Brilla en Ohio el Sol ColegialSu deseo de revivir el proyecto del bote solar, dio frutos, ya que la embarcación Sun Boricua colegial se colocó entre las primeras posiciones en la competencia Solar Splash, que se llevó a cabo el pasado mes de junio. Y así fue, ya que en los enfrentamientos, que tuvieron lugar en Dayton, Ohio, tuvo un sobresaliente desempeño al situarse en el número nueve overall entre otras 15 universidades. Esto, tras cerca de una década en que el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) no contaba con representación en la mencionada contienda, los doctores Guillermo Serrano Rivera y Erick Aponte Bezares, ambos catedráticos asociados del Departamento de Ingeniería Eléctrica y de Computadoras (INEL/ICOM), se dieron a la tarea de desarrollar una nueva embarcación que “diera la cara por el Colegio” y por Puerto Rico, ya que el grupo fue el único representante boricua en el desafío. “Hubo una participación inicial en 1994 o en 1995 y la otra fue en 2006. El doctor Aponte y yo pensamos en tomar un proyecto que, al igual que los de Ingeniería Mecánica e Ingeniería Civil, le diera notoriedad a nuestro departamento. Así fue que dimos con el bote solar que, aunque tiene un aspecto de ingeniería mecánica, tiene una parte grande de eléctrica”, relató el doctor Serrano Rivera. El catedrático asociado subrayó que la iniciativa fue una interdisciplinaria, ya que, además de los estudiantes de INEL, compartieron esfuerzos alumnos de las facultades de Mecánica, Computadoras e Industrial para lograr el objetivo de construir el bote que funcionara con energía solar y pudiera enfrentar todas las reglas del evento. Agregó que entre las restricciones se incluyeron las relacionadas con la cantidad de potencia a generar mediante las placas, al igual que el peso de las baterías, porque, tanto la cantidad de placas como la de baterías, estuvieron limitadas. “La competencia se enfoca más en lo qué tú haces con lo que tienes y cómo lo desarrollas; ya sea la parte del casco, la parte eléctrica y la mecánica con el tren motriz, o sea todo lo que tiene que ver con el funcionamiento del bote, diseño y manufactura para poder competir”, explicó el catedrático. En términos de la ejecución de la embarcación, los eventos primordiales fueron los de: velocidad, que medía cuán rápido iba el bote en un tramo de 300 metros; resistencia o cuánto toleraba durante dos horas; y manejabilidad y movimiento del navío, que pesó unas 500 libras y midió 16 pies de largo, y un pie y medio de ancho. De igual forma, los jóvenes tuvieron que presentar un informe sobre sus trabajos y, también, se tomó en cuenta el desempeño de cada equipo. “Estamos muy contentos con nuestra participación porque nosotros vimos botes allí que se quedaron a mitad de camino. Nosotros no tuvimos ningún desperfecto mecánico y en todo momento pudimos competir, había cosas que no salieron como queríamos, pero el bote nunca se nos dañó y para nosotros fue un logro, máxime cuando es la primera vez en diez años que participamos”, indicó el profesor en entrevista con Prensa RUM. El grupo colegial, que estuvo compuesto por 21 alumnos de Ingeniería, ganó además los importantes premios de Outstanding Electrical System, por el sistema eléctrico, y el Outstanding Drive Train Design, por el diseño del tren motriz. Los miembros del equipo fueron: Alan López García, Valerie Castillo Rodríguez, Armando J. López Ojeda, Arnaldo Santiago Acevedo, Arturo M. García Palou, Christian M. Rodríguez Merced, Edwardo G. Rodríguez Olmeda, Emmanuel Robles Rivera y Guillermo J. García Schmidt. Asimismo, Iván J. Morales Pérez, Jiovanny J. Muñiz Maldonado, José L. Feliciano Cruz, Neil E. Portela Forty, Robert J. Howell Figueroa, Ryan A. Alicea Pérez, Steven I. Morales Rivera y Yadiel Márquez Colón, también formaron parte de la delegación del RUM. Los jóvenes estuvieron capitaneados por Alexander Santos, de INEL, quien afirmó que la meta del equipo era ir a una mayor velocidad con la misma cantidad de energía por lo que se decidió hacer uso del sistema hydrofoil, que les permitía crear mayor fuerza en la velocidad, a través de unos alerones colocados bajo el casco que, a su vez, levantaran la embarcación por encima del agua. “Nosotros partimos desde cero, porque no sabíamos lo que se había hecho hace diez años, así que nos dejamos llevar por las reglas. Desde ahí partimos a hacer nuestro diseño y escogimos hacer un bote con el sistema de hydrofoil, que provoca que se ahorre un montón de energía para ir a mayor velocidad con la misma cantidad de energía y esa era nuestra meta”, detalló el futuro ingeniero, natural de Carolina. Contó que estar entre las primeras diez universidades fue un logro, ya que el “Colegio solo ha ido tres veces en todos estos años y el esfuerzo que tienen que hacer nuestros grupos, es más grande”. “Es una experiencia educativa y también de responsabilidad por las actividades que conllevan para nosotros prepararnos para ir para allá. Tenemos que viajar, enviar el bote con un mes de anticipación y buscar los fondos. Son muchos los detalles", acotó. Por el momento, la misión es continuar con la participación en el Solar Splash, de acuerdo con su profesor. “Tenemos que definir lo que queremos mejorar y la idea es estar entre las primeras cinco posiciones el año que viene”, puntualizó. SOURCE: http://www.uprm.edu/portada/article.php?id=3696 |