Un grupo de estudiantes de Ciencias Agrícolas del Recinto Universitario de Mayagüez realizó el primer viaje de estudios al Valle del Cauca en Colombia para profundizar su conocimiento sobre la producción ovina.
Los 27 jóvenes, acompañados por su profesor, el doctor Abner Rodríguez, catedrático de Ciencia Animal, visitaron nueve fincas de criaderos de ovinos en una intensa jornada que se prolongó durante cuatro días.
“Esto surge por una iniciativa de varios estudiantes en la crianza de estas especies, el interés que está despertando en Puerto Rico y para que ellos vean que existen otros modelos de producción y raza, que no necesariamente están en Estados Unidos, sino en América Latina. Colombia es un país que se está desarrollando mucho en la explotación ovina y existen algunos que no los tenemos aquí”, explicó.
De acuerdo con el doctor Rodríguez, los criaderos que visitaron fueron escogidos porque su producción de estos rumiantes es tanto de ejemplares puros como comerciales y, además, cuentan con buenas vías de acceso.
La cargada agenda diaria incluyó visitas a dos y hasta tres fincas, lo que permitió que cumplieran con las 15 horas de contacto directo dentro de los sistemas de producción colombianos. De esta forma, los jóvenes tuvieron la oportunidad de visitar El Redil, uno de los criaderos de mayor trayectoria en la producción ovina en Colombia, que cuenta con manejo de ejemplares puros y comerciales en pastoreo, y en donde fueron testigos y participantes de demostraciones en algunas prácticas de manejo, como el esquilamiento, con las razas Santa Inés, Katahdin y Dorper. Esta finca está localizada en Cártago.
En su primer día, los colegiales también se personaron a La Bohemia, un criadero en el municipio de La Risalda, que produce la raza Pelibuey y hembras cruzadas comerciales con manejo semiestabulado y de control de malezas en cultivos de guanábanas y otros frutales. Asimismo, fueron a La Berraquera, en el municipio de Obando, que cría los borregos Dorper y Katahdin en establos.
“A mí me gustaron más las que utilizaban los mismos desperdicios de la producción de caña de azúcar o maíz y con eso alimentaban a los animales; las que usaban métodos de control de maleza como en La Bohemia, que tenían los animales en el cercado de guanábanas para controlar la maleza de los árboles”, sostuvo Marie Negrón, una estudiante del Programa Graduado de Ciencia Animal.
El segundo día fueron a los criaderos El Rocío, en Holguín, y al San Jacinto, en Ginebra. Allí vieron las técnicas de biotecnología de la reproducción en el laboratorio para inseminación y transferencia de embriones de las razas Dorper, White Dorper y Charoláis que posee El Rocío; y el manejo semiestabulado de Dorper, White Dorper, Santa Inés y hembras cruzadas de diferentes razas, que se lleva a cabo en San Jacinto usando pastos de corte como alternativa forrajera.
“El mejoramiento genético en El Rocío me sorprendió muchísimo porque los animales no los tienen bajo pastoreo, sino que están estabulados”, señaló por su parte, Natalí Vélez Vargas, de Agricultura General.
La Reserva Natural de El Hatico, en Cerrito, en donde hacen uso de perros Border Colie y controlan la maleza en callejones de la caña para producir los ovinos Pelibuey y sus cruces, fue el destino del tercer día de la gira académica; al igual que el criadero Bergerie, ubicado en el municipio de Yumbo. En este último, los colegiales pudieron apreciar el manejo estabulado de las razas Pelibuey, Charoláis, Katahdin y la Suffolk y sus cruces con suplementación de desechos de cosechas.
De igual forma, el cuarto día, los estudiantes pudieron apreciar la masificación de la producción de los Dorper, White Dorper y Katahdin, haciendo uso de recursos forrajeros para su alimentación, que realizan en la Lujadi, en Jamundí, lo que le llamó la atención a Rafal Rodríguez, de Ciencia Animal.
“Están bien adelantados con el tema de la biotecnología y venden semen y en los laboratorios hacen la fecundación. Es relativamente pequeña, pero tenía bastantes animales, como unos 450, y la finca estaba sembrada con forraje de alta calidad y eso es lo que le dan a los animales”, indicó.
Ese día de la experiencia académica también los llevó a Miravalle, en Cali, en donde los borregos Black Belly, Dorper y Katahdin son alimentados con leguminosas y frutales que se cultivan en la misma finca.
Una de los objetivos de esta aventura académica era investigar cuál de las prácticas pecuarias, observadas en tierras colombianas, podría desarrollarse en la Isla, según el doctor Rodríguez.
Los alumnos coincidieron en señalar que el uso de poco terreno para la estabulación y las técnicas de mejoramiento genético, así como de alimentación con sus propios cultivos, son aspectos fundamentales que se deben adoptar en Puerto Rico si se pretende aumentar la producción ovina.
Del mismo modo, los colegiales agradecieron a Ricardo Caro, asistente técnico zootecnista de la Cooperativa de Ganaderos del Centro y Norte del Valle del Cauca, conocida como Cogancevalle, quien fue el encargado de crear el itinerario de actividades para los puertorriqueños.
Los estudiantes, además, estuvieron en la Basílica Milagroso de Buga y en el embalse del Lago Calima, en Darién.
El viaje fue equivalente a un crédito de carga académica bajo la codificación de INPE 4991 y se efectuó en las postrimerías del pasado semestre.
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Estudiantes del RUM visitan criaderos ovinos en Colombia
