Por tercer año consecutivo, el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) fue sede del ECO-Expo 2016. El evento, que se llevó a cabo en el Anfiteatro Ramón Figueroa Chapel, reunió a expertos de organizaciones ambientales, la academia y portavoces del sector público y privado con el propósito de orientar a la ciudadanía sobre los temas de reciclaje, desechos tecnológicos e iniciativas comunitarias.
“Queremos promover la creación de un centro para el acopio de reciclaje de equipos electrónicos e intentar reciclarlos en la zona oeste, pero no dirigido a empresas, sino al público en general y a los pequeños negocios. Este sector no se está atendiendo actualmente en nuestro país. Las grandes compañías se encargan de proveer servicios a bancos, universidades y dependencias gubernamentales”, expresó el estudiante Nelson Rivera, portavoz del comité organizador y director de la entidad sin fines de lucro EDCI.
Añadió que, por el momento, existen unos planes adelantados para promover el acopio de materiales electrónicos, a pesar de la crisis económica que atraviesa el País. Sin embargo, los mismos se encuentran en la fase de desarrollo y cuentan con la ayuda de empresas privadas y proyectos comunitarios para agilizar la implantación.
“Lamentablemente, desde principios de la década del 2010, los vertederos en Puerto Rico no están aceptando los equipos electrónicos. Algunos están cerrando y se puede ver basura electrónica como radios, computadoras y televisores tirados en los campos y en los ríos. Estos tipos de desechos contienen metales como oro, platino y plomo. Al llover, los mismos llegan a los cuerpos de agua, de donde se obtiene el líquido que nosotros consumimos. Esto puede ocasionar un terrible daño ambiental”, afirmó.
Como parte de la agenda educativa, se realizó el conversatorio Empresarismo social: Aportar soluciones a problemas ambientales y económicos en Puerto Rico, en el que participaron miembros de la comunidad con el fin de proponer y discutir alternativas en pro de mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía, en conjunto con las empresas públicas y privadas del país.
“Nuestra responsabilidad social como empresa consiste en apoyar bajo tres pilares, todo lo que es educación, desarrollo comunitario y protección del ambiente. Las aportaciones que realizamos, de manera responsable, como ciudadanos corporativos, están enfocadas en relación directa con la protección del ambiente y el desarrollo educativo. De esta manera, lo hicimos con el proyecto comunitario el Corredor del Yaguazo, que es una entidad que dirige Pedro Carrión y atiende la Laguna Secreta en el municipio de Cataño. Nos dimos a la tarea de integrar a más industrias y también al Recinto de Río Piedras, de la Universidad de Puerto Rico. Recientemente, firmamos una alianza entre todas las partes”, manifestó, por su parte, Víctor Domínguez, gerente general de Puma Energy Caribe.
Agregó que en el 2010 la compañía adquirió los activos de la empresa Capeco, después de ocurrida la explosión del año 2009 que produjo serios daños al ambiente, y modificaron las instalaciones convirtiéndola en una que responde a los requisitos de protección al ecosistema. De ese modo, mejoraron los planes de emergencia en caso de ocurrir nuevamente una tragedia y, a la vez, se integraron a la comunidad aledaña que resultó afectada.
Por su parte, Rody Rivera Rojas, director de Enactus, ofreció algunos ejemplos de proyectos ecoamigables. La organización acoge a más de 17 instituciones educativas en Puerto Rico y participa en 36 países alrededor del mundo con el fin de unificar el área académica, empresarial, así como a estudiantes y comunidades para promover el desarrollo económico, social y ambiental de Puerto Rico.
“La Universidad de Puerto Rico, Recinto de Bayamón está desarrollando un proyecto de vivienda que se construye con botellas de plástico, como sustituto del ladrillo y el cemento, siguiendo los parámetros de la International Building Code. El plan está iniciando en Puerto Rico con la construcción de cuatro casas para el programa La Fondita de Jesús y de otras 53, en República Dominicana”, agregó, por otro lado, el líder de la entidad.
Destacó que el capítulo del RUM continúa con sus planes para la comunidad ciega mediante Industries for the Blind, que se reúne en las instalaciones de Huella Colegial que fomenta el empresarismo entre los estudiantes y reinserta esa población dentro de la sociedad. En el caso del recinto riopedrense, se encuentra con el proyecto Agro Ruedas que permite que los placeros lleven sus frutos fuera de la Plaza del Mercado de Río Piedras, mediante un sistema de delivery y ha resultado todo un éxito.
Mientras, Ramón Defendini, gerente de Control de Calidad de Microsoft Operations en Humacao, insistió en la importancia de combatir la piratería y sobre cómo disponer adecuadamente un desperdicio electrónico.
“Cuando desechamos un celular o una computadora, a veces se nos olvida que en el disco duro se queda una información de dueño de ese equipo. Hay que tener cuidado. Una persona con conocimiento, puede robar información y la identidad de esa persona puede quedar severamente comprometida. Tenemos que educar a los ciudadanos, así como establecer un lugar de acopio para llevar esos equipos. Nuestra empresa está en la mejor disposición de colaborar”, afirmó.
Una vida dedicada a su comunidad
Durante la actividad, el Municipio de Mayagüez reconoció la labor del líder comunitario Pedro Carrión, quien por más de tres décadas dirige la organización Corredor del Yaguazo, que promueve que jóvenes del sector Juana Matos en el pueblo de Cataño, participen en investigaciones científicas y ambientales junto a diferentes entidades, a través de una educación no normal o no tradicional.
“En estos 30 años de trabajo, empezamos con la restauración del humedal urbano más grande ubicado en la zona metropolitana, que se conoce hoy en día como la Reserva Natural Sierra Las Cucharillas. Este es un santuario para cientos de especies que habitan en ese lugar. Recientemente, Carmen Guerrero, directora del Departamento de Recursos Naturales, nos otorgó el comanejo de esa reserva, ya que por décadas hemos trabajado en proyectos de restauración y mitigación en esa zona”, destacó Carrión.
Agregó que han restaurado 18 acres de terreno con la colaboración en alianza con organizaciones privadas y no privadas para llevar a cabo una estrategia de conservación. De este modo, la comunidad se convierte en la protagonista del proceso y posee acuerdos de colaboración con compañías e industrias.
“Damos asistencia a otras comunidades, al igual que ayuda técnica. También tenemos diferentes instrumentos de medición. En la comunidad Juana Matos contamos con tres estaciones de meteorología de tiempo real, un centro tecnológico con equipos necesarios para llevar a cabo las investigaciones profundas. Además, firmamos un acuerdo con la UPR de Río Piedras y formamos parte de un centro no docente fuera del campus, en donde estudiantes de escuelas públicas y universitarios subgraduados y graduados realizan investigaciones”, resaltó.
Como resultado final del evento, se espera que se logre un acuerdo entre la industria privada, la academia, el gobierno y las comunidades para que se puedan establecer lazos de colaboración a favor del ambiente y la ciudadanía. De este modo, se evitaría depender únicamente de las gestiones gubernamentales.