Tienen su misión clara. Desean que la Universidad de Puerto Rico sea más que un centro de aprendizaje. Se esfuerzan para hacer de ella un instrumento de transformación social. Luchan, con sus acciones académicas e investigativas, por el ambiente y la ciudadanía. Brindan sentido a la misión docente y dan vida a esa expresión, de Domingo Faustino Sarmiento: "Las escuelas son la base de la civilización”.
Se trata del grupo Hwang Eco-Friendly Development for Green Environment, conocido como HEDGE, dirigido por el doctor Sangchul S. Hwang, que, como parte de su proyecto de implementación de cemento permeable, instalaron este material en la zona Pervious Concrete Area 3 (PCA3), localizada entre los edificios José de Diego y Luis D. Celis, en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).
“Los objetivos de esta tercera fase de implementación en el RUM, que es la de mayor extensión, incluyen corregir los problemas de nivelación y asentamiento, sustituir losas viejas y hacer el área más amigable para personas con impedimentos que transiten por el lugar”, explicó la doctora Alesandra Morales, catedrática auxiliar del Departamento de Ingeniería Civil y Agrimensura (INCI) y una de las líderes del proyecto.
Esta etapa fue precedida por dos anteriores, ambas llevadas a cabo en el campus.
“Tenemos dos localizaciones más en donde se hizo esta instalación. El PCA2, ubicado en el edificio de Ingeniería Civil, se destaca porque contiene nanotecnología, lo que le da innovación al uso del hormigón permeable. Por otro lado, en el PCA1, localizado en el estacionamiento de bicicletas que se encuentra frente a la Biblioteca General, se mezcló nuestro producto con uno de la empresa privada para estudiar cómo se comportan la infiltración y la calidad de agua. En este caso (PCA3), intentamos atacar diferentes problemas de esta área de la Universidad, que se encontraba muy deteriorada”, expresó, por su parte, Rafael Terán, estudiante graduado de INCI y otro de los líderes.
El empleo de la ciencia se destaca a través de todo el procedimiento. La composición del cemento es producto de esfuerzos académicos e investigativos por parte de los miembros de HEDGE.
“Para lograr la mezcla que estamos aplicando, se tiene que pasar por un proceso de diseño, en el que se hacen unos experimentos y estudios investigativos a escala de laboratorio. Se usan tres factores principales: la permeabilidad, la resistencia con presión y la durabilidad del material. Una vez se hace todo el proceso de optimización estadística, obtenemos el resultado y unos valores específicos de cemento, grava, controladores de viscosidad, reductor de agua e hidratante”, enfatizó Terán.
Además, los alumnos se involucran durante todo el desarrollo de la investigación, construcción e implementación.
“Nosotros hemos participado en el proceso de hacer las pruebas de laboratorio pertinentes para buscar esa fusión óptima que cumpla con las características de resistencia, buena permeabilidad y durabilidad. Además, ayudamos a hacer los cilindros, que luego se prueban y, finalmente, participamos del proceso de construcción, al aplicar el hormigón permeable en el lugar”, indicó Yaileen Acevedo, estudiante subgraduada del mencionado departamento y colaboradora del proyecto.
Los miembros de HEDGE aspiran a implementar este material en otros sectores del Recinto, hasta su aplicación en diferentes lugares de todo Puerto Rico.
“A grande escala, queremos desarrollar un poco más las tecnologías de bajo impacto y ecoamigables, como el concreto permeable, para poder atacar todos los problemas de inundaciones que tenemos en la universidad, por ejemplo el del estacionamiento de área blanca”, destacó la doctora Morales.
“Entre nuestras aspiraciones como investigadores, se encuentran darnos cuenta de la importancia de cuidar el medioambiente y de elaborar esta tecnología ecoamigable. Esto nos ayudará a brindarle una mejor calidad de vida al entorno que nos rodea y a nosotros como universitarios. Además, queremos que, a medida que los estudiantes van documentándose, tomen en cuenta la importancia de disminuir el impacto ambiental, lo mejor posible”, dijo, por otra parte, Terán.
El proyecto fue posible gracias a la colaboración de la Oficina del Rector, el Decanato de Artes y Ciencias, el Departamento de Edificios y Terrenos, la Asociación Puertorriqueña del Concreto y las compañías Essroc Cement, Macro Mix Concrete y BASF.