico irán a distintas escuelas.
Estos testimonios, y los que se han acumulado a través de los años, son el motor que energiza este proyecto, que a lo largo de estos años, ha impactado a un centenar de niños y jóvenes.
"Es algo maravilloso, ver con el entusiasmo que esperan la semana. Durante el año, ellos no tienen ninguna o muy poca actividad física y en este campamento queremos que entiendan los beneficios de ejercitarse. Tuvimos un caso interesante de uno de los acampantes del año pasado. Él quería involucrarse en algún deporte, pero veía sus opciones limitadas por ser ciego. Una vez vino al campamento, se enamoró del judo. Su mamá le buscó un lugar en el que le pudieran dar las clases y aunque no encontró de judo, cercano donde viven, sí pudo matricularlo en Jiu jitsu, un arte marcial similar, y el chico está muy entusiasmado. Este tipo de historias son las que nos mueven a seguir haciendo esto año tras año", indicó la doctora Fernández, directora de CAAMpAbilities.
Un aspecto peculiar de este campamento es la labor titánica de los estudiantes del Colegio, que se desempeñan como voluntarios. Cada niño, es acompañado todo el tiempo por uno de ellos.
"Para mí representa lo que es mi pasión, que es educar, en este caso a niños con tipo de impedimento. El campamento es una oportunidad de poder canalizar todas esas ganas de poder estar, ayudarles, dar clases, apoyarlos y enseñarles que son capaces de hacer muchas cosas", expresó, por su parte, Josué Mártir Dávila, estudiante graduado de Kinesiología y uno de los voluntarios.
Además de las actividades deportivas, los niños y jóvenes participaron en talleres de agricultura, confección de manualidades y hasta en una clase del baile de bomba.