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Un festín de literatura puertorriqueña

Por Rebecca Carrero Figueroa (rebecca.carrero@upr.edu)
PRENSA RUM

viernes, 15 de julio de 2016

Una conferencia magistral sobre Eugenio María de Hostos y Enrique Laguerre, así como una actividad en la que se analizó un cuento corto desde los postulados de la psicología y de la lingüística, fueron dos eventos en los que se unieron profesores y alumnos de los recintos de Aguadilla (UPRAG) y Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR).

En primer lugar, aunque de épocas distintas, la vigencia de los textos de Hostos y Laguerre consolida la presencia de estas dos figuras aún en el siglo XXI. Así lo expuso la doctora Carmen Cazurro García de la Quintana mediante su ponencia magistral: Afinidades electivas entre Hostos y Laguerre: Nación, escritura, educación y mujer, que tuvo lugar en el Museo y Centro de Usos Múltiples Eugenio María de Hostos, de Mayagüez.

De acuerdo con la catedrática de la UPRAG, “ambas figuras fomentaron la educación de la mujer y compartieron la visión de expandir las fronteras caribeñas, sobre todo, puertorriqueñas, entre otros muchos temas”.

Al comparar y contrastar los trabajos de Hostos a finales del siglo 19, y de Laguerre, en la Generación del 30, la doctora Cazurro destacó el sentido del deber patrio que ambos autores manifestaron.

“Laguerre, nuestro candidato a Premio Nobel, y Hostos, son seres humanos completos en su formación. Para rescatar la figura de Hostos, lo ponemos en secuencia cronológica con Laguerre, que, aunque fue posterior a él, sus textos también recogen sus apreciaciones, sus inquietudes literarias, políticas y sociales”, precisó.

Durante su alocución, la catedrática enfatizó en la necesidad de indagar en el rol como literato que ejerció Hostos, debido a que la mayor parte de los estudios críticos solo se concentran en su faceta como sociólogo y, a su juicio, La peregrinación de Bayoán, así como otras novelas inéditas, se prestan para una investigación más seria sobre su obra. En el caso de Laguerre, su amplia producción novelística permitió que se le nominara para el Premio Nobel de Literatura en 1999.

Un relato para combatir la violencia de género

De otra parte, este festín literario se extendió con el estudio del cuento Aquella mujer de la doctora Miriam M. González Hernández, catedrática del Departamento de Estudios Hispánicos (ESHI) del RUM. La actividad, coordinada por Karina Rodríguez Figueroa, del Círculo Estudiantil de las Ciencias Sociales (CECISO), representó la primera vez en la que estudiantes analizan psicológica y lingüísticamente el minirrelato de la doctora González.

Según reveló Karina, quien estudia en el Departamento de Psicología del campus mayagüezano de la UPR, la iniciativa pretendió discutir el tema del alcance y las consecuencias de la violencia hacia las mujeres y las alternativas con las que cuenta una víctima para escapar de esa cruel realidad.

“Nos acercamos a la Asociación de Estudiantes de Estudios Hispánicos y a la doctora González para que nos autorizara a usar uno de sus cuentos para realizar un análisis interdisciplinario desde las ciencias sociales y desde la literatura. Entre los relatos que nos presentó, seleccionamos Aquella mujer, porque refleja una problemática muy preocupante y actual: el maltrato a la mujer”, sostuvo.

La alumna enfatizó que resulta necesario hablar sobre este mal, ya que es una realidad que va en aumento y que quienes la enfrentan, necesitan buscar ayuda. Así lo constató desde su trabajo como voluntaria en el Proyecto Siempre Vivas del Recinto, iniciativa enfocada en apoyar a mujeres víctimas de violencia de género.

“El mensaje es que, ante el abuso, la mujer tiene que alzar la voz y comenzar a valorarse a sí misma”, apuntó.

Con esto en mente, Sarah C. Suárez Muñiz, discutió los efectos negativos en la salud mental de la víctima de agresión física, verbal o ambas, en su ponencia: Más allá de la conformidad en Aquella mujer de Miriam González Hernández.

“El individuo que se expone a un patrón violento, experimenta: pérdida de dignidad y autoestima, seguridad y confianza en sí mismo, y en los demás; depresión, aislamiento, pérdida de grupos de pertenencia, y, por consiguiente, de su vida social, familiar y laboral”, expresó Sarah.

De acuerdo con la alumna, la mujer del relato, a pesar del maltrato, no se atreve a salir de la relación por temerle a su cónyuge. La narración la presenta sin salida, conforme, por lo que recurre a inventar un mundo ficticio y se sume en el abuso. Sin embargo, la joven recabó en la importancia de discutir esta realidad para concienciar a la sociedad de los medios disponibles para asistirle.

Por su parte, el enfoque lingüístico del cuento se lo dio Gustavo Vizcarrondo Garrastegui, alumno de ESHI en el RUM. El joven se enfocó en el uso de los adjetivos en el texto y cómo estos ayudan al lector a crear la atmósfera, a visualizar la problemática y adentrarse en la narración.

“Lingüísticamente quería fijarme en cómo se transmitía ese tema principal de la violencia doméstica a través del uso de los adjetivos, desde el propio título, Aquella mujer, en el que se le nombra con el demostrativo ‘aquella’ que presenta una distancia, la misma que se percibe en el texto con ella, que no tiene nombre, hacia su marido, que comienza una narración que se acerca al amor y que se torna en una abusiva”, aseguró.

Al igual que Sarah, Gustavo identificó cómo se desarrolla la relación en esa pareja; cómo la fémina pasa de la admiración al miedo a su marido, y el uso constante de la segunda persona del singular, lo que, a su entender, logra acercar al lector a esa realidad tan común hoy día.

“El lenguaje puede acrecentar la violencia. Necesitamos cuentos como este para entender la problemática que enfrentan las féminas”, puntualizó.

Aquella mujer es parte de la colección Deshojando arenas de González Hernández. Otras obras de su autoría son: Miradas, Fábulas fabulosas, y Las aventuras del pelícano Cano.


  • En el orden acostumbrado, las doctoras: Maribel Acosta Lugo, Miriam M. González Hernández y Carmen Cazurro García de la Quintana, durante la actividad en el Museo de Hostos.<br>Suministrada
  • La doctora Cazurro destacó la relevancia de las obras de Eugenio María de Hostos y de Enrique Laguerre.<br>Suministrada
  • La segunda de las actividades representó la primera vez en la que estudiantes analizan psicológica y lingüísticamente un minirrelato de la doctora González.<br>Suministrada
  • Los alumnos: Sarah C. Suárez, Karina Rodríguez, Gustavo Vizcarrondo y Keyla D. Rivera, con la doctora González (al centro), durante la conferencia en la que se analizó <em>Aquella mujer</em>.<br>Suministrada
En el orden acostumbrado, las doctoras: Maribel Acosta Lugo, Miriam M. González Hernández y Carmen Cazurro García de la Quintana, durante la actividad en el Museo de Hostos.<br>SuministradaLa doctora Cazurro destacó la relevancia de las obras de Eugenio María de Hostos y de Enrique Laguerre.<br>SuministradaLa segunda de las actividades representó la primera vez en la que estudiantes analizan psicológica y lingüísticamente un minirrelato de la doctora González.<br>SuministradaLos alumnos: Sarah C. Suárez, Karina Rodríguez, Gustavo Vizcarrondo y Keyla D. Rivera, con la doctora González (al centro), durante la conferencia en la que se analizó <em>Aquella mujer</em>.<br>Suministrada

SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=3687