Un orador estelar, un profesor emérito, un doctor honoris causa y unos orgullosos y felices graduandos, porque se convirtieron en exalumnos de una de las mejores universidades del país, fueron los protagonistas de las centésima segunda colación de grados del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).
En el evento, que como es costumbre se llevó a cabo en dos sesiones consecutivas hoy viernes, 10 de junio en el Coliseo Rafael A. Mangual, recibieron sus diplomas 1,843 estudiantes ante la mirada eufórica de sus familiares, quienes abarrotaron la histórica edificación colegial.
Los alumnos vistieron la ya tradicional toga verde, color distintivo del Recinto y entre estos, destacó la presencia de un sonriente Benicio Del Toro, el galardonado actor puertorriqueño, quien también lució la mencionada vestimenta colegial para su función como orador invitado de la graduación.
De hecho, durante su coloquial mensaje, el ganador del Oscar les extendió palabras de inspiración, sazonadas con gran orgullo patrio, a los atentos jóvenes de la Clase de 2016 del RUM.
“Todos los proyectos eran en un inglés y mi inglés estaba un poco ‘gulembo’, había que trabajarlo y yo lo trabajé y lo mejoré; pero después de eso, ‘no daba pie con bola’. Y un día, uno de mis representantes me dijo que él tenía la solución para mi problema y era que me cambiara el nombre, porque mi nombre y mis apellidos eran muy latinos. Yo entiendo que hay artistas que se cambian el nombre y eso está muy bien; pero, para mí, eso era olvidarme de dónde yo vengo, de mis raíces, de mi identidad. Eso era como quitarme los nudos y el orgullo que yo siento. Y no estamos hablando del orgullo personal, porque yo tengo 'guille' también. Estamos hablando del orgullo que yo siento hacia todo lo puertorriqueño y latino que yo admiro y respeto”, acotó Del Toro al recibir los entusiastas aplausos de los presentes.
"Aprendí a no tenerle miedo al fracaso. El fracaso y el triunfo son caras de la misma moneda. Así que cuando llegues a esos fracasos, no te arrepientas, no te rindas y no pierdas el ánimo, solo aprende de ellos para volver a empezar con el mismo amor", añadió, a la vez que anunció que su progenitor, don Gustavo Del Toro, quien lo acompañó durante la ocasión, es un exalumno colegial de la Clase de 1963 del otrora Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas (CAAM), aunque completó su bachillerato en el verano de 1962.
De igual forma, en un aparte con Prensa RUM, el afamado actor isleño se mostró muy contento con su participación durante los actos.
“Es la primera vez que participo en esta función y le doy las gracias a 'Yanti' -al rector John Fernández Van Cleve- por haberme invitado para compartir con ustedes en este día tan importante”, señaló, al tiempo que felicitó a los graduandos. Añadió que su acción de cambiar su birrete por una gorra verde del Colegio, durante la segunda sesión, fue una espontánea, al igual que su exclamación del grito de guerra colegial "Antes, ahora y siempre... Colegio" para finalizar su discurso en la tarde.
Asimismo, tanto el doctor Uroyoán R. Walker, presidente de la Universidad de Puerto Rico (UPR), y el doctor John Fernández Van Cleve, rector del Recinto, a través de sus respectivas alocuciones, exhortaron a los colegiales a no olvidar a la que, desde hoy, se convierte en su alma máter.
“Ahora que se preparan para nuevos emprendimientos, más allá del campus que los albergó por estos últimos años, espero que lo puedan hacer con un renovado sentido de confianza sobre sus habilidades y la educación que obtuvieron aquí. ¡Creemos en ustedes! Son forjadores de un prometedor porvenir. Son agentes de cambio. El panorama hacia el futuro puede parecer desafiante, pero sabemos que están capacitados para contestar las preguntas que lance el camino, y seguir recorriéndolo con las herramientas que les da el sello colegial. ¡Felicidades y abundantes bendiciones! Doquiera que estén, antes, ahora y siempre, serán ¡Colegio!”, expuso Fernández Van Cleve.
"Ustedes tendrán la oportunidad de crear un país nuevo que nos sirva para vivir una mejor vida. La promesa de Puerto Rico está en ustedes, nuestra juventud”, dijo, por su parte, el doctor Walker.
De la misma manera, Valerie A. Galarza Olivencia, presidenta de la Clase Graduanda, destacó el trabajo realizado por sus compañeros durante su trayectoria en la mencionada institución académica.
“La palabra ‘guerreros’ nos queda corta. Hemos ido a batalla y hemos vencido. Hoy se nos otorga el fruto de nuestros esfuerzos reconociendo los sacrificios que tuvimos que hacer. Sacrificamos el tiempo en familia y con los amigos, las horas de sueño, la buena comida. Hemos sido afortunados con la educación que recibimos y estamos comprometidos a transmitir esos conocimientos a otros lares. Ya lo han hecho y lo seguirán haciendo. No duden de sus capacidades hemos llegado lejos y en esta nueva etapa podemos trascender muchos límites. No lo veamos como un sueño, veámoslo como una realidad”, dijo la estudiante de los programas de Artes Plásticas y Teoría del Arte.
Además, el doctor Francisco Maldonado Fortunet, decano de Estudiantes y Francisco Vargas Alcántara, presidente del Consejo General de Estudiantes, compartieron sus mensajes con los presentes.
En la sesión de la mañana, protagonizada por los estudiantes de Ingeniería y de Administración de Empresas, se vivieron dos momentos muy emotivos. El primero con el otorgamiento de un grado póstumo de bachiller en Ingeniería Mecánica a Rubén R. Franco Cruz, de Cidra, que fue recogido por sus conmovidos padres. El segundo, lo protagonizó Kristopher Santiago Pérez, un joven natural de Isabela paciente de atrofia muscular, quien contra todo pronóstico resultado de su gran tesón, logró hacer realidad su más anhelado sueño de desfilar en el Coliseo -ovacionado sonoramente por sus pares- para recoger su diploma de bachillerato en Ingeniería Química (INQU) del RUM.
Mientras, en la tarde con los jóvenes de Ciencias Agrícolas, y de Artes y Ciencias, se confirió un grado de profesor emérito al doctor Argimiro Ruano Laiglesia, teólogo español y catedrático jubilado del Departamento de Humanidades del Recinto, quien se destacó por su interés en la historia y el pensamiento en Puerto Rico y por ser un estudioso de la vida y obra del prócer mayagüezano Eugenio María De Hostos.
También, en esa sesión se otorgó un grado de doctor honoris causa al profesor Eugenio “Geño” E. Toro Toro, a quien se le reconoce como el "padre de la fruticultura puertorriqueña". El caborrojeño, quien pertenece a la Clase de 1959 del otrora Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas, fungió como extensionista del Colegio de Ciencias Agrícolas y, tras su retiro de la academia, se dedicó a legar la información de su campo de especialidad de forma original y coherente, a través de sus múltiples escritos y sus narrativas orales en conferencias en las que se destacaba por su humor espontáneo y sus anécdotas personales.
Esta graduación fue histórica, ya que desfilaron los 86 alumnos que conformaron la primera clase del recién constituido Departamento de Psicología.
Como es costumbre, los graduandos fueron apadrinados por los colegiales de hace 50 años, en este caso, la Clase de 1966, año en que el CAAM pasó a ser Recinto Universitario de Mayagüez.
La Clase de 2016 del RUM se compone de 1,666 estudiantes que recibieron su diploma de bachillerato; 154 de maestría y 22 doctorados. Estos últimos fueron dos en Ingeniería Civil, nueve en Ingeniería Química, cuatro en Ciencias Marinas y siete en Química Aplicada.
El cuadro de honor estuvo compuesto por 646 estudiantes y de estos, diez cumplieron con los requisitos para recibir el Gran Premio Luis Stefani Raffucci, que se brinda a los que alcanzan un promedio perfecto, nunca obtuvieron una F en curso y solo se les permite una baja durante su jornada académica en el Colegio. Ellos fueron: Carlos Naoto Abreu Takemura y Christian David Vázquez Machado, de Ingeniería de Computadoras; Wisberty Joel Gordián Vélez y Andrés Gabriel Ortiz Aquino, de INQU; Rosaurelis J. Marín Ramírez, de Ingeniería Industrial; Raúl Edgardo Marrero Rosa, de Ingeniería Civil y Agrimensura; Adrienne Nicole Cruz Peralta, Demi Y. Fuentes Ramírez y Ana Portnoy Brimmer; de Inglés; y Janice Marie Vargas Rodríguez, de Química.
Por primera vez, en los últimos años, los varones superaron a las féminas al graduarse 934 Tarzanes en comparación con las 909 Juanas que completaron sus grados académicos.
Además, obtuvieron sus diplomas 55 colegiales provenientes de los siguientes países: Argentina, China, Colombia, Corea del Norte, Ecuador, Honduras, Jordania, México, Nicaragua, Perú, República Dominicana y Venezuela.
Los actos de colación de grados comenzaron con el simbólico desfile de graduandos por las calles del campus mayagüezano de la UPR, marcadas con las huellas de Tarzán y Jane, las queridas mascotas colegiales.
Precisamente, fue un bonachón Tarzán, el encargado de dar por terminada la vistosa ceremonia al hacer su entrada triunfal por la nave central del Coliseo Mangual al son del esperado Himno Alma Mater interpretado por la centenaria Banda de Marcha, dirigida por el profesor Lester Pérez. El tema ya había sido cantado por las espectaculares voces de los chicos de Chorium, quienes -bajo la impecable dirección del maestro Edgar Vélez- en su intervención musical, obsequiaron a los presentes con las melodías Cuando me ves así, de José Pedroni y Hay quien precisa, de Silvio Rodríguez.
La centésima segunda colación del grados del RUM se transmitió en directo por los canales de Puerto Rico TV y por uprm.edu, portal del Recinto, y además, contó con actualizaciones constantes y transmisiones en directo a través de las redes sociales oficiales (Facebook y Twitter) de la Institución.
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Video reportajes disponibles en:
Estelar graduación del RUM - Clase 2016
